Hay gente que se creen reyes por ejercer algunos roles o profesiones que ellos creen importantes. Y seguramente esas profesiones lo sean. Pero está claro que el hábito no hace al monje. De estos son los de los que voy a hablar hoy.
Por mi vida, no me atrevo a decir que por mi profesión, porque yo soy de aquellos y de estos , y de profesiones tengo tantas como objetivos me planteo, siempre topo con algunos TOPOS.
Son aquellos seres infiltrados en algunos ambientes que se creen con la sabiduría más absoluta simplemente por ejercer. Seguro que algunas veces habréis oído aquello de “es muy buen profesional pero es un cabrón de agárrate y no te menees”.
En mi opinión TODAS y digo todas en mayúsculas por algo, las profesiones deben incluir dentro de ellas el ser PERSONA, y también atentos a las mayúsculas. Cualquier rol ejercido, cualquier profesión, prevee el ser atento, educado, cordial o cuanto menos correcto. Sobretodo si hablamos de profesiones que por su naturaleza tratan de educar o ayudar a otros.
En cualquier caso, necesito despotricar de aquel que tiene por boca un buzón, que hablan con “conocimiento de causa” muchas veces sin saber que el interlocutor puede conocer más del tema que el propio TOPO.
Pero aún más rozan la soberbia o la falta de personalidad o la suma de autoestima por creerse a la alza en sus talentos, cuando se les rebate en conversaciones que avecinan el desastre. No soy amante del corregir a nadie cuando estamos en un dialogo a dos. Pero no puedo evitar salir en la defensa de la verdad cuando existen oyentes, cuando alguien pretende sentirse importante diciendo falsas verdades cuando conozco de lo que está hablando. Fantasmas!!!
Y si en algunas profesiones los llamamos los típicos listillos (o fantasmas si encima sabemos que se las dan de ) en otras los objetivos rozan el divismo. Y claro a los divos, se les puede permitir todo, por que como son artistas… pues…
En fin… A la hoguera con los TOPOS. Quizá en algún momento, alguien les abra los ojos.