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Alice Cooper sabía que el furor por el heavy metal estaba pasando. Tenía que reblandecer su estilo, y adaptarse a un rock mas comercial que sintonizara con los nuevos tiempos.
Así que, ni corto ni perezoso reclutó los servicios del compositor Desmond child, un nombre invisible que hizo famoso a bandas como Bon Jovi, expertos en estas cuestiones de "vender". El resultado fue uno de los álbumes más vendidos de Alice Cooper. Un producto fabricado para ser vendido... pero al menos un caramelo de calidad.
El sonido y la furia, RNE.