UNA CRÓNICA DE ENRIQUE MENÉNDEZ PARA CULTURAENCADENA.COM
Llegó la segunda quincena de Diciembre. Y con ella han vuelto las cenas de empresa, las compras navideñas, las comilonas, lo de las uvas y todo eso… Y también vuelve Mishima y sus conciertos de Navidad. Este viernes 23 actuarán en Barcelona, y el pasado 17 de Diciembre lo hicieron en la Sala Zero, donde el público se reencontró con la banda barcelonesa.
Como ese turrón que vuelve a casa por Navidad, se les esperaba con ganas.
Lo de los Mishima con la Sala Zero es una bonita historia de amor. Cualquier amante de la música en vivo que conozca dicha sala, se rinde ante la cercanía que se vive con quien allí toque. Y cualquier músico que conozca dicha sala, nunca la abandona igual que entró. Así que bajo estos parámetros, se vivieron 2 horas de comunión/fiesta.
Qué agradecidos son los fans de Mishima!!! Si bien es cierto que la banda de David Carabén, presentaba los temas de su último trabajo “L’aigua clara”, la gente ya estaba en pleno orgasmo, tras cantar con la banda la icónica “Cert clar i breu”. Una carta de amor, amor recíproco entre fans y músicos.
Ya tras la explosión emocional de ese momento, todo seguiría el orden esperado. A saber: los monólogos de Carabén, las virguerías a la guitarra de Dani Vega, la batería de Alfons Serra... Y un Marc Serra que junto con Xavi Caparrós cierran ese quinteto mágico y y clásico de la escena musical catalana. Son tantos años de carrera que presentar o no “L’aigua clara” no habría afectado la batería de hits que sonaron sábado noche.
Eso sí, imposible no abrazar una vez más temas como “Guspira, estel o carícia” i “L’ olor de la nit”. Cantarlos, bailarlos sin despreciar las nuevas joyas descubiertas este 2022. Temas como “God´s move”, “El gran lladre” y ese “Mia Khalifa” por la que el servidor tiene especial predilección.
Fueron dos horas de música, risas, alegría de la que siempre va bien una dosis. De 5 veteranos que suenan con la misma energía y ganas que los principiantes. Pero con la ventaja de llevar tantos años tocando, que la calidad es mucha. Y uno espera que lleguen las Navidades del 2023 para volver a reencontrarse con unos amigos. Porque al final, los músicos que amas, acaban siendo como amigos, aunque ellos nunca lo sepan.