A mi juicio, Axel PiCavallero es uno de los mejores baterías de este país y además es miembro de una de las bandas más importantes ahora mismo dentro del panorama musical nacional: Sidonie.
Axel es un tío muy afable. Da gusto hablar con él y escucharle. Es consciente del momento que está viviendo profesionalmente y del estado de la música en nuestro país. De esto y de muchas otras cosas hablamos durante un agradable desayuno en una cafetería de Barcelona.
- A lo largo del último año me habéis sorprendido varias veces. El año pasado en el Sonorama presentabais El Fluido García y recuerdo que independientemente al concierto que disteis en el escenario principal, os marcasteis un concierto en la Plaza del Trigo a las dos de la tarde en el que solo tocasteis versiones de otra gente. ¿De dónde salió esa idea?
- Quisimos desglosar parte de nuestro ADN en ese concierto. Quisimos rescatar muchas de esas versiones que tocábamos cuando empezamos. Canciones con las que los tres conectamos enseguida antes de hacer composiciones propias.
- ¿Eran canciones que os habían llegado en algún momento de manera individual o como grupo?
- La gracia está en que entre nosotros la conexión fue muy bestia desde el primer momento, debido quizás a que venimos del mismo lugar. Nos gustaban y nos siguen gustando las mismas cosas a nivel musical. Luego cada uno se puede ir hacia otro lado completamente distinto, lo cual también es enriquecedor para la banda.
Recuerdo que corría el año 95 cuando fui a una tienda de baterías del centro de Barcelona a buscar recambios y me fijé en un anuncio en el que se buscaba batería para montar un grupo con influencias de The Velvet Underground, Jimi Hendrix, The Byrds, The Doors, The Beatles, The Rolling Stones, Pink Floyd de Syd Barrett (y esa especificación me robó el corazón), Love, David Bowie, psicodélia de United Kingdom…
Reportaje encadenado CEC Música: 1967, el año de la psicodelia por excelencia.
Català: Fotografia del grup de música Sidonie. (Photo credit: Wikipedia)
- Joder, ¿todo eso en un solo cartel?
- (Risas) Sí, en un papelito. Y pensé: Mira, es la primera vez que veo tantas bandas juntas citadas por alguien que coincide tanto con mis gustos. Al menos con lo que en ese momento yo estaba escuchando. Llamé a ese número, hablé con Marc y quedamos para tocar.
Lo primero que tocamos fue “Purple Haze” de Hendrix y después “Rebel Rebel” de Bowie, y luego seguimos con repertorio de Beatles, Stones. Después de eso nos dimos cuenta de que compartíamos el mismo lenguaje y que nos gustaba lo mismo; que todo lo que tocábamos o versionábamos, lo hacíamos con la misma sensibilidad, que es la que luego definió el carácter del grupo. Fue espectacular ese momento, de verdad…
Realmente, entre los tres tenemos una conexión especial relacionada con el género psicodélico y con la música pop de los 60. Y eso es lo que nos une. Lo que siempre está ahí. Mas allá de que luego cada uno tire hacia un sitio u otro y que no coincidamos en algunos gustos, lo cual es raro que ocurra, eso siempre forma parte de un núcleo que compartimos los tres de una forma muy fuerte.
- ¿Independientemente de ese núcleo de unión, cada trabajo que sacáis puede tirar hacia un lado o hacia otro?
- Cierto. Cada trabajo puede tirar hacia un lado o hacia otro, y eso forma parte de nuestra filosofía a la hora de construir una carrera. Los cambios radicales de dirección siempre se han debido a inquietudes que los tres hemos sentido a la vez.
Esa conexión es la que tuvimos al conocernos y es la que quisimos reflejar en la Plaza del Trigo de Sonorama 2012. Fue un capricho y es un privilegio para nosotros poder decir: Estuvimos ahí haciendo aquello.
Y es que además nos lo pasamos teta versionando, por ejemplo, T Rex, Scott Walker o 13th Floor Elevators. Fue una pasada...