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Parece que todavía hay que defender a Neruda. El éxito en poesía es peligroso por varias razones, todas ellas derivadas de nuestra estúpida condición humana. Si vas a Argentina y hablas de lo bueno que te parece Borges, te dirán que el bueno es otro. Si vas a Granada alabando a Lorca, lo mismo, y con Neruda, sucede lo mismo en Chile y en todo el mundo.
Hay muchos tópicos sobre Neruda, pero se ha hablado poco de que, pasadas sus primeras oscuridades, fue un poeta feliz: le gustaba comer, beber, follar, y disfrutar de todos los placeres de la vida, con todos los premios del mundo, y a la gente le gustan los poetas que van de atormentados y suicidas. A los poetas felices y longevos no se les perdona, y si la obra es tan extensa, aún peor. Todos hemos oído la frase "yo no soy muy Nerudiano", y a los que la dicen, parece que les queda genial.
Se dice que los poemas políticos de Neruda son muy malos, como todos los poemas panfletarios, que no gustan mucho a la gente, y en el mejor de los casos se le acusa de irregular. La oda a la alcachofa nunca le será perdonada, y sin embargo, es un texto maravilloso de alguien que supo vivir y disfrutar, y crear sobre todo aquello que se le cruzara por la mente y por su periplo vital. Pero no se acepta que un poeta cambie el registro, si alguien descubre sus poemas de amor, siempre quiere más del mismo estilo, y si a la poesía le metes ideología, entonces ya tienes a media población irritada, derrumbando al mito.
Pero en nuestras vidas no tenemos un solo registro, y como muy bien ha sabido capturar este weblog, hay momentos para todo, y muchos temas que tocar y que nos pueden interesar. El problema es de la gente, que es yonqui por defecto y por sistema.
Si en la portada de este weblog encuentra información sobre series, volverá a por más. Si hoy hablamos de un poeta, mañana esperará que se hable de otro. Si nos metemos con la gestión del Gobierno, identificará que somos de derechas y volverá o no, según sus tendencias políticas. Si hablamos del cine de autor, no se entenderá que hayamos descubierto un buen producto de Hollywood. Y si hay artículos sobre la música heavy, no entenderán que al día siguiente hablemos de Mecano u otro grupo pop.
¿De quién es el problema entonces? De la gente, que es yonqui, y tan cerrada que siempre busca lo mismo. Mi aplauso a culturaencadena.com por cambiar el registro, no ya cada día, sino en la misma portada. Sé que después de este artículo, alguien puede venir y encadenar un artículo sobre un grupo rockero, sobre una serie, una película clásica, una película moderna, o una columna discutiendo mis argumentos y rebatiéndolos, tirando justo hacia el lado contrario.
Hay muchos reparos en la literatura política, sea de derechas o de izquierdas. Hay una cierta tendencia a pensar que toda literatura política es mala, una creencia errónea, lo único que es realmente malo es ser un escritor panfletario.
Es completamente injusto cuando se le asocia al término "el poeta stalinista". Recordemos que en el desarrollo del surrealismo, muchos escritores acabaron militando en el partido comunista, desde Cernuda hasta Aragón, pasando por Alberti y también, por Neruda. Y realmente el único que en su evolución supo acabar escribiendo libros contra Stalin, ese fue Pablo Neruda. Inició una reflexión política que le llevó a hacer las denuncias más fuertes contra Stalin en libros como "Fin de Mundo". Los poetas más marcados políticamente se han tenido que hacer perdonar más cosas, como si su deslumbramiento por unas ideas fuera en contra de la obra.
A mí hay cosas que me gustan más, y otras menos, pero no dudo un segundo en reconocer su inmenso talento y por supuesto, sus ideas, las comparta o no, no me amargan el placer de saborear sus obras. Neruda era capaz de sacar sentimientos de las piedras, y se metiera en amor, política, realismoo en el registro que fuera... en cualquier sitio se hacía con el poema y demostraba su poderío, le pese a quien le pese.