Todo el cine sueco que he visto me ha encantado y esta película no podía ser menos. Desde Bergman hasta directores menos conocidos como Moodysson pasando por piezas de coleccionista como "Déjame entrar" o "Fucking Amal". Tienen un ritmo propio, personalidad. Están provistas de un no sé qué que embelesa los sentidos y te arrastra hacia la pantalla.
Tenía reparos en ver la película pues la ciencia ficción, los vampiros, zombies, sucesos paranormales, se suelen tener con pinzas y hay que ir con mucho cuidado a la hora de tratar estos temas para no caer en los clichés y estereotipos que ya conocemos. Una película más sobre vampiros... NO... no es una película más sobre vampiros. No es una película de miedo o lo que sea que hayan dicho por ahí que es. Es un filme de AMOR.
Trata la historia de amor entre un niño y, aparentemente, una niña. Y digo aparentemente porque ella no es una niña humana, es una vampira o vampiresa (que me corrijan los puristas del género). Habla de la aceptación del uno hacia el otro aún cuando se hayan descubierto nuestros más oscuros secretos. Aún cuando hayamos mostrado la parte más sombría de nosotros mismos, aún cuando lo que sea que llevamos en nuestro interior pueda parecer aterrador. Habla de cuidar el uno del otro, de respeto, de sorber la vida poco a poco. Habla de la inocencia que se puede llegar a tener aún cuando uno es un monstruo de cara al mundo real. Y es que se debe diferenciar el mundo exterior del interior y nada tienen que ver el uno con el otro así se entiende que una niña que va matando salvajemente (es el vampiro más salvaje que he visto en pantalla) a las personas para alimentar ese "oscuro pasajero" que lleva dentro pueda, a la vez, ser tan dulce y parecer tan inocente.
Y todo este discurso se lleva a cabo de una manera que hechiza. No logro explicar qué es lo que hipnotiza pero hay algo en la película que hace que te metas dentro y estés viviendo aquello que te están contando. Pausadamente se va desarrollando el argumento y deseas que no se acabe nunca, que la película siga adelante, que hagan una serie de la misma, que te cuenten más. Pero no hay más, el mensaje está entregado bajo la forma de una inmensa metáfora que pasa a ser una de las películas que más me han gustado.
Desde aquí animo a verla a todos los que busquen la diferencia.