En compramostucoche.es, web especializada en compra de coches de segunda mano, han realizado un top ten con sus 10 películas preferidas sobre coches:
A todo gas – The fast and the furious (2001): empezó siendo una película de acción sin grandes pretensiones y presupuesto mediano, y ha terminado convirtiéndose en una de las sagas blockbuster más rentables de los últimos años. A la cabeza de su reparto, grandes estrellas habituales del cine de persecuciones y explosiones, como Van Diesel o Michelle Rodríguez. Pronto veremos su séptima entrega, aún tras la muerte de uno de sus protagonistas, Paul Walker, precisamente tras un accidente de tráfico.
Christine (1983): John Carpenter, responsable de clásicos del cine fantástico y de terror como “Halloween”, “La cosa” o “Están vivos”, adaptó a principios de los 80 la novela homónica de Stephen King, en la que un adolescente apocado se enamora de un viejo Plymouth Fury que ha comprado a precio de chatarra. Pronto descubriremos que el propio coche parece tener instintos psicóticos, que a lo largo de sus años de circulación ha dejado a su paso un reguero de sangre, y que su conducta asesina se está transmitiendo, poco a poco, a su nuevo propietario.
Ronin (1998): protazonizada por Robert de Niro y Jean Reno, una de sus principales bazas durante su lanzamiento fueron sus largas y originalísimas escenas de persecuciones, en las que Audis y BMWs serpentean a toda velocidad por las calles de París. Rodada a la vieja usanza, los efectos especiales fueron aquí sustituidos por un inmejorable equipo de especialistas al volante.
Death Proof (2007): precisamente la pasión de Tarantino por el mundo de los especialistas y por las escenas de persecuciones llevaron al director realizar su película más arriesgada. Entre el elenco ocupa un lugar especial la especialista Zoë Bell, que se interpreta a si misma y protagoniza el extenso y potente climax del film, atada al capó de un coche que atraviesa el desierto a toda velocidad.
Cars (2006): no es precisamente la película más lograda de Pixar ni tampoco la más admirada por los fanáticos del estudio, pero “Cars” pone en imágenes esa fantasía que todos hemos tenido alguna vez durante nuestra infancia: la de coches dotados de vida que compiten entre ellos por conseguir el primer puesto en el circuito de carreras. El coche protagonista vino bautizado, además, con el nombre de Rayo McQueen, un obvio homenaje al film clásico “Las 24 horas de Le Mans”.
Las 24 horas de Le Mans (1971): Steve McQueen, amante de los coches y de las carreras, condujo él mismo en todas las escenas de este film ambientado en el mundo de la competición, y en la que interpreta a un piloto americano del equipo Porche, dispuesto a arrebatarle a Ferrari el gran premio en el mítico circuito de Le Mans. Una película imprescindible para asomarse, con un gran realismo, al sector del automovilismo de los años 70.
Mad Max (1979): mientras esperamos la ansiada cuarta entrega de la saga, nunca está de más revisitar el clásico postapocalíptico protagonizado por Mel Gibson, en el que hordas de coches construidos a base de chatarra cruzan el hostil desierto. “Mad Max: Fury Road” llegará a nuestras pantallas en 2015 con una irreconocible Charlize Theron.
Drive (2011): Ryan Gosling se pone al volante para dar vida a un chófer especializado en conducir para criminales y experto en dar esquinazo a la policía. Cuando un grupo de mafiosos amenacen la felicidad de su vecina, Gosling se convertirá en un héroe americano que debe mucho al que interpretara Robert de Niro en la mítica “Taxi Driver”.
El diablo sobre ruedas (1971): la ópera prima de Steven Spielberg es esta TV movie que fue incluso adaptada y proyectada en salas de cine. Un thriller psicológico en el que un conductor ha de sufrir la persecución de un camionero cuyo rostro nunca vemos, decidido a provocar un accidente mortal para nuestro protagonista.
Noche en la Tierra (1991): en cinco ciudades repartidas por todo el mundo, cinco taxistas deben enfrentarse a las dificultades (y dilemas) propios de su gremio. Entre los actores al volante encontramos a un Roberto Benigni pre “La vida es bella” y a una joven Winona Ryder.