Culturaencadena.com, medio de comunicación invitado al Festival de Cine Fantástico de Catalunya
Existe un reducido círculo de películas que, independientemente de su calidad, son casi “obligatorias” para cualquier amante del cine. Y del cine en pantalla grande. Ojo, que es fácil pensar tras leer esto que hablo de películas con grandes efectos especiales. Proyectos mastodónticos/épicos como han podido ser “Pearl Harbour”, “Independence Day”, “Avatar” y demás blockbusters…
No. Lo decimos para películas como “Titane”, a la que voy a dedicar las fuerzas que me queden después del 'tour de force' visual que es la nueva propuesta de Julia Ducornau, que hace 5 años ya nos sorprendió con “Crudo” (premio a la mejor dirección novel en Sitges).
El inicio del filme nos presenta la génesis de todo lo que luego va a acontecer. Y ya en ese prólogo queda claro que estamos ante algo “especial”. Sólo hace falta un coche, un padre agotado tanto física como mentalmente, y una niña... dejémoslo en complicada...
Crítica de la película "TITANE": Especial Festival de Sitges 2021 en CEC CINE
Tras esa primera secuencia de final previsible, asistimos a un presente de locura. Con Alexia, interpretada por Agathe Rousselle, que dedica ese primer tramo de la película a llevarnos a un viaje de sexo, sudor y violencia. Un viaje que puede dejar al espectador con la piel más fina, directamente en el suelo por KO.
Posteriormente la película entra en otra dimensión, con la presencia de un Vincent Lindon en modo Dios. En su papel de padre que lucha por recuperar su papel como padre. Intentaré no hacer spoilers, pero la obsesión de este hombre por volver a su rol de padre, acompañada de la amarga sensación de envejecer, le dan al actor francés de 62 años, su mejor papel en mucho tiempo. ¡¡¡Menudo animal de la actuación!!!
Es esta segunda dimensión la que visualmente ofrece unos planos brutales. Y eso que lo de los coches con modelos, madre mía, que manera de rodar… Si le das una cámara, Julia Ducornau te hace arte hasta de un anuncio de cepillos de dientes. Apoyándos en una música machacona que hay que disfrutar en una sala de cine, todo lo que tenga que ver con escenas de baile es una maravilla.
Con la primera escena de sexo de la película, algunas personas podrían abandonar la sala. No lo hagan, en serio: olviden lo real o irreal de esa escena, y disfruten de cada fotograma. Si quieren, piensen que la película no deja de ser la búsqueda de alguien por encontrar su identidad. Si quieren, piensen que es una película sobre redimirse. Si quieren, piensen que nada tiene sentido y que el argumento es lo de menos. Cualquiera de las opciones es totalmente válida. Pero vean “Titane”, y que sea en un cine. No se arrepentirán y no olvidarán esta película: es imposible hacerlo.