Una entrevista de Enrique Menéndez para Culturaencadena.com
Fotos: Laura Sisteró.
Ha vuelto el grupo musical La M.O.D.A, y lo ha hecho con un nuevo trabajo titulado “Ninguna Ola”. Y es un buen motivo para charlar con David, uno de sus miembros.
Sinceridad es la palabra que mejor definiría lo que este grupo transmite.
Hablamos de sinceridad, del futuro y de una carrera que cuenta con el respaldo de unos fans fieles que disfrutan de su música y actitud...
CEC: El título. ¿Por qué “Ninguna Ola”? ¿Por qué nada ha cambiado? ¿O por qué ahora es algo más un trabajo de calma, tranquilidad? Donde ya no hay tantas ganas de revolución como podía haber en otras letras vuestras.
David: No, por ninguna de esas. Hemos puesto “Ninguna Ola” porque simboliza muy bien la inspiración principal del disco, que es el cambio constante o permanente. Que es lo único que no cambia nunca en la vida de una persona. Ninguna ola es igual que otra, entonces nos pareció un símil bonito. También hay que contextualizarlo, porque nosotros grabamos el disco en Portugal en los estudios Atlántico Blue, en un pueblito a las afueras de Lisboa con el Atlántico en frente. Allí encontramos una barca que ponía “Regreso À Vida” y hemos titulado un tema del disco así. Un poco el concepto de que no hay ningún momento igual a otro y que todo lo que importa está en el presente.
CEC: Como avance de “Ninguna Ola”, habéis sacado dos temas además de “Colectivo Nostalgia”, que salió como sencillo anteriormente. Se trata de “La Vuelta” y “Conduciendo llorando”. ¿Qué es lo que os impulsó a elegir estas dos en concreto?
MODA: “La Vuelta” la elegimos porque era la última que habíamos grabado. La única que no pudimos grabar en Portugal, porque cerró el estudio por el confinamiento y tuvimos que volver a España. Es un poco más ligera que el resto del disco. Más espacio para cada instrumento y menos tocar todos a la vez. Y “Conduciendo y llorando” por volver un poco loca a la gente. Rompiendo un poco con eso de lo que la gente se espera del grupo. Y molestar un poco a los críticos, que se ponen muy nerviosos cuando hay cambios. Queríamos ver la reacción de la gente. Creo que a veces elegimos los singles un poco de forma anti comercial. Parece que nos quisiéramos boicotear un poco a nosotros mismos. Pero eso nos parece también una declaración de intenciones. “No, no que no vamos a sacar los singles que sean más fáciles de escuchar”. “Que no hacemos canciones para que sean singles. Esto es lo que hay”.
CEC: Entonces entiendo que el inicio de “Conduciendo y llorando” es hecho en plan provocación...
MODA: No, no. Sólo que luego cuando acabamos las canciones y vemos como ha quedado decimos “buah, con esto la peña va a flipar. No le va a molar nada a nadie”.
CEC: Es que es muy inesperado. Ya los primeros acordes descoloca mucho, aunque luego va recuperando vuestra esencia. Pero el principio es como “¿Perdona? Esto…”
MODA: Si, si, al final uno usa las herramientas artísticas o las que dispone, para provocar y producir cosas en el oyente y todo es parte del mismo juego artístico.
CEC: Comentábais cuando salió la nota de prensa de este trabajo que esto empezó a fraguarse más o menos hace dos años, cuando empezasteis a componer. Si no me descuadran las fechas, en medio de todo este proceso es cuando empezó la pandemia. A nivel creativo, aunque me has comentado que sucedió casi en el último tema, ¿supuso algún cambio consciente o inconsciente en relación a lo que estabais componiendo?
MODA: No. El disco estaba compuesto y escrito de para el invierno de 2019. Han sido dos años de mucho trabajo, primero sin Raúl. Y a partir de verano de 2019 con Raúl en la producción. Teníamos muy claro lo que queríamos hacer, que sin su ayuda no íbamos a poder trasladar esas ideas en sonidos. La pandemia no ha tenido nada que ver. Lo único en lo que ha afectado la pandemia, es en la planificación, la fecha de salida y en arruinarnos la gira que teníamos pensada. Pero no así en contenido creativo. Muchos compañeros nos han dicho “joder parece un disco creado en la pandemia, como refleja de bien estos momentos”. No sabemos si tomárnoslo como un piropo o como un aviso preocupante. Creemos también que este disco habla de muchas cosas que ya existían antes de la pandemia. Aunque ahora ya hayan salido a la superficie, el mundo no era un lugar de cuento de hadas antes de la pandemia. Y también creemos que la gente se asusta mucho enseguida. Estamos muy acostumbrados a escuchar anuncios de cervezas, entonces todo lo que se sale del Sol, los colegas y la melena al viento, pues como que la gente se pone muy tristona de repente. Y la vida también es eso, alegría y tristeza. Nosotros trabajamos con sentimientos. Escribimos sentimientos en nuestras letras. El que quiera escuchar música ligera, más alegre, más guay y positiva, tiene un montón de bandas para hacerlo.
CEC: Se nota que no es un disco de letras optimistas o cantos a la alegría. Yo veo tristeza y un poco de resignación en vuestras letras. A la hora de componer ¿es más fácil tocar esos temas, la creatividad fluye más fácilmente, que si se trata de hablar de alegría?
MODA: De alguna manera creo que en el disco están todos los sentimientos. Hay tristeza, nostalgia, melancolía, pero hay más amor que nunca. Sinceramente que se puede llamar como el disco de amor de LA M.O.DA, porque nunca había habido de forma tan explícita y personal alusiones a ello. Hay todo eso que has hablado, porque lo hay en la mente de cualquier persona. Hay periodistas que hacen algunas preguntas, que yo alucino. Como si viviesen en una película de Hollywood. “Las letras son un poco oscuras”. Bueno, es que el mundo muchas veces y muchos días es un lugar oscuro. Igual no para nosotros. Pero es que yo no quiero cantar de nosotros. Porque ¿ cantar de nosotros?, que aburrido, que pereza y egoísmo!!!. Al final hablamos de personas, nos inspiran las personas. Hay un montón de cantantes que sólo hablan de ellos todo el rato. A nosotros nos surge la necesidad de cantarle a los que casi nadie les canta. A los que no les va bien, a los que están más desesperados y jodidos. Porque al que le va bien no necesita que le cante nadie. Nosotros sentimos que tenemos que cantarle al que más lo necesita. Pero no porque nosotros estemos más o menos tristes. Es un ejercicio de empatía de alguna manera. Ponerte en el lugar del otro y mirar más allá de tu ombligo.
CEC: Cuando sacasteis el trabajo, estuve mirando un poco los comentarios de los fans, La mayoría hablaban de que era algo diferente a lo anterior, aunque estaban encantados con el resultado. ¿Os preocupaba que ofrecer algo diferente pudiera un poco decepcionar a vuestros fans? O es lo que tú dices, vosotros cantáis a lo que tenéis necesidad de cantar. No buscáis lo comercial o lo que se pueda esperar.
MODA: Claro, porque si no llevaríamos haciendo el “¿Quién nos va a salvar?” toda la vida. Y repitiendo la canción de “Nómadas” todos los años. Porque cuando una cosa ha funcionado, más en el caso de un grupo como nosotros, que el último disco nos llevó a actuar, delante de 15.000 personas en Madrid en el Wizink, pues la fórmula fácil parece clara. Pero siempre hemos querido huir de eso. Yo creo que nuestro público ya está acostumbrado a que dentro de nuestra personalidad demos bandazos. Piensa que hemos hecho versiones de bandas como Eskorbuto y a la vez tenemos una versión de Silvio Rodríguez. Hemos grabado un EP con Steve Albini mucho más crudo, mucho más rock y más directo. Y había gente que se quejó y gente que le encantó. Nosotros respetamos mucho al público, valoramos mucho que la gente dedique tiempo a escuchar nuestra música, nos haga una entrevista, venga a un concierto o cante las canciones en su habitación. .Porque antes que nada hemos sido seguidores de grupos. Pero creemos que es básico, hacer las cosas desde la independencia y la libertad. Si tú piensas en tu público como un cliente, eres un oficinista con una funda de guitarra. Y eso es lo último que queremos ser.
CEC: Lo que está claro es que “Ninguna Ola” no es un disco de himnos. No hay nada que se parezca ni por asomo a un tema como “Héroes del Sábado”. ¿Sois conscientes de eso?
MODA: No estoy de acuerdo para nada. Yo creo que para nosotros son himnos. Un himno no tiene porque ser rápido, alto y como con todo el mundo tocando arriba. Esa es la concepción que se tiene de los himnos, desde que existen los festivales. Yo creo que nosotros nos reconocemos en las canciones más rápidas y también en las más lentas. En todos nuestros discos ha habido temas mucho más pausados que la gente ha cantado a grito pelado. 15.000 personas en el Wizink cantado una canción como “Amoxicilina”, que lleva el nombre de un medicamento… Creo que somos unos raros y siempre nos hemos visto como unos offsiders. Desde Burgos, en camiseta de tirantes y con un nombre que parece de un grupo calimochero. Teníamos todos los ingredientes para no gustarle a nadie y lo hemos roto todo. Para nosotros son himnos. Creemos que se pueden cantar en directo, como se han cantado todos los temas del grupo. Pero eso ya lo veremos en los directos cuando lleguen, que tenemos muchas ganas.
CEC: Hablando de directos, me has comentado que se fue un poco a tomar viento la gira que teníais previsto. Entiendo que hay ganas de volver a sentir el calor del público. ¿Entiendo que en este 2021 el plan de viaje de La M.O.D.A. van a ser los directos, donde vais a echar toda la carne en el asador?
MODA: Totalmente. Lo que podamos, ya sabes cómo está la situación Si tenemos claro que vamos a tocar los siete. Ese es el formato, somos una banda y vamos a tocar los siete. Será en acústico, en eléctrico, en un festival, en la calle, eso lo de menos, vamos a ir a tope.
CEC: David, me has comentado hace un momento que erais como offsiders. Esto en parte os hace especiales. El día que se pierda eso o notéis que estáis empezando a perderlo. ¿Dejará de tener sentido La M.O.D.A?
MODA: El día que dejemos de ser naturales, el grupo estará muerto totalmente. No lo digo como romantizando a la gente más apartada. No queremos ir de nada, simplemente es una realidad. Vivimos en una ciudad muy apartada de las grandes urbes, de los medios, de las bandas. Y a nuestros colegas les da igual que toquemos en el Wizink, ellos se alegran un montón, vienen y flipan. Pero al día siguiente les da igual, ellos tienen el problema de cualquier persona que curra y eso nos mantiene con los pies en el suelo. Creo que eso nos ha quitado muchas gilipolleces. Creo que no tener managers, o gente revoloteando alrededor diciéndonos lo bien que olemos nos ha ayudado mucho. Y por eso nos veo un grupo bastante atípico, desde los instrumentos que tocamos, hasta la música que hacemos. En un momento del siglo XXI que no tiene nada que ver con lo que suena en la radio fórmula. En verdad no encajamos en ningún lado, pero a la peña le gusta lo que hacemos. Yo creo que es porque somos sinceros, naturales y no vendemos humo.
CEC: Entonces entiendo que estás diciendo un poco, que si miras las listas de ventas, hay mucho precocinado.
MODA: Bueno, eso igual lo estás diciendo tú. Yo lo que digo es que el sonido que hacemos no tiene nada que ver en las listas de éxitos. Desde 2012 hasta ahora, esto no es algo nuevo. Y precocinado ha habido siempre. En todos los movimientos artísticos, hay gente original haciendo cosas increíbles. Son los que van delante y luego un montón de copias que salen detrás. Te pongo un ejemplo de ahora, un artista como Pedro LaDroga, escúchalo y te darás cuenta de todos los que le han copiado después. O un artista de Coruña de música urbana: D.L.Blando. Artista increíble, le han copiado cien mil. El tiene poquísimas visitas comparado con los que le han copiado. Siempre ha sido así. Imagino que salieron los Beatles y les copiaron cien mil. Salieron los Clash y les copiaron cien mil. Nosotros intentamos no copiar a nadie, decir las cosas de una manera personal con la humildad del que ha escuchado música durante muchos años.
CEC: Sobre lo de Pedro LaDroga. ¿A qué achacas que la gente quizás acabe conociendo más las copias que el original? ¿Cuestión de suerte?
MODA: No, a que los artistas originales normalmente están más pendientes de hacer música, de crear, que de vender. Cuando haces una copia es porque has visto que la cosa funciona bien. Tú tienes tu tienda de bocadillos, te inventas un bocata, porque tienes pasión por cocinar. Porque pruebas los ingredientes, buscas otras cosas y te inspiras en el trabajo de otros cocineros. Y yo que soy un listo, veo que tu bocata se vende de puta madre y monto una tienda, con más luces, con más escaparates. Porque además, muchas veces hay detrás están también las discográficas que te enseñan a poner la tienda con muchos escaparates. O que te llevan tu bocadillo a sus tiendas que ya las tienen montadas. Y que es una tienda gigante, donde va todo el mundo porque tienen dinero para publicitarla. No sé, creo que no te estoy descubriendo nada nuevo ¿no?