Una crónica de Anna Castro C. para Culturaencadena.com y sus lectores
FOTOS: Andrea Membrado
La programación del Cruïlla de Tardor ha sido acorde al festival del verano que le ha dado vida. Una elección ecléctica y acertada que el pasado jueves nos citó con Caravan Palace. Los franceses colgaron un sold out rotundo en la sala Razzmatazz que fue llenándose paulatinamente hasta no dejar casi hueco ni para bailar. Porque si algo tiene Caravan Palace es eso. Imposible no moverse con sus ritmos.
Poco después de las nueve de la noche y aún con con fans entrando en la sala, la banda saltó al escenario. Y allí empezó todo. Con uno de los temas de su último disco, Comics que dió pasó a Lone Digger, una canción que hipnotizó nuestros cuerpos y nos puso a todos a brincar. Zoe Colotís empezó su despliegue de bailes cabareteros, sonrisas pícaras y derroche de energía. Caravan Palace interpreta a través de gran multitud de instrumentos, pero su vocalista, es indudablemente, el mejor de ellos.
Cuando la banda nos deleitaba con Midnight, un error en el sonido, nos sorprendió a todos pero la banda continuó impasible con la actuación, menos Zoe, que dramatizaba cómicamente el momento con gestos y caras.
Caravan Palace siguieron interpretando temas de su último disco, alternados canciones de sus anteriores cómo Panic, Clash o 12 juin. Un repaso a su discografía que hizó las delicias de los fans acérrimos de ritmo. Los franceses cerraron con Brother Swing hora y media de guitarras, clarinetes, violines, contrabajos y samples de swing.
Es un hecho que Caravan Palace son los reyes del electro swing. Y una vez más lo demostraron en el escenario, con un público que no paró de liberar movimiento y júbilo ante el espectáculo.
Anna Castro C.