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R-. Ayer me sentó mal la comida. Hacía tiempo que no me caía así de mal en mi estómago, y la causa no ha sido la hernia de hiato que me da guerra de vez en cuando, ni los pepinillos en vinagre del aperitivo... La verdadera causa fue haberme tomado el aperitivo viendo por TV la primera sesión de control del Gobierno en el Congreso de los Diputados...
Después de presenciar la comparecencia de los portavoces de todos los grupos parlamentarios, he sentido por primera vez en mi vida una absoluta vergüenza ajena, pena y hasta un poco de lástima, que resumo brevemente:
- pena del bajo calado político que ha habido, cuyo único debate ha sido tirarse los trastos, los unos a los otros, como si de un juego de 'tú la llevas' se tratara.
- pena y vergüenza por el patético nivel parlamentario de absolutamente todos los parlamentarios de todos los grupos políticos que han participado en él, por su más que bajo, yo diría ínfimo o nulo nivel de oratoria, de ideas y ya hablando en general, el pésimo nivel político.
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- lástima por del partido que actualmente gobierna, por sus representantes y su Presidente, cuya falta de empaque para explicar las cosas, ante la actual difícil situación que estamos viviendo ha sido más que evidente,
- y finalmente, una vergüenza ajena por el actual nivel de la política en España, que como en todo, es lastimoso.
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La otra cosa que me ha propiciado una mala digestión hoy es el caso Iñaki Urdangarín, pero no este, sino su abogado, un señor de Barcelona muy muy educado, diríamos que domesticado, cuya parsimonia, serenidad, buenos modales, delicadeza y tacto hablando parece estar interpretando un cuento de Walt Disney de príncipes y princesas buenos y honrados, expulsados injustamente de su idílico ''Castillo de Pedralbes'''. Absolutamente exasperante.
T-. Los retortijones me han entrado al escuchar los comentarios y la interpretación libre, y barriendo para el poderoso, de todos los periodistas y telediarios del país, que habían mandado un pobre reportero/a a preguntarle a este Don Nadie modélico que es el abogado de Undargarín. Unos y otros demuestran el patético momento del periodismo en nuestro país, donde se llenan muchas horas de televisión, radio y periódicos con las declaraciones de estos personajes, y de los políticos, a pesar de que estos no hagan ni digan nada de provecho para este país en ruinas. Lo sentimos, por más que nos lo pidan, no nos sumaremos a la contribución de LA NADA informativa: engañar no nos va.
En lugar de dar la voz a personas que realmente digan algo, y se rebelen ante esta situación, seguimos teniendo todas las páginas de los periódicos, y la mayoría de minutos de televisión y radio, dedicados a transcribir las declaraciones del abogado, y la última pelea de gallos entre PP y PSOE en el Parlamento. Hartos de leer y escuchar cien mil medidas para salir de la crisis y solucionar el paro, cuando todos sabemos que esto no hay manera de solucionarlo y que, lo único que importa a los que tienen el poder y, por lo tanto, son protagonistas, es que los ricos sean más ricos, y los pobres más pobres.
Pena, lástima, vergüenza ajena de un pueblo, lectores y espectadores de estos medios de comunicación, a los que les han vendido mil noticias, declaraciones, medidas, ajustes, recortes, juicios a jueces, jurados populares que perdonan la vida a bigotes, y todo tipo de artificios periodísticos, y que después de tanto leer, escuchar, y ver tantas noticias, hoy sigan siendo un poco más pobres, intelectual y materialmente, por haber escuchado en la nada, haber leído nada, y seguir en la nada: las soluciones reales, a día de hoy, a la situación de crisis y paro alarmante en este país, después de tantos ríos de tinta, siguen sumando CERO.
Y encima nos han cobrado más de un euro por cada periódico cuando, para acercarnos a la misma sensación, nos hubiera enriquecido mucho más Jean Paul Sartre y su 'Náusea'