Los internautas británicos que reincidan en las descargas ilegales serán desconectados de la red, ha anunciado hoy el ministro de Empresa, Peter Mandelson. Una medida que sigue los pasos a la tomada en Francia por el Gobierno Sarkozy. En una intervención ante un foro organizado por el Gobierno para debatir sobre los derechos de autor, Mandelson ha anunciado que se está estudiando introducir una medida similar a la aprobada en Francia.
El ministro dijo que se tratará de una medida que se aplicará como última alternativa y que sólo entrará en vigor una vez que los "piratas" hayan recibido previamente dos cartas de advertencia. "No espero que se produzcan suspensiones masivas del servicio. La gente recibirá dos notificaciones y si se llega al punto de desconectarles de la red tendrán la oportunidad de recurrir", dijo.
Frente a esta medida coercitiva, Mandelson aseguró que el plan del Gobierno para frenar la piratería incluye también introducir una legislación menos estricta en materia de copyright, sobre todo si el material descargado se utiliza únicamente en el ámbito privado. Mandelson asegura que las industrias relacionadas con los derechos de autor dan empleo en el Reino Unido ados millones de personas y que generan anualmente unos 16.000 millones de libras (17.670 millones de euros ).
El objetivo de la nueva legislación, que deberá contar con el visto bueno de la Unión Europea (UE), es frenar a la gente que de manera habitual utiliza programas para encontrar y descargar ilegalmente archivos. Mandelson se declara impactado por las cifras facilitadas por la industria, según las cuales sólo una de cada 20 canciones que se descargan en el Reino Unido se bajan de manera legal. "No podemos quedarnos sentados y no hacer nada", ha declarado el ministro, quien admite no obstante que "la legislación y su aplicación sólo pueden ser parte de la solución del problema". A la larga, argumenta, es necesario también que la industria encuentre nuevas y más baratas maneras para que los usuarios se puedan descargar legalmente los contenidos desde Internet.
El hecho de que el control de las descargas tenga un coste que deberá ser asumido parcialmente por los proveedores de Internet ha colocado a éstos en contra de la medida. Incluso han abierto una web, reclamando que no se aplique la desconexión.
FUENTE: ELPAÍS.COM