Muchos años han pasado desde que Rent llegó por primera vez a España, alzándose en el Teatro Principal de Barcelona, teatro actualmente clausurado. Muchos años. Diecisiete concretamente. A finales de enero del 2016, se inicia el despegue del reestreno. Y claro, eso tiene un hándicap, los fans de Rent llegan con enormes expectativas e ilusiones al Casino de l’Aliança. Todas las miradas del teatro musical, puestas en el resultado de Daniel Anglès, director y máximo impulsor de la reedición en Barcelona, que además ya había interpretado el personaje de Marc Cohen en 1999.
Veinte años después de su estreno en Off-Broadway, Rent vuelve a pisar Barcelona entrando en la ciudad condal, por una puerta alternativa. El Casino de la Alianza, del barrio de Poblenou ha sido la alternativa escogida, porque según Daniel Anglès, conserva así, el espíritu de su estreno en Estados unidos.
Así pues, la opinión del resultado depende mucho de lo nostálgico y lo conservador del espectador. Cada vez que uno ve una nueva versión de una obra como Rent, fenómeno de fans mundial, se enfrenta a tener detractores. Y ahí está siempre el riesgo. Pero Daniel Anglès no se la ha jugado mucho, a la obra no le hace falta tener novedad, ahí coincidimos. El libreto de Jonathan Larson, es conmovedor, con temas universales como la vida y la muerte, amor y desamor, y posee además temas que aún hoy siguen vigentes en los grandes debates, el poder frente al arte, la falta de recursos económicos, los desahucios, las drogas, la enfermedad, entre otros.
Rent es una obra atemporal y como tal, provocadora inevitable de conversaciones profundas una vez vista la pieza entera. La música y las voces están íntegramente sacadas del libreto y su ejecución sigue trayéndonos esa piel de gallina a lo que el musical nos tiene acostumbrados.
Naturalmente es innegable la calidad de los jóvenes intérpretes sobretodo en cuanto a voz se refiere. Algunos de ellos están muy ligados al género y ya han hecho musicales como Miserables, Mar i Cel, Hoy no me puedo levantar, entre otros… Pero no son los actores del 1999 (estarían mayores para interpretar la juventud que se irradia en el musical). Así que el que tenga la idea de volver a ver exactamente el mismo musical le va a chocar algunas características y matices que dan estos nuevos actores. Tenemos a una Mimi más agresiva, un Marc un poco más “pringao” y una Maureen menos diva… Eso sí, si nos saltamos la opinión conservadora y nostálgica, la mayoría de estos matices cautivan como los “originales”. Estoy casi segura que quien vea la obra por primera vez quedará seducido por estos nuevos toques personales.
En cuanto al montaje, existen algunas pequeñas exigencias en cuanto al escenario (es bastante más pequeño que en 1999) y algunas aportaciones de Daniel Anglès. En esta versión aparece un poco más de coreografía (a veces desviando la atención de lo importante para mi gusto). Particularmente destacable el último número de Ángel y alguna que otra sorpresa que no quiero desvelar...
En cualquier caso, la nuevo versión es altamente recomendable para los antiguos seguidores de Rent. Pero desde luego lo es más para los espectadores que aún no han tenido el privilegio de vivir la experiencia Rent en un teatro. La obra juega con el espacio y con los personajes, de una manera muy elegante y esta versión no ha sido una excepción. Como siempre el espacio escénico se convierte en todos aquellos escenarios que necesitamos, a veces en tres diferentes lugares. Actualización también en los vestuarios. Suspenso en iluminación (seguramente generado por la proporcionada por la sala.
En resumen, si nunca has visto la obra no te puedes perder esta obra maestra de Jonathan Larson. Y si eres fan… en serio vas a dejar pasar la oportunidad de volver a vivir la experiencia Rent?
FOTO: JOSEP MARTÍN