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El escritor estadounidense Jerome David Salinger, autor entre otras obras de El guardián entre el centeno (1951), ha muerto por causas naturales a la edad de 91 años.
Su agente literario Phyllis Westber ha declarado que el novelista falleció anteayer miércoles en su casa de New Hampshire (EE.UU.) tras vivir los últimos años en una reclusión elegida por él mismo.
El escritor se había roto una cadera el pasado mes de mayo y se había recuperado bien, ha dicho Wesberg, que también ha señalado que su salud se deterioró a principios de año.
"No sufrió ningún dolor en el momento de su muerte", ha añadido la representante mediante un comunicado de prensa en el que también ha subrayado el deseo del autor de llevar una vida apartada y "defendiendo su privacidad a toda costa".
La familia de Salinger, señala el comunicado, "pide respeto hacia él, su trabajo y su privacidad, así como la de la familia, en términos individuales y colectivos".
Al autor le echaran de menos los pocos que consideraba cercanos y lo muchos lectores que amaban su escritura
"Salinger subrayó que estaba en este mundo, pero no era parte de él", ha dicho la representante, su espíritu está con su familia "y con aquellos que él amaba, independientemente de que fueran figuras históricas, religiosas, amigos personales o personajes de ficción" ha afirmado.
Wesberg ha señalado que al autor "le echaran de menos los pocos que consideraba cercanos y lo muchos lectores que amaban su escritura".
Un clásico de la literatura
Nacido en 1919 en Manhattan, Nueva York, durante su juventud trabajó en The New Yorker pero su carrera periodística se vio truncada cuando tuvo que marcharse a la guerra en 1944, año en el que participó en el desembarco de Normandía el 6 de agosto de 1944.
Su obra cumbre, El guardián entre el centeno, convertida en un clásico de la literatura americana se publicó en 1951, ha sido traducida a numerosas lenguas y ha vendido más de 65 millones de copias.
Una novela universal que describe el mundo en que vivimos desde la perspectiva de un adolescente.
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A esta famosa novela le siguieron otros títulos como Nueve cuentos (1953), Franny and Zooey y Raise high the roof beam, carpenters (1963) y Seymour:-An introduction. Sú último obra publicada data de 1965.
Continuó escribiendo pero de una manera privada sin intención alguna de volver a publicar. Desde siempre defendió con dureza su intimidad, hasta el punto de ordenar la supresión de su fotografía de las ediciones de sus publicaciones.
Salinger, que llevaba décadas alejado de la sociedad y ajeno a la fama, se vio envuelto en diversas tramas judiciales a lo largo de su carrera y recurrió a los tribunales en diferentes ocasiones.
Demandas judiciales
La última en 2009 cuando presentó una demanda en Nueva York contra sueco Fredrik Colting, quien con el seudónimo de "J.D.California" publicó una novela titulada 60 Years Later: Coming Through the Rye (60 años después: recuperándose del centeno), que pretendía ser una secuela de The Catch in the Rye.
También en 1982 recurrió a la justicia para impedir la publicación de una entrevista falsa en una revista de Estados Unidos, y en 1987 luchó para prohibir la impresión de una biografía que no había autorizado.
En los noventa, el solitario escritor volvió a ocupar la atención mediática por la publicación de los libros de memorias escritos por su ex amante Joyce Maynard y su hija Margaret Salinger.
J.D Salinger llevaba años retirado de la vida pública, sus vecinos de Cornish raramente le veían, nunca devolvía las llamadas o las cartas de sus admiradores.
Salinger estuvo casado en dos ocasiones, su primera mujer fue una joven francesa con la que estuvo muy poco tiempo. Al regresar a los Estados Unidos contrajo de nuevo matrimonio y tuvo dos hijos. Se divorció en 1967.
Una novela de enorme e inesperado éxito y una vida de hosca reclusión. En apenas una línea podría contarse la vida de J.D. Salinger, que ha fallecido en su casa de New Hampshire a los 91 años por causas naturales, pero lo mejor, como en las novelas, son los detalles de la trayectoria de uno de los escritores estadounidense más influyentes del siglo XX, que huyó de su triunfo manteniéndose oculto durante media vida.
Jerome David Salinger nació el 1 de enero de 1919 en el seno de una familia judía acomodada de Nueva York. No destacó especialmente en los estudios, que cerró en una academia militar, para después completar su formación en Europa. Allí volvería en la Segunda Guerra Mundial como soldado voluntario y participaría en el desembarco de Normandía para después trabajar en el contraespionaje en Alemania.
Cover of The Catcher in the Rye
Desde muy joven escribía críticas de cine y cuentos. Uno de ellos, Día perfecto para el pez plátano, fue publicado en 1948 por The New Yorker. Sin embargo, su éxito fue fulgurante en 1951, cuando publicó El guardián entre el centeno (The catcher in the rye), en torno a las andanzas de un adolescente, Holden Caufield, en el Nueva York de los años cuarenta.
La novela se convirtió, desde el comienzo, en algo parecido a un mito -su lectura sigue siendo obligada en EE.UU.- y a Salinger no pareció sentarle bien el triunfo, por lo que en 1953 se retiró a Cornish, en New Hampshire. Lo que al principio sólo fue un retiro se fue convirtiendo en una cuidadosa reclusión, de forma que apenas hay imágenes del escritor.
Rechazo de la vida pública
Porque Salinger, que se comunicaba principalmente por carta con el mundo exterior, no admitía entrevistas ni premios -llegó a amenazar con demandar a las universidades que utilizaran su nombre-, luchaba contra la publicación ilegal de sus escritos y rechazaba cualquier tipo de acto público.
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Concedió una única entrevista telefónica a mediados de los 70 a The New York Times, en la que declaraba que editar sus cuentos sin su permiso suponía "una terrible intromisión en mi vida privada" y apenas hay una foto de su vejez, tomada cuando salía de un supermercado, en la que parece defenderse de la cámara.
La reclusión autoimpuesta no le impidió tener varias amantes, seducidas a través de cartas aprovechando su inmenso prestigio. Se había casado dos veces, con una alemana llamada Sylvie en Alemania -el matrimonio apenas duró unos meses- y con Claire Douglas, que soportó su indiferencia entre 1953 y 1967. Con ella tuvo una hija y un hijo.
La voluntad de ocultación de Salinger, por notable que sea, no explica en cualquier caso su fama literaria; ni siquiera es exclusivo de él: otros autores de renombre aún vivos, como Thomas Pynchon o Cormac McCarthy, apenas se muestran en público. ¿Es su obra tan determinante?
¿Habrá inéditos?
El guardián entre el centeno es indudablemente excepcional por su visión de la adolescencia -el retrato de los primeros adolescentes consumistas, los primeros rebeldes sin causa- y, sobre todo, por su lenguaje rompedor; de hecho, la innovación lingüística es lo que sostiene en su mayor parte una trama en la que, de ser sinceros, apenas ocurre nada notable.
El resto de su obra se resume pronto: la admirada recopilación Nueve cuentos (1953); otra novela Franny y Zoey (1961) y dos novelas cortas unidas en Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción (1963). Su última publicación fue un cuento, Hapworth, 16, 1924, de nuevo en su revista, The New Yorker, allá por 1965.
Los críticos coinciden en resaltar la calidad de esas obras, mucho más crípticas que El guardián entre el centeno, llenas de laberintos y silencios, una de las constantes de este autor escondido.
Ahora, con su muerte, se reaviva una pregunta que ronda desde hace décadas los mejores sueños de muchos editores: ¿Qué habrá escrito Salinger en sus 47 años de reclusión?
FUENTE: RTVE.ES
Saludos