Una entrevista de Enrique Menéndez para Culturaencadena.com y CEC Música
Fotos: Carolina Sánchez / Pequeño Salto Mortal
El pasado viernes 22 de mayo de 2020, Vetusta Morla presentaba “MSDL – Canciones dentro de Canciones”. Un proyecto arriesgado que juega con los temas de “Mismo Sitio/Distinto Lugar” llevándolos a otra dimensión.
Del proyecto, del pasado, de cómo se presenta el futuro en estos tiempos tan extraños, charlamos con uno de sus miembros: Jorge González.
CEC: Estamos acostumbrados como oyentes a que un artista utilice trabajos anteriores para sacar remixes, acústicos, conciertos y grandes éxitos. Sin embargo, vosotros pilláis vuestro último trabajo “Mismo Sitio/Distinto Lugar”. Y manteniendo, incluso el orden las canciones, lo fundís y volvéis a crearlo todo de modo diferente. ¿A qué obedece esta apuesta?
VM: Es una apuesta que obedece como a dos líneas. Una obedece a un pensamiento que siempre hemos tenido nosotros. Que se incluía de cierta manera, en todo el concepto que veníamos desarrollando en los últimos tiempos de “Mismo Sitio/Distinto Lugar”. Pero trasladándolo al concepto que veníamos trabajando también en la gira que iba acompañando, que era la de “Canciones dentro de Canciones”. Cuando nos llamaban para hacer conciertos acústicos, nunca íbamos a hacer los acústicos típicos de guitarra acústica, una batería y todo tocado igual. Siempre nos ha gustado como dar una vuelta de tuerca a las canciones, forma parte de la seña de identidad de la banda. En el verano del 2018, después del concierto que hicimos en Madrid para 40.000 personas, nos ofrecieron en Madrid, en el festival Verano de la Villa, hacer un concierto sorpresa, diferente, para muy pocas personas. Eso nos llevó de nuevo a redactar estas canciones. Y vimos que son canciones con muchas lecturas, que se pueden hacer de varias maneras. Nos encerramos durante un par de semanas para preparar ese concierto. Lo hicimos y lo disfrutamos un montón, sobre todo la parte artística. Al final era como estar tocando los seis, como siempre de una forma más orgánica sin más jaleo. Pasados los meses vimos que teníamos un hueco y pensamos “este trabajo que hemos hecho, con todas las canciones del disco, molaría dejarlo registrado, por si alguna vez pasa algo”. Nos metimos en estudio 1 y lo grabamos casi en directo. Fue acercarnos a las canciones desde otro punto de vista y manera. Echarnos unas risas en el estudio y disfrutar de las canciones. Quedo grabado y acabando la gira, vimos que podía ser un epilogo de todo lo que había pasado esos últimos tres años. Que ha sido una etapa súper bonita y nos apetecía hacer algún concierto más especial. Pero por desgracia se tuvo que cancelar, y entonces quisimos sacarlo.
CEC: De este nuevo trabajo me quedo con dos ideas. Primero que habéis aprovechado para experimentar/jugar. Y luego que el público no está acostumbrado a que le cambien el menú. Es como la tortilla del bar, con la que estás familiarizado. ¿Os preocupa la reacción de los fans?
VM: No, de hecho la sensación fue muy buena cuando lo tocamos en directo. Y ya te digo, es más una cuestión de necesidad creativa que otra cosa. Todos los discos tienen una necesidad creativa, de seguir explorando y contando cosas. Pero este es como una creatividad dentro de lo que ya había sucedido. No está planteado, sobre si al fan le va a gustar o molestar. Es algo que tiene sentido para nosotros y además el resultado es bueno. En el concierto en Madrid, en que las 300 personas que pudieron entrare iban sin saber que banda iban a ver, la respuesta fue brutal. A nada que busques por Internet, vas a poder ver videos de discos pasados, haciendo versiones de canciones de otra manera. Es algo que hemos hecho siempre, la versión que hay ahora mismo de “Sálvese quien pueda”, en directo, no tiene nada que ver con la que se grabó en 2007, 2008.
CEC: En todos los trabajos uno tiene sus temas favoritos. Yo personalmente enganchado a las versiones de “Deséame suerte” y “Punto sin retorno”. Sin dudar de que en todos los temas hayáis puesto cariño, profesionalidad y esfuerzo. ¿Hay alguno, que al terminar hayáis pensado que os habéis dejado más la vida y el alma?
VM: No, en este trabajo, ya te digo, fue ponernos a tocar y echar unas risas. Nos ha sorprendido cosas a las que hemos llegado. En plan “¿cómo se nos ocurre esto en el disco?”. Por ejemplo “Punto sin retorno” coge una dinámica y dimensión súper grande. Se ha contrastado mucho más la dinámica y la canción ha pasado de un 4x4 a un 3x4. De hecho, en los últimos conciertos que hicimos en Madrid, esta canción se tocó con banda eléctrica pero con este sentido musical que le hemos dado ahora. Hicimos una tercera versión, que venía de la versión original, un poco locura ¿no? Yo creo que te sorprendes un poco más al final. Luego, otra canción que toca tanto la sensibilidad como “23 de Junio” de repente hicimos lo contrario, hemos pasado de un 3x4 a un 4x4. Han aparecido instrumentos más diferentes, que al principio no pegarían en la canción. Y de repente se ha convertido en una cosa más dinámica y alegre, manteniendo la emocionalidad. Habrá gente que le gustará más y gente que le gustará menos. Lo interesante, es la sorpresa que te llevas en plan “anda, lo que me he encontrado”.
CEC: Háblame del formato físico de “Mismo Sitio/Distinto Lugar Canciones dentro de Canciones”. Es un formato indivisible, cd y vinilo van juntos. Aunque se os encuentre igualmente desde hace años en plataformas digitales ¿hay algo de romanticismo/nostalgia en no dejar de lado el vinilo?
VM: Bueno obedece a una parte de nostalgia, porque nosotros venimos de dónde venimos, tenemos la edad que tenemos y entendemos la música como la entendemos. Y obedece también, a la cuestión de mercado, porque hay mucha gente que como nosotros sigue consumiendo música en vinilo. Luego está en streaming, en las plataformas, para la gente que lo conciba ahí. Despegar un disco de un arte conceptualizado, nos cuesta. Aunque vemos que poco a poco cambia, ahora tienes muchas herramientas digitales, donde también puedes dar cabida a eso. Este disco viene conceptualizado como un proyecto audiovisual, en el sentido que se nos veía tocando las canciones en directo. Se ha hecho un video de cada canción que va a estar ahí, todo tiene su armazón. Hemos contado con las ilustraciones de Gorka Olmo, dimos con su trabajo, un trabajo que genera cosas dentro de cosas. Muy en la línea de “Mismo Sitio/Distinto Lugar”, empezó a trabajar y se ha llegado a un trabajo espectacular.
CEC: Luego hablaremos de los más reciente, de “Los abrazos prohibidos”. Ahora pienso en “MSDL, Canciones dentro de canciones”. Y ahora vamos al 2008 que es cuando el gran público os conoce con “Un día en el mundo”. Y si haces un resumen, ves que en 12 años hay trabajos de estudio, un concierto benéfico, la banda sonora, un directo y un triplete en el Wizink. Mirando atrás ¿hay un cierto vértigo? ¿donde os planteáis en qué momento empezasteis a ser tan grandes? ¿Os lo habéis preguntado alguna vez, en que momento cambió todo?
VM: Para mí, el momento que cambió todo fue cuando decidí cambiar mi vida. Tenía mis oposiciones aprobadas, tuve que decidir si tiraba con las oposiciones o seguía con la banda, sin que la banda lo petara con ningún disco. El resto ha sido una consecuencia de trabajo, un poco de suerte de estar donde había que estar. También de intentar cuidar a la gente con la que trabajas, no solo hablo de los empleados, hablo de periodistas, de distribuidores de nuestra música, de todo el mundo… Entender, que esta vida es la que queríamos y cuidarla desde ese punto de vista. Luego están ahí las canciones que mandan y los directos. Hemos tenido la suerte de estar tocando juntos muchos años, contra más experiencia tienes ,tienes más solvencia. Cada vez suena más grande y mejor . Vas creciendo y puedes tomar decisiones. Nosotros decidimos siempre invertir en la parte artística. Generar espectáculos, ,donde podíamos más o menos llegar. La gente lo ha recibido bien y todo ha ido creciendo poco a poco. La visión de todo esto es como bastante natural. El vértigo esta en tomar la decisión con 28-29 años, de decir “¿qué hago con mi vida?”.
CEC: Siempre habéis sido un grupo que cuidáis mucho vuestras letras. En vuestro proceso de creación ¿Qué predomina? ¿La música deja paso a la letra, o es la letra la que acompaña a la música?
VM: De todo nuestro trabajo de composición, lo más individual es la letra, que se hace más en casa. Hay canciones que vienen de casa muy hechas, pero en general las canciones pasan por un proceso de transformación en el local muy grande. Las letras tienen como filtro a Pucho, que es el que las canta, pero no las escribe. Hay una parte en la que haces la canción y la letra. Ve la melodía y la letra. Ve los fallos y que puede no ir muy bien. Se le va dando vueltas y va creciendo. Luego los arreglos, van sumando a lo que te va contando la canción.
CEC: Ayer estaba escuchando el directo “15151”. Me quedo con el momento, en que Pucho en “Lo que te hace grande” le canta al público, que lo que le hace grande es tener a la gente delante otra vez. Ahora mismo, hay una sensación de que esto no va a volver a ser lo mismo, al menos de momento. Y de momento se deja al público sin esta cultura en vivo tan necesaria. ¿Crees que en el futuro, volveremos a ese pasado musical? ¿Que la cosa volverá a ser como antes o por mucho que vuelva ya no será lo mismo?
VM: Yo creo que el ser humano por naturaleza es optimista y todos pensamos que si. Pero cuando, como y de qué manera, no lo sé. Estamos en un proceso, en que todo el mundo está muy perdido. Viviendo una época de nuevas y todo el mundo está improvisando. Y como es algo novedoso, no se puede hacer de otra manera. Puedes contemplar escenarios, pero nadie sabe realmente como se va a desarrollar, no sólo nuestra industria, sino cualquier tipo de industria. Está claro que nosotros somos los máximos perjudicados, como cualquiera que sea de espectáculos, porque somos los primeros en parar y los últimos en empezar, porque somos los que congregamos más gente. Jugar a futurólogos no me gusta, porque es generar opinión y expectativas en los medios, con las que no tengo la certeza. Generar más incertidumbre con otra opinión, no creo que sea lo más provechoso para nadie. Prefiero estar optimista, que sea el mismo pasado o a lo mejor lo que viene, es un futuro mejor. Esto hace que ciertas cuestiones, que antes estaban más descuidadas, ahora se cuiden. Y aunque la vivencia sea la misma, que ciertos sectores estén más valorados.
CEC: Sobre lo de estar más valorados, vosotros sois primeras espadas, en lo que es la industria musical en este país. Y la crisis os ha golpeado, como a otra mucha gente que se dedica a cultura o deportes. Pero da la sensación que muchos grupos no se levantaran. Siguiendo con el tema de la cultura ¿Cómo se ayuda a todos esos grupos que no tenían un colchón? Qué se han quedado sin giras o festivales que se acercaban de aquí unos meses.
VM: Pues te vuelvo a decir un poco lo mismo. Si el Ministerio de Cultura todavía no ha dado con la respuesta, yo con una opinión no creo que vaya a dar la solución. Personalment, aparte de Vetusta Morla tengo una productora, que se dedica a bandas emergentes. Y según se decreta el estado de alarma, los pocos ingresos que entraban, tanto a la productora, como a los artistas que estábamos sacando, se cancelan. Ser músico es un trabajo muy estacional, tenemos compañeros como Fuel Fandango, que estaba empezando la gira y se le ha parado todo. Si a nosotros nos pasa a punto de arrancar, por mucha consideración que tengamos, estamos en lo mismo, porque tenemos que hacer una hucha para estar parados un tiempo y grabar un disco. No es tanto el ser una banda con más o menos proyección, se trata del punto en el que te toca. Evidentemente las bandas más pequeñas están más desprotegidas. ¿Cómo ayudarlas? no creo que inventar nada, más allá de lo que todos somos muy conscientes. Lo único que puedes hacer es confiar en los fans y que estén allí. Pero si no hay conciertos, ni hay gastos de entradas, esta industria no se mueve. Esta industria no se mueve a golpe de streaming, se mueve a golpe de venta de ticket.
CEC: Hablemos de “Los Abrazos Prohibidos”. ¿Cómo nace este proyecto?
VM: Este proyecto lo ha dirigido Guille Galván de Vetusta Morla, que está muy metido dentro del colectivo de poetas. A raíz de cuando empezó el confinamiento, varios poetas querían plasmar una realidad. Cuando estuvo escrito, le llegó a Guille y les comentó que era una letra muy musical, de hecho había bastantes músicos en el colectivo. Y que era muy fácil hacerles una canción. Se puso con ello, dio con una melodía y nos comentó “oye está pasando esto, ¿qué os parece, queréis participar y lo hacemos entre todos?”. Nos encantó la idea y poco a poco se fue liando. La idea al principio era hacerla Vetusta, luego como había varios músicos, que cantasen y luego se abrió a que pudiesen colaborar varias personas. En cuanto les llamamos, todo el mundo se puso de acuerdo.
CEC: Sé que me has comentado antes, que prefieres tirar al optimismo y que nadie tiene la solución de nada. Yo escuchando la letra habláis de balcones, pienso que ahora mismo ya casi no hay balcones. ¿Tienes un poco la sensación de que el aplauso más largo del mundo como cantáis vosotros, se nos olvidará? ¿Qué somos una sociedad con facilidad para olvidar?
VM: Si. Para no salirnos del tema, ha habido muchas pandemias a lo largo de la historia. Y esta ha tenido un desarrollo muy parecido a lo que ha sucedido en otras y a como se ha reaccionado ante lo que venía. Parece que cuando pasa el tiempo se olvida lo que sucedió y más en el sistema que estamos viviendo. En el que es muy importante vivir el momento, pero el ahora ya no puede ser lo único fundamental. Porque venimos de dónde venimos y vamos a un sitio que hay que cuidar. Creo que esa pérdida de conciencia, no es un problema de responsabilidad, es la velocidad a la que nos movemos, la que nos hace estar así. Quizás esto haga que al menos de vez en cuando, hagamos una pausa. Pero ya sabemos lo que hay y como está montado todo. Como te dije antes, generar muchas más opiniones al respeto de esto, tampoco me parece, con todo el cariño, muy productivo. Porque me imagino que cada uno confinado en su casa, habrá pensado en mil cosas diferentes. Bajo mi criterio, falta un poco de unidad en este sentimiento, ya no digo en las decisiones.