Una crónica de Enrique Menéndez para CEC Música
Fotos: Andrea Membrado
La noche del 31 de octubre el grupo The Gift se apoderaba de la sala Barts de Barcelona para presentar "Altar". Su último trabajo para el que han contado con Brian Eno y que es seguramente uno de los mejores discos de este 2017. Eso y 23 años de carrera, eran motivos más que suficientes para tomar asiento en la Barts.
Con un escenario que inicialmente simulaba un templo con esas falsas cristaleras detrás, la banda encabezada por Sónia Tavares y Nuno Gonçalves ofrecieron 2 horas de puro disfrute. Nuno tardaba poco en invitar al público a abandonar sus asientos y ocupar los laterales para bailar. Deja claro que esto no es una ópera y así se lo toma el público que ha venido con ganas de fiesta y que acabará la noche más que satisfecho.
The Gift va soltando piezas de ese "Altar" pero sin descuidar en ningún momento otros momentos clave de su carrera. Suenan clásicos como "Driving you slowly" Y es uno de esos repasos a temas anteriores, el que nos ofrece uno de esos momentos que no se olvidan. Y es cuando Sónia Tavares nos emociona de manera inesperada con un "Music" cantado al máximo de sus posibilidades. Y en el tramo final del tema y sólo con el acompañamiento de un teclado, nos ofrece ese pequeño saludo al "Chandelier" de Sia con una reverencia final hacia los afortunados que ocupan la Barts. Esos que estallan a aplaudir y gritar en cada uno de los temas que suenan.
Nuno y Sónia hablan con el público, les narran historias, anécdotas (impagable Sonia y su Furby). Y es Nuno el que deja claro que Brian Eno es un genio cuando nos cuenta como acabo de darle forma a "Love without violins" sólo como un genio podría hacerlo.-
Y las dudas sobre como podría sonar ese tema en directo desaparecen cuando Sonia empieza a cantarlo. A continuación "Ok! Do you want something simple" evita que tengamos un minuto de respiro. Respiro que Sonia sólo disfruta en períodos tan cortos de tiempo que parece de otro mundo. Porque su manera de moverse por el escenario es impresionante y evidencia una forma física envidiable. A sus 40 años da lecciones de entrega y profesionalidad a quien quiera aprenderlas .
Tras el típico amago de finalizar la banda vuelve a subir al escenario. Sonia aprovecha que es la noche de Halloween y aparece con la cara pintada (lo de esta mujer es disfrutar y hacer disfrutar). Nuno nos habla sobre alguien que no consigue crear un tema que sea comercial y es así como se da paso a "The Singles". 12 minutos de arte que en su tramo final nos permiten asistir a un mano a mano en medio del escenario entre Nuno y Sónia. Pura química, pura magia ver a Nuno saltar y bailar como si no hubiera mañana. Y desde la segunda fila vuelvo a girarme hacia atrás para confirmar, como ya he hecho varias veces esta noche, que sólo veo sonrisas en el público. Que con o menos pasión todo el mundo se mueve, durante un concierto que finaliza unos minutos después, cuando los siete magnificos que lo han dado todo en el escenario se fusionan con los asistentes cantando ese "Can't help falling in love" que todos conocemos. Con las luces encendidas, mientras abandono la preciosa sala Barts, sigo con la sonrisa en la boca. Y creo que será imposible que no aparezca cada vez que recuerde esta gran noche.
