Jorge Martí, cantante del grupo “La Habitación Roja”, no olvidará nunca este 2018. A nivel musical, un disco brutal titulado “Memoria”; y, por otro lado, un documental “In the middle of Norway” que da a conocer una faceta de él que poca gente conocía.
Seguramente una de las entrevistas que más me han llegado al alma. Gracias Jorge por desnudarte como lo has hecho. Esto es admirable... y a esto se llama valentía.
LA ENTREVISTA
CEC: Hace unos días vosotros recibisteis el premio de Arte y Cultura en los premios Onda Cero Valencia. Y ahora estáis nominados a mejor disco del año por la asociación de periodistas. ¿Con los años que lleváis de carrera, el recibir premios o reconocimientos, deja de producir un efecto tan intenso, como cuando por ejemplo empezasteis?
LHR: Todo lo contrario. Cuantos más años llevas, más bonito es y los premios sientan mejor. En la música es muy difícil llegar a donde hemos llegado nosotros. Pero más difícil es mantenerse. Hay muchos grupos que tienen su momento y de repente desaparecen. Y a veces no es por culpa de ellos, sino que es porque las cosas vienen dadas así. Nosotros empezamos en el año 95, ganando un concurso en la Comunidad Valenciana, y hemos ido ganando premios periódicamente. Y los que mejor me han sabido son estas nominaciones o estos premios que estamos recibiendo ahora. Creo que tienen incluso más mérito.
CEC: Hace 2 años comentabas que la banda estaba en su mejor momento, era cuando habíais sacado “Sagrado Corazón” Tras escuchar “Memoria” creo que os habéis superado. Y que es el trabajo en el que más te has desnudado a nivel emocional. ¿esto confirma teoría de que cantar/escribir de lo que se conoce, hace que todo sea más fluido y efectivo?
LHR: Es la forma como yo entiendo la música, el escribir y el componer. Es mi forma de enfrentarme a la vida, creo que la vida y canciones están entrelazadas. La música es como una extensión de mi vida, como un arma para transformar frustraciones y todo lo que asfixia, en algo bello y bonito, que puede ayudarte a sobrepasarlo. Después de la gira de “Sagrado Corazón” han pasado un montón de cosas. Tuve un trombo embolismo pulmonar y podría haberla palmado. También hemos cambiado un componente en el grupo., hubo cosas muy intensas durante la grabación del disco e hicimos una gira por México. Y salimos reforzados de todo esto. Y sobre el disco, cuando nos pusimos a trabajar con Paco Loco, una de las cosas que más destacaba de nosotros, es que le flipaba que un grupo que estaba grabando su décimo primer disco tuviera esa ilusión y esas ganas. Yo supongo que cuando has pasado ciertas cosas en la vida, se es consciente de que te queda menos. Una de las cosas que vivimos cuando yo tuve el problema de salud, fue la sensación de vulnerabilidad, el ver que todo puede desaparecer por un detalle, en un momento, en un segundo. Y que todo lo que te ha costado medio vida, de repente desaparece. Antes cuando éramos más jóvenes perdíamos el tiempo en cosas superfluas y guerras estériles. Ahora es igual de intenso pero lo saboreamos más.
CEC: En “Universal” sacasteis un tema himno/mastodóntico como “No Deberías”, muy épico. No he vuelto a ver en los dos discos posteriores otro tema de corte similar. ¿Lo de crear himnos/temas mastodónticos es algo que no os motiva mucho?
LHR: Bueno, la verdad es que en las canciones que barajábamos para el disco, había canciones de este corte. Ahora estoy pensando en “Días como hoy “ y “Quién eres tú “. Lo que pasa que luego las recortamos. Es verdad, que a lo mejor en estos últimos discos no ha habido eso, también ha sido por hacer caso a los productores. Pero tenemos en el tintero y en la cabeza, algunas que tienen esos desarrollos y finales más épicos y largos. Es algo que volveremos a tener, porque es una parte del grupo que siempre nos ha gustado.
CEC: Me suelo fijar mucho en las portadas de los discos. Dándole vueltas a la de “Memoria”, en esa piscina veo un poco de metáfora, sobre el paso del tiempo. Ante estaba llena de gente y ahora esta con el moho y vacía. ¿Es una especie de metáfora sobre cómo se va perdiendo la energía y vitalidad con el paso del tiempo?
LHR: La foto de la portada es de Pau, que es fotógrafo y hace fotos muy chulas. Cuando teníamos el título del disco, nuestro diseñador, Jordi Santos, sugirió esta foto de portada por eso que tú dices. El disco habla de la memoria y hay alguna canción que habla del alzheimer. Recuerdo que teníamos una cita de un escritor que decía “no hay nada más vacío, que una piscina vacía”. En el momento que uno ve una piscina en invierno, piensa en el verano, en el tiempo que se escapó y se fue. Es un sitio en el que han pasado muchas cosas, ha habido mucha energía y juventud. No sé, creo que es muy evocador. Al final uno intenta que las imágenes y la música estén relacionadas.
CEC: Hablemos del tema que abre el disco “Los nuevos románticos”. Parece un canto recordando épocas menos tecnológicas y donde los sentimientos y emociones no se mostraban con un “like” o un emoticono. ¿Hemos perdido la capacidad de expresar las cosas sólo con las palabras?.
LHR: Creo que estamos en un momento en el cual la tecnología ha avanzado tan rápido que no nos hemos adaptado a esos cambios. Y no somos conscientes de cómo nos está afectando. Ha influido tanto que ha cambiado la manera como nos relacionamos. La canción, en realidad habla de una historia que me conto mi hermano cuando era adolescente. Que teníamos un amigo que iba vestido como los new romantics y unos tíos de extrema derecha le pegaron una paliza, lo pasearon por una zona de Valencia, con un cartel que decía “soy gilipollas, soy tonto, soy una nenaza”, humillándolo. Luego, leyendo la biografía de Morrissey, él habla de que en esa Inglaterra estricta, gris post victoriana estaba prohibido ser romántico. Es una canción que habla de necesidad de gente valiente, capaz de mostrarse en la diferencia como es, como siente. Estamos en un momento delicado en la historia. Ahora te pueden meter en la cárcel por decir algo y también pueden arruinarte la carrera.
CEC: “Memoria” como antes te comentaba es el trabajo en el que más te desnudas. La gente escucha “Quien eres tú”, piensa en el documental “In the middle of Norway” y ata cabos. En el momento en que os juntasteis para crear “Memoria” ¿había dudas de que la gente al final se acabará quedando más con la letra que con todo el proceso de la música?
LHR: No pensamos en ningún momento en ese tipo de cosas. Como te he dicho las canciones siempre tienen una gran parte de cosas que hemos vivido, que nos están pasando, que les pasan a gente cercana. Cuando se hace lo del documental, una de las cosas que me dice la directora, es que cuando la gente vea el documental, va a seguir las canciones y va pensar en un montón de cosas en las que no había pensado o reparado. El documental era inicialmente una especie de retrato/entrevista. Pero ven que la historia da para mucho más y acaba teniendo una cierta repercusión. Creo que el documental tiene sentido por varias razones. Porque da las claves de porque La “Habitación Roja” es como es y porque visibiliza algunas enfermedades que la gente no tiene muy en cuenta. Y luego también vivimos en una sociedad que practica un culto a la juventud, al éxito, a la fama. Ahora se esconde lo doloroso, como que no estamos acostumbrados a lidiar con un montón de cosas que son parte de la vida. También para mí era importante, desmitificar un poco el tema de la fama. Eso de enseñar la foto, con el público lleno, vendiendo pose y postureo. Se da una imagen todo el rato de éxito y al final en la vida hay más cosas. Luego está el hecho de ese contraste de las dos vidas que yo he llevado de alguna forma, no en secreto, pero que nunca lo había contado. Cuando me preguntan porque lo cuento ahora, la verdad es que es porque es la primera vez que alguien me pregunta por ello
CEC: Yo el documental no lo he visto, pero por lo que he podido leer en comentarios y críticas dejas claro que la vida no es de color de rosas. No es un plato de fácil digestión, no es un documental agradable.
LHR: Bueno, no es pornografía sentimental. Es un documental que deja un poso de melancolía pero positiva. Y en este sentido tiene mucho que ver con las canciones de “La Habitación Roja” y el tipo de situaciones que deja el grupo cuando lo escuchas. Somos un grupo que hace canciones con poso triste, pero cuando vas a un concierto nuestro la gente está contenta. Al final el documental tiene un poco de eso. Lo que más llama la atención a la gente es mi contraste. Mucha gente no sabe que yo vivo aquí, en Noruega, mucha gente no se imagina que yo tengo un grupo y que toco en festivales, hablo en la radio, en la tv. Y bueno tampoco he contado nunca a la gente que aquí he trabajado en épocas de enfermero. He conseguido salir adelante a base de mucha obstinación, fuerza y también gracias a que mi mujer a pesar de sus problemas de salud siempre me ha apoyado. Y mis suegros, he intentado que no quedara nadie tirado por el camino y salir adelante. Y al final el que se queda tirado soy yo. No sé si esto es un mensaje, una especie de atención, en plan “oye tío tranquilo, tómatelo con calma”. Al final cuando celebras un aniversario, te dan un premio, o llegas al final de una etapa, te das cuenta de todas las cosas que has hecho, pero cuando estás haciéndolas no lo ves. La directora del documental tenía un grupo, vivía en Barcelona y se tuvo que ir a Estocolmo. Estuvo cuidando de su padre que se murió de cáncer. Es como de alguna forma contando mi historia estuviera contando la suya.
CEC: De acuerdo. Lo que entiendo es que si a ti no viene nadie y dice “oye queremos contar tu historia”, esto te lo quedas para ti…
LHR: Mi vida es ciertamente singular por el hecho de donde vivo, a lo que me dedico, voy de un sitio para otro. Creo que he vivido cosas bizarras y muy intensas también. Los inviernos aquí son muy diferentes, Noruega es un país en el cual se subliman las emociones, sobretodo el lado oscuro de uno mismo. Si que he pensado alguna vez “un día tengo que escribir un libro de esto”. Pero la típica cosa que piensas y que probablemente crees que nunca vaya a pasar. No había pensado hacer un documental. De hecho lo han hecho dos personas, que lo han financiado ellos y no han tenido ninguna subvención. Simplemente me he prestado a dar mi voz y a contar un poco mi vida. La gente que lo ha visto, le ha gustado. Y no sé si es una pérdida de glamour pero hay gente que me ha dicho “me molaba el grupo, pero ahora me mola más. También piensas que mis hijas ahora son pequeñas, no han visto el documental y no saben el tipo de vida que he pasado. Y bueno, cuando sean más mayores verán este documental y reflexionaran sobre que hemos hecho un montón de cosas para que estén bien. Espero que sea algo bonito para ver.
CEC: Entiendo que este documental no se lo quieres guardar para cuando sean más mayores.
LHR: Cuando uno hace una cosa así se está desnudando pero para siempre. Eso da un cierto vértigo y miedo. Pero cuando has trabajado con alguien en quien confías y tiene talento. Obviamente cuando ví el resultado vi que estaba hecho con buen gusto, respeto y queda bonito. Yo por mis circunstancias me he perdido muchas cosas de la vida de mis hijas y también de la música. El hecho de estar aquí siempre me ha alejado de lo que es el día a día de la banda. Viendo el documental mucha gente, mis compañeros mismos, podrán entender un poco lo que yo les he contado en palabras, pero en imágenes se tiene más en cuenta. Y mis hijas no sé a lo mejor “el papa ha nos ha intentado llevar a todos lados”. No sé, tampoco es un documental en el que uno tenga mucho poder de decisión. Porque es el documental que ha hecho alguien y es la visión que tiene sobre ti.
CEC: Antes hablábamos de la enfermedad. Tuviste que suspender conciertos programados, suspender conciertos para un músico eso es casi la vida. ¿Lo viste un poco como una ocasión para tomarte un descanso aunque fuera de manera forzada?
LHR: La verdad es que no me encontraba bien desde hacía tiempo. Sacamos el disco en marzo e intente que se sacara después del verano. Pero había compromisos cerrados y conciertos programados así que seguimos adelante. La verdad es que fue un palo. No una oportunidad de descansar porque la enfermedad produce estrés. Porque cuando uno está enfermo de repente hay un montón de cosas que se vienen abajo alrededor. Tuve la conciencia de que no somos nada, de que somos vulnerables y en cualquier momento todo se puede ir al garete. Y eso hace que ahora por ejemplo un concierto lo saboreas más. No sé cuánto tiempo durará esta sensación pero yo muchas veces me pellizco y pienso “joder que guay, hemos hecho esto, hemos hecho lo otro” porque uno nunca sabe que le puede pasar.
CEC: Con el paso de los años crees que podrás llegar a la conclusión que este 2018 es un punto de inflexión en tu vida.
LHR: Yo creo que es un año para la reflexión y que me han pasado un montón de cosas. Seguro que en 2017 cuando me comía las uvas no sabía lo que me deparaba el 2018. Ha sido un año muy intenso, creo que han pasado cosas buenas, malas, pero todas con un calado muy grande. No tengo ninguna duda de que van a haber cambios en los próximos movimientos. Creo que va a afectarnos en la forma que vamos a afrontar los próximos retos. Afortunadamente el grupo ha reaccionado de una forma valiente y positiva. Y yo veo un ambiente de camaradería, solidad y amistad que hacía tiempo que no veía.