Normalmente hay la teoría de que los discos de remezclas, son una manera más de sacar beneficio económico de un trabajo anterior. Y se empieza a escuchar todo eso de: falta de creatividad, ya no tienen nada nuevo que aportar, exprimiendo la gallina de los huevos de oro…
Voy a reconocer que yo he pecado de eso, he pecado de creerme esa teoría. Pero si uno decide abandonar los prejuicios y no limitarse a las palabras sino a las escuchas… Si eso pasa empiezas a ver que la creatividad no tiene porque ir asociada totalmente a la novedad. Nadie debería poner en tela de juicio, la calidad de una versión/remezcla simplemente por no ser el original del que se inspira.
Y todo esto lo suelto mientras suena nuevamente “Olympia”, la edición limitada que Sigmund Wilder sacó al mercado. Un trabajo con cinco remezclas que “moldean” cuatro temas de “Desorden”. “Desorden”, el segundo larga duración de Sigmund Wilder, tras ese glorioso debut que fue “The art of self boycott”. Pero de eso ya les hablé en otra ocasión…
Volviendo a “Olympia” y a lo de las remezclas, hablemos de: Sean Beavan, Paul Corkett, Steve Lyon y Tim Palmer. De los productores que han visto algo interesante en los temas originales a remezclar. Hablemos de señores que han colaborado con tótems de la música como David Bowie, Depeche Mode, The Cure y Marilyn Manson. Hay que valorar mucho que estos productores se hayan embarcado en la aventura que Sigmund Wilder les propuso. Y gracias a eso, servidor ha podido enamorarse de ese “Ángeles”, en mi opinión la joya de la corona.
Con esto no estoy desmereciendo los otros cuatro temas que componen “Olympia”. Simplemente, como nos pasa a todos, siempre hay una canción que es LA CANCIÓN.
Disfruten de “Olympia”, sin prejuicios, no busquen comparar con lo original. Abracen la creatividad, porque la música es eso, creatividad…