Y los humanos siguen de celebración en celebración... Nos creemos tan poco que será un feliz año nuevo que tenemos que recibirlo colocados hasta las cejas, bebidos hasta el chorreo. Por si fuera poco, hay que tomarse 12 uvas, que todos creen que son de la suerte, sin preguntarse a qué viene ni de donde, como todo. ¿Acaso alguien sabe en qué año y en qué momento se implantó el tema de las uvas? ¿Acaso alguien se pregunta de donde salen tantas cosas que dan por normales y que en realidad fueron inventos e imposiciones de los diferentes personajes que han tomado el poder en la Historia? ¿Alguien sabe por qué se inventó el matrimonio? ¿Como se modeló a lo largo de la Historia? No, qué va... pero hay que casarse, y si no, no es normal. Y hoy hay que salir, hay que ponerse hasta el culo, llevar ropa interior de color rojo y comerse doce uvas. ¿Se puede ser más patético????!!!!!!!
¿Por qué nadie se pregunta nada? ¿Por qué todo el mundo sigue alentando las tradiciones navideñas cuando está claro que todo el mundo lo hace forzado, o almenos eso dice? Que si tengo que comprar esto, que si tengo que ir a tal comida o tal cena, que si tengo que comprarme un tanga rojo, que si tengo que comprar regalos... Venga quejarse, pero nadie hace nada para que esto, de una puta vez, se acabe. Reflejo del día a día, reflejo de nuestra asquerosa sociedad.
Año nuevo: Todo sigue igual. ¿Fin de año? ¿Año nuevo? ¿En qué puede diferenciarse el 1 de diciembre del 2009 al 1 de enero del 2010? Es sólo una cuestíón de nomenclatura. Y lo más alucinante es que parece que todo el mundo se lo cree, o quiere creer, en un nuevo acto de este gran teatro que es la vida. Estamos asistiendo a la locura de la nochevieja, que no es más que una vulgar excusa más para la celebración (recomiendo de paso la película "Celebration", la primera del movimiento Dogma 1 en donde pueden verse las miserias de una familia que se reúne para celebrar el aniversario del padre de familia y en donde, a medida que transcurre el metraje, vamos descubriendo el lamentable pasado de sus miembros).
Así vemos estas festividades llenas de luz y calor cristiano... una farsa, una hipocresía, una gran mentira, una inmensa invención de las empresas capitalistas (y las no capitalistas también, véanse ONG's que se apuntan al carro de pedir dinero aprovechando la falsa generosidad de las personas), para impulsar la economía. No es un argumento nuevo este, todos lo hemos dicho alguna vez, pero nunca sobra repetirlo, porque parece que no hay un grupo suficientemente fuerte de personas que quiera acabar con esta odiosa tradición. No soy una amargada que pretende aguar los festejos, no hay nada nuevo en lo que estoy contando y eso es lo peor: que todos lo sabemos.
Me niego a pensar que el ser humano sea tan imbécil como para no darse cuenta. Y pese a saberlo, giramos la vista y hacemos ver que no nos damos cuenta porque es más fácil dejarse llevar porque, al final, el sistema hace que te unas a la locura. Es complicado no tomar parte en algo que está tan expandido y tan interiorizado porque alguno se pueden tomar a mal nuestra determinación como podría ser no hacer regalos, no asistir a una puta comida de Navidad, a ninguna cena, no emborracharnos en fin de año y el largo etc... que acompaña.
Época del año para pasarla en familia. ¡Qué gran invención! ¡Cuanta bondad! No me lo puedo creer. ¿Y los que se han quedado viudos o separados? ¿Y las familias en las que ha habido alguna desgracia? Por culpa del sistema éstas son las que peor lo pasan también en estas jubilosas fechas porque, de nuevo, el gran estigma es que son para pasarlas en familia. Desde estas líneas, decirles a los que estén solos durante estos días que no pasa nada, que no pasa una mierda, que quizás es lo mejor para no sentirse tan humillantemente patético, rastrero o falso.
Otra cosa que me parece hipócrita es que es el único momento del año en el que nos remuerde la conciencia y estamos más dispuestos hacia la caridad. Es el único momento en el que "valoramos" lo que tenemos y nos decimos a nosotros mismo "¡Pobrecitos los niños de Africa!" "¡Pobre gente la que está tirada en la calle!" "Pobres, pobres, pobres" "bla, bla, bla" ¿Cuánto sentimiento real cabe en el de falsa culpabilidad que es el único que sentimos? ¿Por qué debemos martirizarnos por ser "dichosos"? Porque es lo que el sistema católico ha fomentado desde siempre. La caridad cristiana no es más que el sentimiento de culpabilidad y éste nos mantiene presos de unos grilletes que nos han obligado a ponernos. Mientras tanto, en el Vaticano siguen repartiendo ostias divinas, de oro, y los poderosos despilfarran para olvidar sus múltiples mierdas. No se puede permitir y desde aquí, desde estas pocas palabras me gustaría animar a todo el que las lea a no sentirse mal por tener lo que tiene porque no ha sido gracias a nadie. Si no hemos nacido en Africa o dondequiera que sea ha sido por pura casualidad. Aquí nadie te regala absolutamente nada.
También, en cuanto a la familia se refiere, tengo algo que decir. ¿Por qué debemos aparentar llevarnos bien con alguien que no nos gusta? Igual que no escogemos el lugar geográfico donde nacemos, tampoco tenemos voto para decidir el seno familiar en el que nacemos y, del mismo modo, no podemos elegir a los componentes del mismo. No veo porque hay que aparentar ser felices cuando no lo somos sólo porque sea época de ser felices. No es justo que nos digan que si comemos turrón en familia seremos más afines. No entiendo cómo es posible que se continuen celebrando estas fiestas y no entiendo cómo ni por qué nadie se atreve a renegar de ellas, pero de verdad, con actos, cuando está tan claro que existen no para nuestro bienestar sino para nuestra infelicidad.
El consumo es una manera de llenar los huecos que nos quedan por dentro. Ese vacío que sentimos cuando nos sentimos desdichados se traduce en consumismo. Nos pensamos que por adquirir más y más artículos de moda o de lo que sea vamos a llegar a ser más felices. El marketing se ha encargado durante décadas de hacérnoslo creer y algo que está tan interiorizado en la memoria histórica de los hombres es muy difícil por no decir imposible de erradicar. Para lograrlo, debería de estar implantada la capacidad de reflexión pero el mismo sistema ya se encarga de hacernos crecer como borregos.
La nochevieja, la excusa perfecta para ponerse hasta el culo de todo... y si te preguntan di que era nochevieja...