Español: Imagen Wikiproyecto Andalucía (Photo credit: Wikipedia)
Por más que los medios afines al PP se esfuercen en buscar causas agoreras, que algunos miembros del PP (Rajoy incluído) digan que se han ganado las elecciones de Andalucía cuando saben que en el juego democrático, las han perdido; que Rubalcaba interprete ambos resultados como un nuevo ciclo del PSOE; o que Florentino Alonso, consejero de presidencia del gobierno asturiano, achaque lo alta abstención al cambio de hora que tuvo lugar la madugada anterior de las votaciones... el ciudadano no es tan tonto y sabe perfectamente lo que en realidad ha pasado, por más que los periódicos interesados le quieran vender una realidad alternativa o universos paralelos.
Respecto a Andalucía, está claro que es la primera gran derrota de Rajoy, aunque toda la maquinaria de la derecha haya sacado las armas pesadas para que la situación no recaiga sobre él y el partido, y están impulsando mediáticamente que los culpables son los andaluces por un lado, y Arenas por otro. Están intentando que la imagen de Rajoy no se vea afectada por esto por todos los medios, pero la verdad es que por más que lo intenten, quedará como su primera gran derrota.
En Asturias, Alvarez Cascos (ex PP) lidera el Foro de Asturias, que con 13 diputados podrá hacer coalición con el PP, siempre que el voto inmigrante no de un voto más al PSOE.
Hace un año, cuando ganó las elecciones Cascos, no podía pactar con el PP porque las relaciones eran muy malas y él había despotricado de casi toda la gente del PP de Asturias de la época. Para estas elecciones, el PP se ha cargado a casi todo el mundo allí, poniendo como líder a una mujer que tiene una buena relación con Alvarez Cascos, de manera que los 13 diputados del Foro y los 10 del PP suman los 23 de mayoría absoluta necesaria para gobernar.
Como argumentado, esta opción quedará más clara mañana por la mañana, momento en que se sabrá si el voto de los inmigrantes, asturianos que viven fuera de Asturias, da un escaño más a los socialistas o se queda en el partido de Cascos. Por lo visto solo que tengan los socialistas unos 140 votos más bailaría ese escaño. Por lo que UPD sería quien decidiese si da su apoyo a los partidos de izquierda o a los de derechas, que estarían igualados en escaños.
A todo esto, señalar que a veces las estadísticas no sirven para nada, y que las campañas sí que sirven para algo. La fama de uno y otro elemento electoral estaba, hasta ahora, interpretada al revés de lo sucedido en este caso. Nada es seguro.
Lo único que es seguro es que el PP ha perdido las elecciones. Digan lo que digan, este sistema democrático funciona así, con lo cual puede que ni el partido que ha obtenido más escaños, tanto en Asturias como en Andalucía, no gobierne. Son las reglas del juego, se sabe por adelantado, aunque parece que a estas alturas algunos aún tienen que 'tirar de este punto ocasionalmente confuso'.
Ha sido sorprendente, y para algunos desconcertante, y motivo de frustración y luego de burla de los andaluces, porque han dado un vuelco a todas las encuestas que daban una mayoría absoluta al PP o, en su defecto, la rozaba. Y finalmente, ni mucho menos… Es verdad que los socialistas han perdido puntos, que se han ido básicamente a IU, pero en Andalucía se mantiene una mayoría fuerte de izquierdas. Y con todo el derecho del mundo. De nada les ha servido a los medios afines al PP su 'campaña paralela' de sacar toda la mierda posible del vertedero. Ahora, es indignante ver algunas actitudes fascistas de algunos de estos medios, hablando de forma despectiva de los andaluces, que tienen derecho a votar lo que quieran. Siguen buscando causas de esta derrota, pero la causas están muy claras: todo el mundo empieza a ver que salir de la crisis no es una cosa que dependa de un cambio de gobierno. El pueblo estuvo en su derecho a pensar que sí en su momento, aunque fuera algo iluso como ya contamos en CEC OPINION, pero con la reforma laboral no se han creado nuevos puestos de trabajo.
Estos cien días de gobierno de derechas en España puede que hayan abierto los ojos a mucha gente, que han visto como se recortan derechos sociales a los trabajadores, aumentando incluso más el paro, que es el principal problema de la autonomía, un 30%. Arenas ha fracaso por 4ª vez, y con toda seguridad volverá a haber un gobierno progresista, con una Izquierda unida más fuerte. Un dato importante es que, respecto al 2008, donde apenas había crisis, el PP en Andalucía ha bajado 150.000 votos, y esto es un fracaso rotundo. El titular podría ser, que para el PP ha sido una amarga victoria y para los socialistas una alegre derrota.
Para el resto de los españoles un poco inteligentes, un alivio. Que el PP ganara estas elecciones, suponía legitimar una reforma laboral hecha a gusto de nadie, a excepción de los que no les importa nada el resto, sólo miran por ellos, o están encegados en su partido, o sus ideologías.
El PSOE sigue siendo 'The walking dead'. Que Rubalcaba hable de un nuevo ciclo, es de risa. El nuevo ciclo llegará cuando le sustituyan a él por el próximo candidato socialista.
En España los socialistas no deberían lanzan cohetes, aunque es la primera alegría para un partido hundido que ve aquí una tendencia positiva, que hasta ahora parecía inalcanzable.
Que en Andalucía, Catalunya y el País Vasco no estén en manos del PP es bueno: tanta acumulación de poder por parte de un partido, podría salirnos caro.
A la vuelta de la esquina, una huelga general prematura. Habrá que hacer otra cuando sepamos las medidas reales, ocultas hasta el momento para intentar ganar las elecciones andaluzas, que aún así se han escapado. Los presupuestos que presentará Mariano van a ser bestiales, aunque esta derrota puede suavizar algún punto negro que estaban preparando para el pueblo.
Algunos economistas ya dijeron que la crisis no sólo se cargaría al primer partido que la intentara gobernar (el PSOE), sino que también acabaría con el segundo (PP). En CEC lo refrendamos, porque no creemos que hasta el 2018, se pueda salir de la crisis. Estaremos atentos a todos los acontecimientos...
