ESTRENO EN CINES EL PRÓXIMO VIERNES 4 DE NOVIEMBRE
Icono freak, alborotador nato, padre y marido, músico virtuoso, crítico de la sociedad yanqui, lengua procaz, mostacho raro, “friqui siempre; hippy nunca”. Quizás sea cierto que “nadie ha visto al verdadero Zappa”, pero este collage de entrevistas y apariciones televisivas acierta a dibujar un perfil cohesivo del artista. En sus propias palabras.
Icono freak, alborotador nato, padre y marido, músico virtuoso, crítico acérrimo de la sociedad yanqui, lengua procaz, mostacho y perilla rara, “friqui siempre; hippy nunca”. Quizás sea cierto que “nadie ha visto al verdadero Zappa” (porque hay demasiados de ellos, y nunca paran quietos), pero el director Thorsten Schütte acierta a dibujar un perfil cohesivo del artista en este collage de entrevistas y apariciones televisivas.
Es Zappa en sus propias palabras, muriendo y viviendo por la boca. El espectador no sabe si las declaraciones de Zappa enfocarán la imagen o aportarán más confusión. Pues, como aduce el propio Zappa, “ser entrevistado es una de las cosas más anormales a las que puedes someter a otro ser humano; está a dos pasos de la inquisición”. Así que Zappa juega con espejos, desvela y luego cubre, es el gran desconocido. “Soy famoso, pero mucha gente no sabe qué hago”. Otros sí lo saben, pero prefieren insultarle. Zappa continúa siendo un orgulloso cínico (“Ojalá la gente se contagiara de algo de ese cinismo”), alguien que opina que las “palabras guarras” no existen, y “eso forma parte de una conspiración de fanáticos religiosos para mantenernos estúpidos”. Un visionario irreverente e imparable.