Y es que estamos ante una película que refleja la propia juventud del director, llena de recuerdos y aventuras, con una gran carga emocional. Esas son las claves principales para que todos nos sintamos tan identificados con lo que vemos a lo largo del metraje, llevándonos a recordar los momentos inolvidables de nuestro pasado.
Un film independiente que emociona, divierte e invita a la reflexión a partes iguales, con un guión muy sensible que narra la historia de Darío, un adolescente que, afectado por la separación de sus padres, descuida sus estudios y se escapa de casa para vivir en la calle.
Guzmán le ha dedicado 10 años de su vida al proyecto, con muchos esfuerzos y sacrificios que ahora tienen su recompensa, pues esta película marcará un antes y un después en su carrera: el joven director, al que todos nos despierta simpatía, consigue centrar nuestra atención en una historia muy entrañable y personal, en el que nos cuenta la historia de Darío, un chaval de 16 años, que disfruta de la vida junto a su mejor amigo y vecino, Luismi.
La amistad que los dos mantienen desde chiquitos es incondicional: se conocen desde pequeños, y han ido pasando por todos los trances de la vida juntos. La relación entre ellos sobresale dentro de la película, y nos hace percibir un gran trabajo de dirección actoral muy intenso. Y es que ser actor durante tantos años es muy importante en el momento de dirigir a otros actores, aunque éstos no sean profesionales.
Dentro de la relación de los dos chavales, habrá un hecho clave: la separación de los padres de Darío romperá su felicidad y provocará que éste escape de casa huyendo de su infierno familiar.
Sus primeros pasos en el trabajo le enseñarán el oficio y los beneficios de la vida con un personaje del que no solo no olvidaremos su nombre: Catalimpia. Como tampoco olvidaremos a Antonia, una anciana con quien descubrirá otra forma de ver la vida.
A partir de ahí, Luismi, Caralimpia y Antonia se convierten en su nueva familia en un verano que les cambiará la vida...
El excelente elenco de la película cuenta con una invitada muy especial: la propia abuela del director, Antonia Guzmán, de 92 años, que en el film da cobijo al protagonista. Junto a ella, los actores Luis Tosar, Miguel Herrán y Antonio Bachiller.
Guzmán ha construido unos personajes llenos de vida, de carne y hueso, muy reconocibles para cualquier tipo de público, pues todos hemos sido jovenes, que están envueltos en sus propias circunstancias y que, alejados de cualquier tipo de moralidad, intentarán sobrevivir día a día.
"A cambio de nada" es una excelente producción fruto de la unión de La Competencia, El Niño Producciones, Ulula Films, La Mirada Oblicua y Zirco Cine, Amir, Luis Pérez G. y Telefónica Studios, con la participación de Televisión Española (TVE), Canal Sur (RTVA) y CANAL+ que corre a cargo de Pablo Nogueroles, César Rodríguez e Íñigo Pérez Tabernero.
Daniel Guzmán inició su carrera en la escritura y dirección de películas con el cortometraje “Inseguridad”. Posteriormente realizó el documental “Mar de Fondo” y en 2003 ganó el Premio Goya al Mejor Cortometraje de Ficción con el cortometraje “Sueños”, la Espiga de Oro al mejor cortometraje en el Festival de Cine Internacional de Valladolid y más de setenta premios nacionales e internacionales.
Fue emocionante ver la entrega de los premios Goya, tanto cuando le dieron el actor revelación al chaval, como cuando le dieron el de director novel a Guzmán. Me emocioné de verlos emocionados a ellos. Muy agradecido el chaval, y no es para menos, a Guzmán.