Film poster for Little Children - Copyright 2006, New Line Cinema (Photo credit: Wikipedia)
"Little Children" (horriblemente traducida como "Juegos secretos" aquí), empieza a introducirnos muy suavemente en la vida del vecindario donde habita la infeliz Sarah Pierce (Kate Winslet), la protagonista, una mujer que se sienta en un banco del parque distanciada de las típicas vecinas del barrio, reunidas para chismorrear de todo lo que se les ponga por delante.
Ultimamente se han fijado en un chico que acude al parque con su hijo, un hombre atractivo al que todas querrían en su alcoba, más allá de si su estado civil es el de casada o soltera. Cómo no, de boquilla. Ahí hacen sus quinielas sobre la posible soledad del chico, de quien debe ser, de quien se habrá separado, y ese largo etc...
No voy a contar más. Ahí empieza el relato fascinante, subyugante, impresionante y excelente de nuestra sociedad, a través de distintas situaciones y personajes que irán cruzando sus vidas a lo largo de todo el metraje. Una fábula moderna que disecciona, en una historia compleja y completa, los pequeños y grandes males del mundo en que vivimos, que empiezan, precisamente, con situaciones como las del parque. La historia se va haciendo grande, los objetivos de la película enormes, y si tienes paciencia al verla, no quieres que pasen cosas rapidamente, y optas por la actitud del que degusta y piensa al ver una película, acabarás encontrándote con un film enorme.
La soledad, la comodidad, las frustraciones de cada uno, el culpar a alguien de todos tus males, el alegrarse de la desgracia ajena, el marginar a quien puedas marginar, todo ello para obtener el beneficio propio y sentirte más correcto e importante dentro de una sociedad en realidad podrida, hace que las situaciones se disparen hacia el precipicio moral, dándonos cuenta de que estamos habitando un mundo conformado por niños vestidos de adultos, con la máscara de la hipocresía reinando y campando a sus anchas. Una sociedad en contínua alarma con tal de preservar su supuesto bienestar, aunque se le puede dar la vuelta a todo lo que vemos.
Cover of Little Children
Quiero destacar la labor del director, Todd Field, un maestro que maneja con asombrosa habilidad estos argumentos, como ya demostró en otro film menospreciado como es "En la Habitación". Su genialidad me hace admirarlo hasta decir basta.
Quedaros con todos los detalles de la película aunque al principio os parezca que están ahí porque sí. Nada más lejos de la realidad, pues este realizador lo tiene todo calculado.
Por último, hacer mención de una de las múltiples escenas que consiguen sublimar su arte, aquella en que las mujeres del barrio se reúnen para hacer esto que se ha puesto tan de moda entre solteros, un club de lectura. Fijaros en la mala interpretación que se hace del libro "Madame Bovary", y como el arte puede ser interpretado de mil maneras distintas según sean tus convicciones, creencias, y sobretodo, secretos y falsedades.
Destaco también la escena de la piscina y la nominación al Oscar a mejor secundario a Jackie Earl Haley, que interpreta a un pedófilo sobre el que gira buena parte del engranaje del filme.
Intentemos juzgar cualquier obra con objetividad, mucho más allá de lo que consideremos correcto o deleznable. Las películas, los libros, las series, quieren que abramos nuevas ventanas en nuestra percepción, que nos planteemos las cosas desde nuevos puntos de vista, y por supuesto, también podemos reforzar nuestros argumentos.
Sólo con esta actitud, valga la redundancia, podremos disfrutar libremente de una película como esta, insisto, IMPRESCINDIBLE.