Valiéndose de material rodado durante la última gira de Baker y entrevistas con él mismo, sus esposas, hijos, amigos y novias, "Let's Get Lost" plasma lo que se convirtió en el último año de la vida del músico. Poco después de recibir el Premio de la Crítica en el Festival de Venecia (1989), su protagonista se arrojó por la ventana de un hotel en Ámsterdam.
Nominada al Oscar, desde su estreno en 1989, ha acercado a toda una nueva generación de entusiastas del jazz a la figura del músico y es considerado por muchos uno de los documentales más hermosos. 20 años después llega a las salas comerciales españolas.
El documental surge de la enorme fascinación del director por el trompetista. Inicialmente la idea era hacer una serie de fotos del músico, pero tras la relación surgida entre ambos, el director terminó haciendo una película de más de dos horas sobre la figura de Baker, el jazz y dos de sus grandes pasiones: los coches y las mujeres. Weber filmó algunas de las últimas sesiones de grabación que intercala con fragmentos de películas de serie B italianas protagonizadas por el joven Chet.
"Let's Get Lost" es el nombre de una melodía descatalogada de Baker, que describe acertadamente la fuerza de este hombre y su música.