Una crónica de Enrique Menéndez para Culturaencadena.com
Noche de fiesta en el Sant Jordi Club. Así podríamos titular a lo que el 27 de abril todos los que colaboramos al “no quedan entradas” del concierto de Fangoria que pudimos disfrutar.
Venían para ofrecer un concierto diferente (aunque similar al de Madrid) a los que a continuación vendrán en la gira por la presentación de su último trabajo. Un “Extrapolaciones y dos preguntas” que no deja de ser un homenaje a canciones por las que Fangoria tiene un cierto cariño.
Antes de que Alaska, Nacho Canut y el resto de músico y bailarines salieran al escenario se pudo disfrutar de los teloneros. Todo empezó con King Jedet y Ms Nina, a los que mucha gente ha conocido gracias a su colaboración con Alaska en “¿Quién te has creído que soy?”.
Y después, para acabar de calentar al personal presente, fue el turno de Nancy Rubias. El grupo liderado por un Mario Vaquerizo bastante en forma, fue desgranando sus temas más conocidos para llegar al clímax con ese “Me encanta” que plagia sin ningún tipo de respeto -y demos gracias por ello- del tema “I love It” de Icona Pop.
Dicho eso y tras unas colas para pedir cerveza brutales (señores del Sant Jordi Club no es culpa de sus trabajadores, es que hay pocas barras…) llegó el gran momento. Ese en el que Fangoria sale al escenario y se arranca con “La banda sonora de una parte de mi vida”. Durante las dos horas siguientes y apoyados con unos visuales brutales que se proyectan en la mega pantalla que cubre sus espalda, asistimos a como comentaba antes una “noche de fiesta”. Fiesta que alcanza su clímax con un pelotazo como “Fiesta en el infierno”. Hay que decir que fue ese tema y “Geometría polisentimental”, los dos de “Canciones para robots románticos” los que hicieron saltar más al personal.
Y como fin de fiesta sonaron esos clásicos -tan lejanos pero tan necesarios a la vez-, como “¿A quién le importa?”. Volvió a subir Mario Vaquerizo al escenario con un vestuario a juego con Alaska, y todo el Sant Jordi Club pudo contestar cantando a estas dos preguntas tan sencillas: ¿Cómo se llama? ¿Cómo la llaman? Todos conocemos las respuestas, se lo ha ganado de sobras con una carrera que no pierde fuelle. Y que en este 27 de abril ya guardado en la memoria musical, consiguió hacer sentir afortunado/a a cualquier persona que disfrutará de esas dos horas de locura. Dos horas de, como comentaba al principio -y ahora lo pondré en mayúsculas-, ¡NOCHE DE FIESTA!