Sahara (House of Lords album) (Photo credit: Wikipedia)
Es dificil escoger entre los dos primeros álbumes de House of Lords: ambos son claros exponentes del hard rock melódico o AOR de suprema calidad y estan repletos de buenos temas interpretados además por habilidosos músicos con sumo gusto.
De momento empezemos por el segundo que lleva por título "Sahara"...
En cuanto a la producción, se llevó a cabo a medias entre Andy Johns y el propio teclista Gregg Giuffria, siendo Gene Simmons (bajista de Kiss) productor ejecutivo y el ojo observador, al igual que en su debut.De la formación que grabó el primer álbum sólo el guitarrista Lanny Cordola abandonaba la formación, entrando en su lugar Michael Guy, que sorprendió a propios y a extraños al realizar una magnífica labor en la grabación de este segundo retoño.
Precisamente, el baile de músicos a partir de este cambio volvió a ser algo cotidiano. No duraría Michael mucho tiempo como miembro, en la gira de presentación tuvo que ser reemplazado, esta vez por Doug Aldrich (DIO, WHITESNAKE…); un auténtico lujo. Conocía a Gregg y compañía, incluso algunos de los temas, ya que colabora en algunos cortes y coros de este “Sahara”. Y hablando de colaboraciones, (y perdonadme el inciso ante de hablar de las piezas que componen este trabajo) la lista de invitados que aportan su granito de arena, aún siendo coros en su mayoría, es la equivalente a cualquier gran evento. Si en “House of Lords” ya incluyeron alguna colaboración importante como es el caso de Jeff Scott Soto, en “Sahara” nos encontramos con nombres tan populares como Rick Nielsen (que además de coros y guitarras, dona la composición de un tema), Mike Tramp, Chris Impellitteri, Mandy Myer o el citado Aldrich. El respecto que se tenía a HOUSE OF LORDS desde sus primeros pasos era más que un hecho.
Pero vayamos al contenido de “Sahara”, que es el verdadero incentivo de cualquier oyente. Una corta ambientación de teclado sirve de plataforma para que el tema “Shoot” inicie el disco de forma energética, además de mostrar la plenitud vocal de James Christian; inspiradísimo en todo el redondo. Cortes de ritmos marcados por las teclas de Giuffria, un estribillo donde se subraya con coros el título de la canción y un solo de gran calibre, son las notas predominantes de este corte, que no son pocas. Y si la voz del señor Christian es casi irrompible en el tema apertura, en los primeros compases de “Chains Of Love” se pone a la altura de los grandes del estilo; una canción a medio tiempo pero sin caer en la ñoñeria ni perder crudeza.
La siguiente en aparecer es “Can´t Find My Way Home”, versión de BLIND FAITH (una de las formaciones de Eric Clapton con Steve Winwood a la cabeza) que interpretan en su primera mitad en formato semiacústico, acoplando la parte eléctrica a la unión de la batería. Todo un clásico del rock que hicieron casi suyo, ya que incluso grabaron un videoclip para los medios especializados, y en una remasterización del 2002, la incluían como bonus track revestida en acústico en su totalidad. Con unas tesituras graves, tanto en la afinación de las guitarras como en las líneas vocales, hace acto de presencia “Heart On The Line”, una de las más cañeras, dentro de su estilo, de todo el disco. Pero ahí no queda la cosa, “Laydown Staydown” sigue manteniendo la intensidad, predominando unos ritmos rasgados y vacilones puramente ochenteros, conjuntado con unos solos donde Michael Guy demuestra su destreza, y unos teclados que te recordaran a los mejores VAN HALEN.
Llegamos al tema título del álbum, y como su título (valga la redundancia) indica, las ambientaciones y tonalidades son de índole arábicas, pero sin abusos. “Sahara” sigue manteniendo las características de los medios tiempos típicos de la banda, es decir, no caen en soporíferos pasajes y siempre con la contundencia por bandera. “It Aint Love” comienza con un amago de balada hasta levantarse al medio tiempo, corte con un excelente estribillo donde juegan con la alternancia de los compases lentos durante el transcurso. Y ahora si que nos damos de cara con la balada que en todo disco del género no debe faltar; y que balada…. “Remember My Name” es el equivalente a decir “sentimiento”; cualquier trabajo con un tema de esta categoría gana enteros.
Tan seguros estaban HOUSE OF LORDS del éxito de esta canción, que no dudaron en reflejarla en un segundo videoclip. Comercial no es siempre un término negativo. “American Babylon” nos sitúa en la recta final, una pieza típica del hard rock norteamericano; canción, a mi juicio, de las más flojas del disco, aunque de una calidad indiscutible. ¿Y que mejor que rematar la faena con el tema más rápido? “Kiss Of Fire” es el perfecto ejemplo de ese sonido casi metalizado de los que el grupo hace gala. Sorprendente la introducción con ese leve solo de batería de Ken Mary, que comparte su momento de gloria con el excelente trabajo al bajo de Chuck Wright. Los solos intermedios no se quedan atrás, Giuffria a lo Jon Lord, y Michael Guy sobrado de cualidades. Sí señor: puro fuego.