Una crónica de Enrique Menéndez para Culturaencadena.com
Fotos: Rubén Vilches Burgos
Uno de los platos fuertes de las fiestas de Santa Tecla en Tarragona era el concierto de Love of Lesbian en el Auditori del Camp de Mart. El grupo encabezado por Santi Balmes aterrizaba en ese bonito recinto para presentar su último trabajo “El Poeta Halley” ante un público entregado y que llevaba tiempo esperando el regreso del grupo a la ciudad. Hacía más de 5 años de la última visita y en ese momento su status musical no era tan elevado como es ahora. Hace más de 5 años jugaban la Liga, ahora lo suyo es la Champions.
Dicho eso y con una puntualidad que se agradece empieza el juego de luces y las acertadas proyecciones que nos acompañan durante todo el concierto. Es “Cuando no me ves” el pistoletazo de salida a casi dos horas de música y de comunión con el público. Que el segundo tema sea “Bajo el Volcán” puede hacer sospechar al fan entregado que “El Poeta Halley” va a ser la base del concierto pero el grupo de Santi tiene muchas balas y demasiados hits anteriores como para centrarse en un solo trabajo
El público se reencuentra con los viejos “Love of Lesbian” cuando suenan los primeros acordes de “Allí donde solíamos gritar” y disfruta viendo como mantienen su energía los temas de antes. Esos temas como “Noches Reversibles”, “Segundo Asalto” y “Belice”. Mención especial merece “Oniria e insomnia”. Sorprende como el ritmo suave del tema se va haciendo añicos.aunque de manera controlada, con un último minuto y medio que es pura delícia.
Tras un control siempre suele llegar algo de descontrol. Y tras el desaprovechado en directo “Psioconautas” llega el trío que forman “Algunos plantas” “I.M.T” y “Club de fans de John Boy”. Se podría decir que el momento más loco del concierto se produce en “I.M.T”. Aquí es donde Santi Balmes más se gusta. Baja del escenario, acaba cantando entre el público, conocedor de la devoción del mismo hacía su persona. Son muchos conciertos y muchas tablas como para no saber que es un movimiento seguro.
El concierto entra en su recta final y lo hace jugando sobre seguro. “Toros en la WII” mantiene al público en el mismo estado de éxtasis logrado anteriormente y posteriormente el cierre lo da ese “Planeador” con el que se da por terminado un grandísimo concierto. Se agradece que el tema que suena de fondo cuando se despiden es “Purple Rain” de Prince. Más de una persona del público se ha quedado hasta el final de la misma cantándola de forma casi religiosa.
Uno recuerda ese momento en el que Santi cuenta como un crítico les soltó tras escuchar el largo “1.999” que no iban a ganar ni un fan. Y la conclusión del grupo es sencilla, si quieres criticar tomate la molesta de ver a ese grupo en concierto, entonces quizás cambie tu opinión. Ese crítico seguramente los habría dejado en Segunda División y míralos ahora, llegando siempre a los últimos partidos de La Champions.
Uno también recuerda haber leído sobre la cita en Tarragona, como Love of Lesbian iba a hacer un concierto diferente al que se puede ver en un festival. Y se agradece, porque a pesar de que puedan parecer sólo tablas lo cierto es que hay que ser un fenómeno para fingir que te lo estás pasando genial. Y son buenos pero tanto… Así que uno se cree que para ellos ha sido un disfrute como lo ha sido para casi todos los asistentes en esta noche de 17 de septiembre de 2016.
La noche en que “Love of Lesbian” demostró porque son lo importantes que son. La noche en que sus fans salieron más que satisfechos tras esas casi dos horas. Y la noche en que servidor sumo motivos para seguir defendiendo este grupo frente a todos los que los critican por su imagen, poesías en sus letras y demás cosas que muchas veces no tienen por dóde agarrarse.
Ha sido un buen concierto, quédense con eso y si tienen dudas, antes de tirar la primera piedra, escuchen…