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Escribimos esta columna a raíz de una polémica surgida en el foro del artículo que hacía referencia al "show" montado a raíz de la salvación de los mineros de Chile. En ningún momento se criticaba al país de Chile, ni a sus habitantes, sino al estilo "Gran Hermano" de la retransmisión del suceso del rescate en todo el mundo. Claramente se argumentaba únicamente contra el tratamiento de 'reality show' de la notícia en todo el mundo, e incluso se apuntaba que en España seguro que tienen entrevistas y series a punto, tal como se ha confirmado en las horas posteriores, cuando han empezado a aparecer notícias de todos lados de que la historia sería llevada a diferentes televisiones de todo el mundo en diferentes formatos.
Alguien, sin embargo, entendió que nos reíamos de Chile, por pura envidia, pues ya querríamos los españoles que hubiera pasado aquí un hecho 'tan positivo' como el del rescate. No, no nos hubiera gustado, y además, nos reafirmamos en que los políticos y otros tentáculos de la sociedad no deben aprovecharse de lo que hubiera podido ser una tragedia, al igual que no pueden hacerlo las televisiones y tampoco según qué Iglesias que ya se están intentando atribuir 'el milagro'. Lo que hay que intentar es que esto no vuelva a suceder nunca más, y que en lugar de priorizar el espectáculo, el beso con la pareja, el saludo y otros etc... creemos que lo primero era una revisión médica, nada más salir del hoyo, y a preservar la intimidad.
Todo esto nos lleva a pensar: ¿por qué se malentiende directamente un intento de poner un poco de razonamiento a todo esto? ¿Por qué se entiende que estamos reivindicando nuestro país cuando siempre hemos dejado claro que, en esta web, ni patria ni bandera? Y más allá de todo esto, ¿por qué tengo que sentirme orgulloso de pertenecer a un país? Simplemente hemos nacido en un país, o en algunos casos, vivimos en él, pero...¿estamos obligados a sentirnos orgullosos de él, de hablar positivamente de él constantemente y de proclamar, a los cuatro vientos, que somos los mejores?
No, no nos sentimos orgullosos de nuestro país. No nos sentimos orgullosos de ser españoles ni tampoco catalanes. Hay un montón de cosas que no nos gustan de nuestra sociedad, y como seres inadaptados que somos, a todo, tampoco me siento integrado en ninguna cultura. Pero es que, además, no nos importa, ni soñamos, algún día, sentirnos de ningún país. Por no sentirnos orgullosos, ni tan siquiera nos gusta pertenecer a la raza humana, capaz de las peores tropelías posibles, como la Historia ha demostrado, haciendo hincapié en las múltiples guerras que hemos vivido y que han sido originados por países que se sentían superiores o querían sentirse mejores que el otro, así como por ambición o creencias religiosas, otro tema del que huímos con tan sólo olerlo.
Por supuesto, a todas estas historias, como siempre, contribuyen los medios de comunicación día sí, día también. Sólo se habla de según qué deportes cuando un español gana, y en caso de accidente o tragedia internacional, podemos leer en las portadas de los periódicos que "había 5 españoles entre los heridos". ¿Y el resto? Nos parece una actitud provinciana y nacionalista, sí, tan nacionalista como luego, estos mismos medios, atacan a otros nacionalismos contra los que también estamos en contra.
Y por estar en contra, o muy lejos de esas coordenadas, tampoco somos de los que constantemente mitifican el extranjero, entrando en una paradoja o contradicción absoluta. En otros países se vive mejor, dicen, y hay que viajar a mil sitios para conocer muchas más culturas. Eso sí, cuando volvemos, parece que no hemos aprendido nada, y cuando viajamos, reivindicamos constantemente que somos españoles, mientras que al volver les contamos a nuestros allegados las maravillas de visitar la India, y estamos admirados de que vivan en la miseria y sean felices. No pertenecemos a ninguno de estos grupos: no creemos que fuera de España se viva mejor, aunque no nos sintamos orgullosos de ser españoles, que es algo muy distinto. No necesitamos viajar constantemente para conocer otras culturas y en realidad volver sin haber aprendido nada, y cuando viajamos, no necesitamos comentarlo con nadie, ni hacer comparaciones de nada. En todos los países cuecen habas, que diría el dicho, porque todo el planeta, desgraciadamente, está mal habitado por el infecto ser humano.
Concluímos, pues, lo mismo de siempre: como en todo, tanto el españolito de a pie, como el medio de comunicación de turno, aplica ese doble o triple rasero según conveniencias de la situación o el momento. Jamás entraremos en ese juego: esta web tiene una personalidad, una actitud, y una voluntad de aprender de todos y de todo, sea cual sea su procedencia. Y sobretodo, de no contaminar más el ambiente, que para eso ya hay muchos otros.
