Cover of Lumpy Gravy
Hoy se reeditan sus 12 primeros discos, aunque nosotros insistimos en recomendar, sobre todo a los no-iniciados, su doble en directo "You can´t do that on stage anymore vol. II", grabación de un concierto que ofreció en Helsinki a mediados de los 70 y en el que se recogen y reflejan muchas de sus características.
Además como no podía ser menos, se acompaña de una banda tremenda con la que llevaba, salvo algunos cambios, desde 1973 que suena extremadamente conjuntada y muy rodada.
Estos son los discos que hoy han sido reeditados:
1. “Freak Out!” (1966)
2. “Absolutely Free” (1967)
3. “Lumpy Gravy” (1968)
4. “We’re Only In It For The Money” (1968)
5. “Cruising With Ruben & The Jets” (1968)
6. “Uncle Meat” (1969)
7. “Hot Rats” (1969)
8. “Burnt Weeny Sandwich” (1970)
9. “Weasels Ripped My Flesh” (1970)
10. “Chunga’s Revenge” (1970)
11. “Fillmore East, June 1971” (1971)
12. “Just Another Band From L.A.” (1972)
Zappa es uno de los extraños casos en los que nadie con un poco de background se atrevería a decir que es malo musicalmente hablando, aunque no le guste para nada su rollo, es como una especie de tabú hacerlo y creo que nadie tiene realmente razones objetivas de peso para ello.
Frank Zappa (Photo credit: Cletus Awreetus)
Su obra derrocha actitud, contiene desde letras irónicas a otras muy absurdas y con mucho humor, y musicalmente no se mueve en un plano fijo, siendo completamente imprevisible: puede hacer un disco de doo-woop, otro de jazz-rock, otro psicodélico, otro como compositor de música seria con orquestra, uno instrumental, otro totalmente cantado, de solos de guitarra, etc... y pasearse por todos los estilos musicales siempre bajo su tamiz personal que enseguida identificas.
Por otro lado era un insaciable compositor capaz de sacar dos o tres discos por año y en algunos casos, que estos trabajos sean dobles o triples. Se mueve bien tanto en el campo del virtuosismo más imposible como en el de la inmediata sencillez, ha creado una escuela de músicos irrepetible a través de gente que descubrió y han tocado con él, como Steve Vai, Terry Bozzio, Vinnie Colaiuta, Chad Wackerman, Adrian Belew, Patrick O'Hearn, Eddie Jobson, Warren Cuccurullo, George Duke, Jean Luc Ponty, Aynsley Dunbar, etc...
Es radical y estricto en sus planteamientos, no tiene pelos en la lengua ni se calla, no traga, y este hecho directamente ya lo ha apartado del circuíto "mainstream". El siempre ha parodiado mordazmente el american way of life y ha criticado abiertamente la política de Nixon o Reagan por ejemplo, ha ridiculizado la iglesia y se ha enfrentado contra el PMRC cuando Tipper Gore inció aquella caza de brujas a mediados de los ochenta contra tantos grupos y artistas; esto, sumado a su música inclasificable y nada comercial, pues no hay concesión alguna, explicaría en parte el por qué de su desconocimiento general.
Es de suponer, además, que a los Estados Unidos les interesaba mantener al máximo en un segundo plano, a alguien que para algunas de las instituciones con mayor peso de aquella sociedad era considerado persona non grata y una influencia nociva para la gran masa; y todo ello quizás explique el hecho de que genere indiferencia y respeto ante muchos melómanos, a la vez que una obsesión compulsiva ante zappadictos y fanáticos; su extensísima obra habla por sí sola. Algunos de sus mismos músicos como Arthur Barrow, Mike Keneally, Warren Cuccurullo y Steve Vai eran auténticos fans del maestro, que vieron como su sueño se hacía realidad cuando consiguieron un puesto en su banda.
Frank Zappa (Photo credit: EddieBerman)
Otra faceta suya a destacar son las innovaciones musicales que aportó experimentando con xenocronías, continuidad conceptual, serialismo, composición al instante (grababa absolutamente todo lo que podía para crear a partir de ello) o utilizando el synclavier para llevar a cabo las propuestas musicales más complicadas y elementos electrónicos en la batería convencional. Era un guitarrista tremendamente personal con un fraseo muy característico que contínuamente improvisaba sus solos, y en directo nunca ofrecía un mismo espectáculo dos veces dentro de los conciertos de una misma gira (algo que hoy en día, por desgracia, no suele suceder mucho).
Sus músicos se aprendían un repertorio de más de 100 temas que iban variando a lo largo de una misma gira, y siempre había un hueco importante destinado a la improvisación, aprovechando cualquier acontecimiento que ocurriese para sacarle miga al asunto durante el transcurso de la misma e incluso otras posteriores, creándose un universo muy personal e indescifrable que tan sólo conocían y entendían los músicos que formaban parte de ella, era un gran entertainer y un cantante con una voz muy peculiar que patentó un estilo medio cantado/narrado antes incluso de la aparición del rap.
