Repleta de guiños y salpicada de humor negro, transgresora en su planteamiento e impregnada de sensualidad y sexualidad, 'True Blood' es la nueva apuesta televisiva de Alan Ball, creador de la exitosa serie 'A dos metros bajo tierra' y premiado con un Oscar por el guión de 'American Beauty'.
Esta vez, el cineasta propone un mundo alternativo en el que vampiros y humanos pueden vivir juntos gracias a una sangre artificial embotellada que importan desde Japón. Curiosamente el propio Ball, que reconoce no ser aficionado a las ficciones de vampiros, asegura que esta producción rompe con la visión tradicional y destaca por "la mezcla del romance, la parte oscura y las emotivas repercusiones de la violencia". 'True Blood' está basada en la saga literaria Sookie Stackhouse, de la periodista del 'New York Times' Charlaine Harris, reconocida autora de best-sellers de misterio.
'True Blood' se sumerge de lleno en un mundo paralelo donde vampiros y humanos conviven sin aparentes problemas gracias a sangre sintética, que los no muertos pueden adquirir en cualquier establecimiento como si de un refresco se tratara. A pesar de ello "el mundo que intentamos crear está muy estratificado", apunta Ball. Los vampiros de 'True Blood (Sangre fresca)' son jóvenes, atractivos, traidores, adictos al sexo, decadentes y enigmáticos.
Por otro lado están los humanos, cuya opinión está dividida entre quienes les odian y quienes se sienten atraídos; incluso algunos sacan partido de la sangre de estos seres, denominada "V", una potente droga que produce sensaciones únicas. Todo esto sucede en el más profundo sur de Estados Unidos, en un pueblo de Lousiana llamado Bon Temps. A lo largo de doce capítulos, la serie entremezcla el humor, el romanticismo, el misterio y el suspense, hasta dejar al espectador sediento de más.
MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -