Antonio Carmona le canta a su padre, el tocaor Juan Habichuela (1933-2016) junto a su sobrino Juanito Carmona, a corazón abierto, con un punto de melancolía, con su nostalgia misma heredada, pero también desde la luz y la esperanza, desde el agradecimiento más hondo.
“Mi padre... El hombre que cantaba con la guitarra, un cantaor de la guitarra”, nos dice Carmona.
“Mencanta”, es la canción de adelanto del tercer disco en solitario de quien fue fundador de Ketama, grupo puntero del nuevo flamenco que hizo historia a principios de los noventa en medio de la fiebre camaronera.
La letra de “Mencanta” eriza el vello. Antonio podría haber cantado esta pieza homenaje, desde la pena, por soleá, a compás lento, grave, pesado. Antonio canta, recuerda, describe a su padre con una rumba luminosa, afirmativa, echada hacia adelante. Como quien ve la luz al final del túnel y se pone a saltar, a bailar, a cantar, a celebrar un nuevo día.
“Los sueños se rompen y se pierden en el aire...”
“No puedo hacer nada por ti, si no te dejas guiar, ni te dejar llevar por mí”...
Juan Habichuela, su padre, sus consejos, sus manías, su perfume, su toque mágico, están en el propio Antonio. Antonio y el sentido de la pérdida.
“...Mencanta, mencanta, mencanta...
...Cuando suena tu guitarra, cuando me canta y me baila...
Mencanta, mencanta, mencanta
...Me gusta la melodía que sale de tu guitarra”