El pasado viernes, 18 de enero, David Russell dio una clase magistral de guitarra clásica a un grupo de alumnos y estudiantes, a propósito del máster en interpretación de guitarra clásica de Alicante.
Russell fue el primero de los seis maestros que nos mostrarán las razones por las que son conocidos internacionalmente en el ámbito de la música clásica.
Para los que estén fuera de este mundillo, diré que David Russell es uno de los mejores guitarristas (siempre hablando de música clásica) de la actualidad. Ganó un grammy en 2006 en la categoría de mejor instrumentista solista por su disco “Aire Latino”, además de ser nombrado miembro de la Royal Academy of Music de Londres, donde estudió, en el año 97.
Según lo que él mismo contó, nació en Glasgow, Escocia, pero su familia decidió mudarse a Ibiza. Tras un largo viaje, cuando fueron a montar su automóvil en el barco, les resultó imposible, por lo que finalmente se trasladaron a Menorca, “porque el barco tenía una rampa y pudimos subirlo”. Su padre, pintor y aficionado a tocar la guitarra clásica, fue quien le enseñó, escuchando las canciones de unas casetes y sacando ellos mismos las notas. Pero cuando Russell empezó a tomarse en serio esto de la guitarra fue cuando tenía 14 años. Cuando llegó el momento, volvió a Gran Bretaña, a Londres, para estudiar en la Royal Academy of Music. Aunque su residencia desde hace muchos años está en Nigrán, Galicia, su mujer y él están constantemente de viaje, con el objetivo de visitar un país nuevo cada año.
Nos interpretó cinco canciones, entre ellas Recuerdos de la Alhambra, una canción típica celta y una tradicional paraguaya. Mostró sus técnicas, cómo desarrollar los temas, el crear su propia digitación independientemente de lo que digan las partituras… También respondió las preguntas que le hacían tanto niños como mayores, y contó alguna que otra anécdota de sus viajes. En definitiva, un hombre muy cercano, amable y, sobre todo, un guitarrista fantástico.