Aprovechando la reciente publicación de "Quant en demanes?" me pongo en contacto con su ilustradora Lyona Ivanova para charlar, entre otras cosas, sobre temas tan diferentes como pueden ser la nostalgia y los miedos.
Y la persona resulta tan interesante como todas las facetas artísticas en las que se maneja con una facilidad más que contrastada...
CC: Se te puede considerar una artista polifacética: videos musicales, libros de ilustraciones y pequeñas historias. ¿Te ves en el futuro asumiendo proyectos de mayor envergadura? Películas y novelas gráficas a lo bestia, tipo Watchmen...
LI: Es el sueño de mi vida. Como objetivo en la vida tengo hacer una película. Y, con hacer una, ya me doy por satisfecha. Ahora mismo tengo una idea para una peli, estamos haciendo el tratamiento, pero cuesta conseguir subvención, financiación, dinero para llevar a cabo el proyecto. Es durillo, pero las ganas están. También estoy desarrollando una serie: es un proyecto, y ahí estamos también.
CC: "Jo mataré monstres per tu" es un trabajo que hiciste con Santi Balmes y trata un poco lo que es el miedo a lo desconocido, enfocado en la versión de una niña.. Ahora estás en la década de los 30... ¿Qué te asustaba de pequeña y que te asusta ahora?
LI: Creo que me asusta lo mismo: los payasos. No sé, desde pequeña les tengo un miedo bastante irracional, y todavía ahora veo un payaso y me da mucho miedo. Pero no he tenido miedo a los monstruos o a la oscuridad y no he sido muy miedica, la verdad... Con la edad también pillas miedos más tontos, como a las alturas, a subirte en montañas rusas y mierdas de esas. Creo que eres más consciente de la muerte que cuando eres pequeño, pero la verdad es que no tengo muchos miedos.
CC: Seguimos con "Jo mataré monstres per tu". Hubo una polémica con el diseño del monstruo, de Anitram. Ciertas cadenas de ropa han plagiado tu diseño para usarlo en algunos productos. Ante un caso así ¿qué se hace? ¿se denuncia, se intenta llegar a una especie de colaboración con la empresa o es una como una guerra perdida?
LI: Es bastante una guerra perdida. Al principio, las veces que veía diseños que se parecían decía "pff... bueno, se parece, pero al final mi monstruo es algo muy sencillo: es un monstruo rosa, peludito, con dos cuernos, no es muy difícil llegar a ese diseño". A veces alguna persona me lo mandaba "He visto esto, ¿es tuyo?".
Yo soy como muy ingenua y me gusta pensar que no hay mala leche detrás de todo ello. Pero llega un momento en que la gente te va preguntando tanto si es tuyo, que al final dices "ostia, lo que me da más miedo es que la gente se piense que realmente es mío", y ha sucedido que hay gente se lo ha comprado pensando que era Anitram.
La primera vez que me pasó fue con Women's Secret, me puse en contacto con la abogada de la APIC y mandamos un burofax pidiendo que retiraran el diseño, porque creaba confusión. Me contestaron un e-mail super agresivo, diciendo que el personaje no se parecía ni en el color, ni en los detalles ni en la forma. Se amparan en que están en un grupo tan fuerte que te acojonas, porque si pierdes el juicio tienes que pagar los costes de tu abogado, los costes del juicio y los costes de su parte. Las siguientes veces que me ha pasado, lo único que he hecho ha sido decirlo por mis redes en plan "gente, no tengo nada que ver con esto". Porque me da rabia que piensen que estoy trabajando para Zara o para Cortefiel...
CC: En tus redes sociales publicaste que habías visitado tu antigua escuela "Pau Vila" para dar una charla en relación a tus cuentos a los alumnos. Comentabas el reencuentro con antiguos profesores y alumnos que ahora son padres de familia y que seguramente tienen un trabajo/estilo de vida más standard. ¿Crees que quizás tuviste el valor que mucha gente no tiene para intentar ganarte la vida con algo que no es habitual y que tiene un riesgo mucho mayor?
LI: Es que yo siempre lo he tenido muy claro. Desde muy pequeñita quería hacer cine, cosas artísticas o artesanas. Mis padres trabajaban haciendo cerámica y mi abuelo era el programador del cine del pueblo, y desde pequeña he vivido en un entorno en el que las cosas que se hacían eran más tirando a lo artístico.
Me acuerdo que cuando decidí estudiar cine todo el mundo me decía "¿pero qué haces?!!! ¿estás loca?!!!, no vas a encontrar trabajo!!!" . Y yo pensaba "bueno, si hace falta luego ya trabajaré de lo que sea, pero dejadme que al menos estudie lo que me apasiona".
Ahora mismo puedo vivir más o menos de esto, pero quizás dentro de unos años tendré que buscarme un trabajo más normal. Y veo a mis ex compañeros de clase y pienso "bueno, yo tengo un tipo de vida, ellos tienen otro". Joder... ellos tienen hijos, tienen una casa, tienen coche, y luego pienso que yo no tengo nada. Pero bueno, a mí me hace feliz este tipo de vida.
CC: Sobre el tema de los videos musicales, has repetido colaboraciones Por ejemplo con Mürfila y Love of Lesbian. A la hora del proceso de creación de lo que es la historia que va a ilustrar/acompañar la canción, ¿qué tanto por ciento de libertad creativa tienes?
LI: Tengo la suerte de que me hayan dado muchísima libertad, quizás porque eran grupos bastante independientes y no estaban con una discográfica. Me han dicho "mira, ahí tienes la canción, haz lo que quieras...". Y así ha sido con todos los videos de Love of Lesbian. Con Mürfila hemos trabajado más mano a mano, porque somos amigas. Ella ha estudiado cine y a mí me gusta trabajar en equipo. Casi el 100% me ha dado libertad artística total. Sólo una vez los de Sidonie, para un videoclip que hicimos de "El Incendio", me dijeron "lo único que queremos es que no salga fuego".
CC: Siguiendo con los videos, hace poco ha salido a la luz el vídeo de "Stop the World" que es pura esencia ochenta y un homenaje a la película "La chica de rosa". En los comentarios de la gente hay mucho de nostalgia. A veces hay la sensación de que todo lo que es de épocas anteriores es mejor. ¿Tú crees que es porque se asocia a los teóricos mejores años de nuestra vida? ¿O hay algo de razón en eso, en que ahora ya no hay originalidad y las mejores historias ya están contadas?
LI: Yo creo que es una mezcla. Por un lado, los 80 nos pillaron en nuestra infancia / adolescencia, que es cuando las cosas te marcan más. Por ejemplo, a mi ahora me cuesta mucho que un grupo de música me impacte como cuando tenía 14 años. O que una película me flipe como me flipó, por ejemplo, "Eduardo Manostijeras". Creo que es porque estás en una edad en que eres mucho más impresionable y que todo lo vives con mucha más pasión.
Y, aparte de eso, si miras y comparas el cine de los 80 con lo que están haciendo actualmente en Hollywood, hay un abismo. El otro día volví a ver "Los Goonies", y joder... ¡qué cojones!... Empezar una peli infantil con un tío suicidándose es muy fuerte.
Y ahora tienes cómics, superhéroes y mil remakes de mil películas. Realmente cuesta mucho encontrar cosas originales. Luego, si te paras a mirar el cine más independiente, el cine europeo y el asiático, allí encuentras cosas increíbles. Pero si comparas el mainstream, yo creo que el de los 80 le da mil patadas al mainstream actual.
CC: Hace poco leía un tweet de Angel Sala en el que criticaba la costumbre que se había cogido de atacar películas de estudio, que en el fondo no estaban tan mal, y a la vez alabar películas indie inflándolas un poco. ¿Crees que existe el riesgo de asociar indie con calidad, como por sistema?
LI: Si. Por ejemplo, puedes decir que te gusta Spielberg, pero quizás no esté bien visto desde ambientes más intelectuales o más snob. Evidentemente, ¡¡¡no puedes decir que Spielberg no sea un gran director!!! Pero sí que es verdad que hay una tendencia a decir que lo indie es más interesante o distinto. A mi no me gusta generalizar, me gustan desde comedias románticas super cutres, super mainstream, hasta la peli coreana más underground. Me gustan las películas por lo que son, no por donde vienen. No por ser indie tiene que ser bueno, pero sí que hay esa tendencia en sectores más intelectuales y más "cool".
CC: "Mis primeros primeros besos". Hablemos del tercer primer primer beso. Estás en el instituto y citas "y le pedí de salir porque a esa edad se hacía eso, pedir para salir. Ahora ya no... ahora ya no sabemos lo que hacemos". ¿Con los años dejamos de tener una especie de manual de instrucciones en lo que se refiere a relaciones personales?
LI: Si, supongo que si.. Cuando eres niño, incluso tus amigos te lo decían: "pues tienes que pedirle de salir". Era como todo más fácil, ¿no?. Ahora es todo más como que no sabes... conoces a alguien, empiezas a salir, pero no sabes si estás saliendo, si eres novi@... Necesitas más tiempo para solidificar la relación o ponerle un nombre. Y también las épocas, que eran los 80 y teníamos una ingenuidad y éramos muy inocentes. Ahora mismo los adolescentes ya están para otras cosas.
CC: Presentaste el otro día "Quant en demanes?", colaboración con Alex Maruny inspirada en conversaciones que se pueden encontrar en Wallapop. Yo me encuentro que cada "X" tiempo sale algo nuevo. ¿Crees que hay una edad para dejar de estar en la onda de todo eso? Yo te lo digo porque, algo tan tonto como un spinner, me supone un trabajazo averiguar para qué es...
LI: Yo la verdad es que cada vez estoy más apartada, pero porque creo que no puedes seguir la velocidad de las aplicaciones que van saliendo. Yo soy muy fan de Instagram, pero porque es una aplicación como muy sencilla, es una foto y un texto. Copia un poco la forma del Fotolog, que es con la que yo empecé a usar las redes sociales. Pero, por ejemplo, hace dos años salió Snapchat y eso ya me quedaba muy lejos. "¿Ahora tengo que hacer videos con cara de perro?". Me mantengo con el Facebook, el Twitter y el Instagram, y con eso voy tirando. Y luego está Wallapop, que para mi ha sido brutal: para los videoclips, para encontrar atrezzo...
CC: Una última pregunta. ¿Crees que este país, a día de hoy, necesita más "Lyonnas"?. Lo comento porque parece que estamos un poco a años luz respecto a otros países en lo que a ilustración se refiere.
LI: Yo creo que, justamente en ilustración, hay muchas chicas ilustradoras, y muy interesantes. Está saliendo gente que me alucina bastante, y que están llegando al público. Pero, por pedir, faltan muchas más. Y en el mundo del cine todavía más, porque sí que es verdad que en ilustración veo muchas chicas, pero en el mundo del cine "ostia, cuesta mucho"