Fue el último que grabé con la energía de la juventud que me había durado hasta los cuarenta y diez”.
Todas sus palabras -e incluso su pose- denotaban una tristeza, una cierta nostalgia de esa juventud que ya no es lo que era. Sabina se siente joven, pero parece que su cuerpo, su mente y también sus circunstancias, ya no acompañan. Joaquín se ha hecho mayor, y su mente y actitud juveniles se sienten atrapadas en un envoltorio que no se corresponde con lo más profundo de su alma.
En el apartado estrictamente musical, destacó un recuerdo a Quico Pi de la Serra, que estaba presente en el concierto, porque "siempre ha ido aprendiendo de todo el mundo", una versión "muy libre" del "Ain't it me, babe" de Bob Dylan, traducida como "Ése no soy yo"-, unos temas que sirvieron para introducir su explicación del paso del folk de La Mandrágora al rock para parecerse a Alarma, y su guitarrista, Jaime Asúa, integrante de la banda de Sabina, nos deleitó con "El caso de la rubia platino". La corista Mara Barros también tuvo su momento de lucimiento.
Entre el grueso del repertorio y los bises, el Maestro se tomó algún que otro descanso. El primero de los bises fue abierto por Mara Barros con la la habitual -y siempre efectiva- versión del "Y sin embargo te quiero", que encadenó a Sabina con "Y sin embargo" y "Princesa" -en clave rolling stone- y en el segundo bis, fue García de Diego quien bordó "Tan joven y tan viejo" para empezar.
Sobresaliente en la dicción y -claramente- mucho mejor de voz que en anteriores ocasiones, Sabina ofreció el mejor de sus conciertos que jamás le hemos visto en Barcelona el pasado lunes, 22 de diciembre.
Una noche inolvidable que se clausuró con la grata sorpresa de la presencia del gran Joan Manuel Serrat, que ofreció junto a su queridísimo amigo Sabina varios bises tan significativos como son "Paraules d'amor", cantada en catalán y que emocionó visiblemente al de Úbeda, seguida por la festivalera pero muy significativa "Pastillas para no soñar", y concluyendo la soberbia noche con "La canción de los buenos borrachos" (a capella).
Ahora solo nos queda esperar su nuevo disco, que verá la luz en el próximo año nuevo: 2015. Muchas ganas.
Una vez encontrado, no es seguro mantenerlo. Parece que Sabina, de alguna manera, lo ha perdido. Pero vamos, hay gente en peores situaciones. Aquí solo hablamos de él porque hablamos de los que nos transmitió en el concierto, pero no vamos a llorar por él, que hay gente que está mucho peor.