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Serie Downton Abbey, una de las nuevas series de Antena 3: crítica, opinión y comentarios del equipo series de CEC
Se está comparando a esta serie con otras como "Arriba y abajo", "Los Tudor" o con películas como "Gosford park". Mal... Quienes lo hacen, no están disfrutando realmente esta serie a todos los niveles de lectura que tiene, y que son varios. Se quedan en la ambientación, el drama de época o histórico y en algunas de las similitudes argumentales. No somos de sinopsis, ya lo sabéis, sino de análisis y reflexión sobre todo aquello de lo que hablamos. Y hoy tenemos que hablar de "Downton Abbey".
"Downton Abbey" es una serie, ante todo, muy crítica. Crítica, sobretodo, con el ser humano. Con sus bajas pasiones. Con cómo, a lo largo de la Historia, y también ahora, ha gestionado, horriblemente, sus emociones, ambiciones y relaciones sociales, laborables, sentimentales.
Repetimos: crítico con la historia pero también con el ahora. Se equivocan los que la ven alejada de nuestro momento actual, pues el ser humano no evoluciona y mucho de lo que vemos en la serie aún nos afecta y nos mueve en nuestras vidas ordinarias, reales. De hecho, este es uno los dos puntos más interesantes de esta serie, y ambos demandan un trabajo extra del espectador.
El segundo es la genialidad con la que ha sido elaborado el trayecto que nos lleva a los dilemas morales que plantea, algunos de una altura máxima.
Muchos se están quedando en la superficie, ya sea en el culebrón, en la ambientación, en que es una historia de época, la buena interpretación, etc etc... Nos consta, incluso, que ni en los blogs especializados en series, nadie, ni los que sacan artículos, ni los foreros, están hablando de la profundidad que tiene esta serie, de lo que late debajo de todos esos elementos, que sí, son perfectos, pero no son lo más importante ni interesante de la serie.
Nos parece bien, que cada uno lo disfrute como quiera. Pero es una pena, y nuestra obligación y responsabilidad intentar reflejar las intenciones de los guionistas que se esconden tras ella. Digamos que es una forma poco ambiciosa de disfrutarla. Lo importante es que esta serie nos retrata a todos, y nos pone ante nuestro vergonzoso espejo humano, en un tono muy crítico, rara vez visto en televisión, y dentro de un guión sublime.
Y si hay culebrón, y la ambientación es la que es, es porque detrás hay unos objetivos morales, filosóficos, ideológicos, revolucionarios y profundos: siempre la intención es la de llevarnos a escenas brutales en las que hacernos pensar. Nada es gratuito. Todo es justificado y sirve. Nada sobra.
Si bien la historia se sitúa a principios del siglo pasado, los temas que toca aún hoy tienen mucha trascendencia. De hecho, la englobaríamos entre el grupo de series trascendentes, de las que realmente se puede aprender (si se quiere). Al igual que sucede con "Mad men", en otro momento y otra época, esta serie nos explica de donde vienen algunas de las cosas incomprensibles de la Humanidad que aún hoy, en pleno 2011, estamos sufriendo, y no arreglamos ni vamos a arreglar. Y al igual que en "Mad men", todos y cada uno de nosotros podemos vernos reflejados, muy a nuestro pesar, en alguna de las escenas. Quizás muchos encaren el visionado de la serie intentando demarcarse de lo que ven en pantalla, comentando aquello de que "vaya cosas hacían los ingleses en aquella época". Típico, tópico, triste: la excusa de "estos están locos", ahora transformada en una excusa de que "son cosas de otra época".
Pero si somos todos sinceros, y avispados al verla, comprenderemos, de verdad, por qué nos gusta la serie a la vez que la rechazamos porque vivimos en un autoengaño, del que quedamos desnudados al ver cada uno de los capítulos. Incluso algunos no saben qué es lo que le ven, pero algo hay ahí que les toca, por más que intenten procesarlo de otra manera, para seguir con el propio autoengaño.
"Downton Abbey" hace un retrato severo de los seres humanos, centrándose en muchos temas que aún hoy nos pertenecen, que quizás hemos heredado, pero sobre los que no hemos desaprendido, y de los que no nos hemos librado. Otra cosa es que queramos mirar a este u otro lado: nosotros preferimos siempre aprender cuando vemos algo, otros querrán evadirse.
Temas tan importantes como el abuso de poder sobre los otros, el machismo, las apariencias, la hipocresía, las diferencias de clases, la desigualdad, la falsedad, y una sociedad que podríamos dividir entre mandones y mandados. Libres y esclavos. Una serie que, al igual que "Mad men", nos desvela, si queremos mirar, TODAS LAS TRAMPAS DE LAS QUE SOMOS VICTIMAS, PERO TAMBIEN VERDUGOS.
Todos bien peinados y limpios, cada día bien duchados, pero con el interior sucio, por no decir podrido. Y tan contentos de habernos conocido. Y no sólo eso: los seres humanos de este momento seguimos queriendo las mismas cosas que las que querían un siglo atrás, sin saber, al igual que ellos, qué es lo que realmente perseguimos o buscamos con todos esos estúpidos comportamientos, prejuicios y disfraces. Seguimos con las mismas convenciones que las de hace 100 años. Y siguen ocurriendo las mismas cosas que entonces, almenos en el fondo, y muchas veces también en la forma.
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La sumisión, el poder, las clases sociales, los clanes familiares, el ser diferente, el renunciar a tus sueños e inquietudes, el servilismo, etc... Este es el punto más excelso de la serie, y no el de la escenografía (que también aplaudimos) o lo bien que lo hace el elenco protagonista (ídem). El vestuario está cuidado, y todo lo que se quiera, pero lo más cuidadode todo, y con muchas intenciones, es el guión. Y teníamos que resaltarlo.
Al igual que dijimos con "Mad men", esta serie es, sobretodo, un disfrute para la mente, para los aficionados a la buena ficción, para todos los que amamos el arte bien hecho, la factura bien acabada, y los guiones ingeniosos. Recomendable para los que adoren situarse en contextos históricos concretos, para los que les falten algunas respuestas a sus propias actitudes, para quienes prioricen el camino hacia el auto-conocimiento y para aquellos que crean que todo esto que nos pasa por dentro, aún no nos ha sido bien explicado.
Los demás pueden disfrutar con la escenografía y compararla con otras series históricas. Por la paliza que les da "Downton Abbey", nosotros la consideramos INCOMPARABLE.
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PD. Felicitamos a Antena 3 tv por la emisión en España: pero dicho esto, es pecado no verla en versión original subtitulada.