De la investigación del director de 300 Pistolas, Alvaro Morte (Bandolera, Isabel, El Principe, Victor Ros...), surgen múltiples similitudes entre Mihura y los grandes cómicos del siglo XX. Chaplin, Buster Keaton, Harold Lloyd, Laurel & Hardy...
Las divertidas e inverosímiles situaciones que se plantean en estas películas plantean similitudes con fragmentos de Tres sombreros de Copa.
Dionisio, tras siete años de noviazgo, la víspera de su boda, se aloja en un hotel de segunda, en una capital de provincia. Allí, en la noche, coincidirá con una compañia de circo que ha llegado para estrenar su espectáculo, y congeniará especialmente con una bailarina, Paula, descubriendo otra forma de entender la vida.
El vestuario y la escenografía beben directamente de la Compañía de Music hall que aparece en la obra. Algo original y nunca visto hasta ahora, en ninguno de los montajes que se han hecho de la obra.
Otra novedad es que 300 Pistolas saca a los personajes de la habitación del hotel y los sitúa en un pequeño teatro provinciano de variedades. Se trata de un homenaje a Mihura y a su estrecha relación con el teatro (era hijo de actor). Un homenaje que la compañía 300 pistolas hace más grande aunando en su versión, las tres grandes pasiones de Miguel Mihura: el teatro, el cine y los actores.
Dirigidos por Álvaro Morte, con vestuario y escenografía de Blanca Clemente y un cuidada corografía de Fredeswinda Gijón, los actores Sara Gómez, Anna Hastings, Esteban Jiménez, Carlos de Austria y el propio Álvaro Morte dan vida a Tres Sombreros de Copa.