Hay una carta para ti
Estimados lectores...
Gracias por compartir vuestro tiempo. Gracias por contribuir a nuestro proyecto con vuestra presencia, vuestra lectura, vuestras preguntas, vuestras dudas. Gracias por estar al otro lado de esta humilde página desde una dimensión todavía desconocida por la mayor parte de la raza humana. Que sepáis que es un auténtico placer dedicaros nuestro tiempo.
CEC empezó como un proyecto común de un grupo de individuos que compartían la misma visión de nuestro tiempo: es lo que hoy llamamos LA GENERACIÓN DEL 20 y que, en estos momentos de la historia, goza de total anonimato. No queremos basarnos en la realidad que nos "ofrece" el mundo interesadamente, sino crear una base propia, libre de influencias interesadas, con un vocabulario específico, ensalzando una cualidades determinadas, proclamando la independencia y libertad personal y profesional lejos del mundanal ruido y el "más de lo mismo".
No le encontramos sentido a la vida tal cual está montada, pues todo podría ser todo mucho mejor. La vida podría ser maravillosa, pero todos sabemos que no lo es. Por eso buscamos refugio en la ficción, en mundos paralelos posibles o imposibles.
No nos gusta el sistema de trabajo en cadena creado para lobotomizarnos, que también nos impide explotar la infinidad de nuestras mentes. El sistema educativo, que empieza en nuestro hogar y tiene su continuación en la escuela, limita y constriñe nuestras posibilidades, preparándonos para aceptar un rol en la sociedad que otras generaciones -con las que no tenemos nada que ver- han montado. Nacemos en un momento y lugar en particular, y en el seno de una familia determinada por los caprichos de la Naturaleza, pero no podemos sentirnos eximidos de la responsabilidad que tenemos con nosotros mismos y, por extensión, con los demás. Somos animales, cierto, pero dotados de uno de los órganos más alucinantes y desconocidos que existen: el cerebro y su ilimitada capacidad de comprensión, SUPERACIÓN, reflexión y creatividad.
Muy al contrario de lo que nos venden, la educación nos enseña a perder capacidad, a amoldarnos y aceptar una serie de normas intrínsecas. Nos embute unos conceptos sedimentados a lo largo de la Historia que, si bien se han dado por buenos, nunca han sido demostrados como tales: tan solo han sido legitimados por la inmensa mayoría.
Es más que probable que la visión que tenemos de ciertas realidades no sea la nuestra propia, sino la que fue inoculada por otros, con buena o mala intención. Quizás con ignorancia. Un hecho que afectará y subjetivizará nuestra forma de ser y estar. Es extremadamente difícil explicar este punto pues no sólo se puede verbalizar, sino que hay que sentirlo desde las entrañas y profundidades.
EL GRAN RETO: SER NOSOTROS MISMOS, LIBRES E INDEPENDIENTES DE CUALQUIER PODER O AUTORIDAD
Con nuestra labor, difundiendo las siempres denhostadas cultura y ficción -que son y serán nuestra única realidad-, pretendemos poner estos axiomas en entredicho y aliviar las conciencias rompiendo esquemas, quitando etiquetas a todas esas obviedades que no son ni tan obvias ni tan reales como pretenden hacernos creer. Ante esto os instamos, queridos lectores, a que hagáis el ejercicio y os pongáis a prueba...
¿Qué es lo que das por supuesto, y en lo que nunca has pensado sino que sencillamente lo has aceptado?
Esta realidad está tan profundamente implantada, que su sólo cuestionamiento resultará doloroso. Y nuestro cerebro recibirá una descarga parecida a un "¿cómo es posible que me esté planteando esto, si parece que es una realidad indiscutible? Será entonces cuando las preguntas que os formuléis serán las acertadas. Hay que tener valor.
"Mis padres no me quieren" porque unos padres que quieren no deben ESPERAR nada de su progenie, más allá de su felicidad, sea ésta la que sea. Y pueden estar en desacuerdo pero deben, por amor, respetar las decisiones de sus hijos, sin criticar por criticar por la espalda, sin argumentos, y sin desear que esa decisión vaya mal para demostrar cuanta razón tenían ellos. Porque duele. Porque eso no es amor.
"Mi madre nunca me quiso porque una madre que quiere no humilla, desprecia, engaña a su hijo/a."
"Mi hijo no me quiere" porque un hijo/a que quiere no se burla, humilla ni desprecia a sus padres.
"Mi marido/pareja con la que llevo años no me quiere, porque entre dos personas que se tienen aprecio no tiene cabida la mentira u omisión, aunque esté socialmente aceptado que la mentira blanca o piadosa impida que el otro sufra en ciertas cuestiones..."
Son estas las realidades que debemos querer desenmascarar y que nos duelen, pues causan un profundo hueco en nuestro interior, y atacan de frente una estructura vital que nos da una falsa seguridad. Es la teoría de las bases falsas que se erigen sobre las estructuras que nos vienen dadas de serie y que son APRENDIDAS, NORMALIZADAS Y SOCIALIZADAS.
Con el tiempo confundimos los términos provenientes del exterior con aquellos que nos son naturalmente propios, y nos hacen acallar la sensación de discordancia haciendo la vista gorda a esa pugna interna de descuadre. Nuestra labor desde CEC es animar a que resurjan de nuestras profundidades las esencias primitivas de cada uno, las que nos vienen dadas de serie y que no son fruto de la culturización ni de la seleccionada educación. Nuestro deber, como medio independiente que somos, es crecer con vosotros día a día, y entre todos contribuir al despliegue y expansión de nuestras mejores cualidades: la bondad, la inteligencia, la intuición, el respeto y la autoestima, haciendo de esta sociedad un lugar mejor. Digan lo que digan en el resto del mundo, y aunque la gran mayoría de medios apuesten por todo lo contrario.
Exigimos euforia y sentirnos en plena libertad de ahondar en las cuestiones de vital importancia. De profundizar, y no quedarnos nunca en la superficie. Denunciar los crímenes contra la humanidad empezando por los más pequeños, los que más nos afectan y encarcelan, siempre perpetrados por aquellos que representan el poder y la autoridad, y siempre autorizados por nuestros allegados. Tomar conciencia de ellos, desacreditarlos y tirarse al vacío con la supuesta inseguridad que nos han vendido que eso provoca, son los primeros pasos para llegar a ser lo que realmente podemos llegar a ser.
Queremos una vida de 10 y para eso necesitamos una base de 10... en CEC creemos en el crecimiento personal dejando de lado los quistes y calcificaciones que el tiempo nos impone, pues éste tiene la capacidad de ser amigo y enemigo a la vez, dependiendo de la ladera del río en la que nos encontremos.
Os invitamos a seguir creciendo y participando con nosotros a desenmascarar a los pocos que afectan a los muchos.
Un fuerte abrazo de parte de todo el equipo CEC.
No es preciso escribir un libro pero creo a mi modesto entender que podrias dedicarte poner todas estas ideas por escrito, ya sea en un blog, cooperaciòn en algùn periòdico y cosas por el estilo.
Muchos saludos
Mimi