Una entrevista de Enrique Menéndez para Culturaencadena.com
“2052” de Carlos Ann es un EP al que podríamos llamar perfectamente macedonia musical. En solo cinco temas, paseamos por diferentes géneros/estilos. Y cuando acaba el paseo nos queda claro que por si teníamos dudas, Carlos Ann sigue siendo incombustible. Hablamos de del proceso creativo de sus canciones, de la censura, de lo que uno decide quedarse o mostrar... Disfruten del paseo y de sus palabras. Yo sigo disfrutando al recordar la charla.
CEC: Más de 25 años de carrera musical. ¿Cómo se lleva haber sido testigo de tantos cambios en la música? Quiero decir hace 25 años, creo que el reggaetón no le sonaba a nadie, o el auto tune por ponerte un ejemplo.
CARLOS: Pues quizás no estaba el reggaetón pero también estaban similares. Que era música má estrictamente comercial que lo que hacía era dejar muy poco hueco para los artistas independientes. Ahora está el reggaetón y antes había otras cosas. En el futuro seguramente se transformará y continuará. Pero sí que estaba el auto tune...
CEC: “2052” tu ultimo EP, son cinco temas. En los que demuestras un poco la habilidad que tienes para moverte entre diferentes géneros. Es decir, de “Entre Las cinco y las mil” es totalmente diferente a “Desde Septiembre” Y con el resto de los temas parece que estemos ante una ruleta. Cada tema musicalmente suena muy distinto al anterior.¿ Has querido mantener el factor sorpresa y que el oyente no supiera a lo que se enfrentaba?
CARLOS: Pues no es algo premeditado. Lo que pasa es que desde el principio de mi carrera, lo que yo he hecho es no casarme con un género o con un sonido como establecido. De hecho cada disco que he editado ha llevado la contraria al interior. En “2052” se muestran cinco caras diferentes de la misma moneda. Y el nexo que las comunica entre ellas y donde quedan totalmente integradas es mi voz y mi persona. No me gustaría es que cada disco sonara igual que los anteriores. Y que las canciones fueran en cierta manera continuistas. Eso quizás hubiera sido un motivo para que no estuviera 25 años en la música.
CEC: Entonces no es que esto haya sido un experimento. No quieres hacer un trabajo que sea monotemático.
CARLOS: Es que yo creo que es lo mismo que la vida. Hay días que te despiertas más animado y hay días que menos. Un día comerás una cosa y otro día te apetecerá otra. La música es lo mismo. Depende del estado de ánimo al que te enfrentas con un piano o una guitarra te sale una cosa u otra. Intento ser fiel a esos estados, a esos cambios.
CEC: Pensando en el tema “2052”. Menos de 30 años para esa fecha y veo una cantidad de zascas brutal: cirugía estética, intentar sentirse joven estando con alguien más joven, arrastrarse por los escenarios… ¿Tan mal lo ves? ¿o en el fondo el tema es que te estás riendo por que a fin de cuentas lo que sea será?
CARLOS: Pues es una canción que tiene mucho humor. Un humor mucho más negro. También existe la aceptación de lo que nos toca a los músicos. Arrastrarnos por un escenario es muy probable para la gran mayoría de nosotros. Al menos los independientes, cuando subamos a un escenario nos va a costar mucho. Lo de las cirugías y operaciones es un guiño con mucho humor. Y lo de estar con personas más jóvenes, pues pienso que a medida que pasan los años, a los que siempre buscamos un crush eterno, nos está empezando a suceder.
CEC: En “Desde Septiembre” hablas de recuerdos. Pero también dejas caer la posibilidad de que te has creado como una necesidad para componer. ¿Qué te inspira a ti? Porque con tu carrera pocas cosas ya te pueden sorprender como para tocar nuevas fuentes de inspiración.
CARLOS: Al contrario. A diario voy descubriendo nuevas vías de inspiración. Las busco también de una manera premeditada. En el caso de “Desde Septiembre” utilice la imaginación para crear la canción. Cosa que no hago, porque la gran mayoría de mis canciones son autobiográficas, para bien o para mal. Intento hacer como desnudos integrales dentro de lo que se puede. Me encantaría hacer como Bowie, que lo que contaba no tenía nada que ver con lo que le sucedía en su vida, pero no lo sé hacer.
CEC: Comentas un poco que tus temas son autobiográficos. El miedo a desnudarte tanto en las canciones, en las letras, en lo que cuentas ¿es algo que al igual que se va perdiendo con el tiempo? ¿A los 50 te la suda todo mucho más que a los 20?
CARLOS: Si que te la suda más que cuando tienes 20 años, pero al mismo tiempo tienes más consciencia de las cosas. Y es una contradicción que yo tengo. La pregunta ¿exactamente?
CEC: No, la pregunta es que utilizas cosas de tu vida para los temas que compones. Entonces ¿el Carlos de ahora tiene menos miedo a contar sobre su vida, que el que podía tenerlo a los 20 años? A esa edad te lo tomas todo mas como “ostras que pensaran, que analizaran, ¿me pasará factura decir esto o no decirlo?”.
CARLOS: La verdad es que soy un poquito suicida y kamikaze. Nunca he tenido miedo de lo que llegaran a pensar. O tampoco he pensado que tenía una carrera por delante. A veces creo que tiro el boomerang y luego “ay, lo que acabo de hacer”. Y creo que la libertad es esa. No pensar mucho ni en terceras personas ni tampoco en lo que pueda suceder. Porque la música, igual que el arte, tiene que ser completamente libre. Y si empiezas a escribir algo pensando algo en que y donde te va a llevar ya estas amputando. Te estás poniendo unas cadenas que después te van a pasar factura.
CEC: De acuerdo, ¿pero entiendes que hay unas cadenas que no había antes? Por ejemplo las letras de las canciones de Prince sobre todo cuando empezó, hay canciones que hoy ni de coña sacarías una letra así. La gente ahora se escandaliza por ciertas letras, sales en tv, según que cantes suena un pitido de fondo. Como músico ¿no piensas “Joder no hay que amputar la creatividad, pero nos están un poco empujando a eso”?
CARLOS: Los ciudadanos se han convertido en policías. Cualquier cosa que hagas te van a apuntar, te van a señalar. En los ochenta había muchísima más libertad. Y las personas no pensaban si las cosas que decían podían tener en el futuro una relevancia. Se está haciendo una amputación del discurso. Pero tampoco las directrices o los campos están muy marcados. A medida que vas escribiendo algo te pueden decir “oye esto no , esto tal”. Creo que un músico o un escritor debería gozar de la misma libertad que un director de cine. Me explico, un director de cine puede hacer una película sobre cualquier tema y se entiende que es una reinterpretación o es algo ficticio sobre cualquier tema. A los músicos no nos pasa. A la que hablamos de un tema automáticamente se nos personaliza que pensamos así o somos así. La imaginación dentro de la música está un poquito como muy confundida y alterada. En otros campos, incluso la pintura se es mucho más libre que la música actualmente.
CEC: Me estás diciendo que en el cine hay más barra libre.
CARLOS: No se entiende, a no ser que sea una canción con un humor que quede clarísimamente que es una burla, incluso así se te puede señalar. Sinceramente me da igual. Si yo tuviera que decir algo, aunque eso a muchas personas que no les guste, pues ahí se queda, no me comería mucho la cabeza. No puedes estar en la cabeza de todo el mundo y más cuando la sociedad está cambiando. Probablemente las canciones que ahora estamos escribiendo, dentro de 20 años seguramente las van a volver a señalar otras generaciones. Por mucho que nosotros pensemos que son canciones que están incluso sobreprotegidas.
CEC: En tus redes sociales cuando escribes sobre “Entre las cinco y las mil” reflexionas un poco sobre el placer que nace de la imposibilidad de lograr lo deseado. ¿Crees que somos nihilistas por naturaleza y que el serlo saca lo mejor a nivel creativo?
CARLOS: En mi caso yo tengo una gran parte de ello. Una de las cosas que más me excita es conseguir algo. Cuando no consigo una persona, es cuando me puede salir hasta un carácter obsesivo que consiga que me ponga.
CEC: El video de “Entre las cinco y las mil” está creado por United Unknown. Hecho con inteligencia artificial, utilizando muchas imágenes. Y creo que la portada del EP también. Para alguien como tú, que eres de la vieja escuela, ¿cómo nace la idea de abrazar estos conceptos para tu nuevo trabajo?
CARLOS: Puedo parecer de la vieja escuela a nivel de que llevo muchos años. Pero tampoco ha sido asi. Por ejemplo en el 2001 hicimos el primer video interactivo que se incorporaba en un CD ROM. En el 2007 cuando el disco “La nada” para las personas que se suscribían lo regalábamos mediante descarga digital. Cosa que en la industria fue como muy criticado y meses después lo hizo Radiohead. O por ejemplo, mis discos desde el 97 han estado auto editados. Cuando la palabra auto edición nadie la entendía. Creo que siempre he estado muy abrazado a las nuevas tecnologías. Actualmente está la inteligencia artificial y he apostado por ella desde el principio. El vídeo de “Entre las cinco y las mil” no es un video que te lo crea la inteligencia artificial en un día, en unas horas o en una semana. Ha estado sometido a dos meses de trabajo. Creándose más de 11.000 fotografías y seleccionándose 1200. Que una vez las generas, se sacan fuera, se procesan y se trabajan de una manera artesana.
CEC: Curioseando por tu web, no veo conciertos/presentaciones en breve. ¿estás cocinando algo sobre eso para lo que queda de año o ya de cara al 2024?
CARLOS: Van a haber cosas. El año que viene vamos a Méjico y visitaremos algunas ciudades españolas. No soy una persona de tocar mucho y pasearme por todos los rincones de un país. Me encanta tocar en directo, pero que los conciertos sean únicos e irrepetibles. Entonces cada concierto lo hacemos de una manera muy especial. Continuaré en esta línea. No quemarme mucho en los escenarios y componer mucho. Es donde me siento muy a gusto, en la composición.
CEC: También has escrito poemarios. Lo de escribir, ¿tienes ganas de volver a ello, volver a publicar algo?
CARLOS: Si, de hecho tengo no sé si es un poemario o narrativa, que en el 2024 va a salir. Continuo dedicando un tiempo a la escritura. Lo que pasa es que no todo lo que escribo se edita. Ese es otro tema, hay cosas que se deben quedar en tu casa y no salir de esos cajones. Lo veo muy bonito y si algún día salen pues bien y sino perfecto. Hay muchas canciones o poemas o ensayos que no tienen porque ver la luz.
CEC: ¿Qué es lo que hace que decidas que vea la luz o no? ¿Qué hace que algo sea tan personal que digas “no, esto lo quiero para mi”?
CARLOS: Te va a sonar un poquito raro. Las canciones que salen en los discos no las decido yo, son las mismas canciones las que me persiguen. Las que estoy a punto de dormir y no me dejan dormir. Las que cuando me despierto me están torturando o llamando la atención. Ellas son las que entran en los discos. No tengo ningún criterio de selección. Es la misma obra la que se posiciona.
CEC: Yo escribo a nivel amateur y no he publicado nunca nada. Pero hay cosas que muestro y otras cosas que no. Y seguramente me siento más orgulloso de las que no enseño. ¿Esto no te pasa como artista?
CARLOS: Sí, claro, tengo muchísimas canciones que no las muestro. Y están ahí, son canciones que quizás estaban para mí, para un uso de crecimiento o un uso intimo. Y creo que son tan importantes esas canciones como las otras, las que he mostrado. Porque todo es un compendio de la obra. O sea todas dependen de todas.