La serie Hostages, una de las más publicitadas para esta nueva temporada 2013-2014, ha sido estrenada en español por TNT España. Aquí tienes nuestra opinión.
No me gustaría destripar mucho este capítulo piloto, pero dado el título de la ficción, que ya desvela la parte importante del tema principal de la serie y que en artículos anteriores de presentación ya hemos introducido el "de qué va la serie", vamos a situarla brevemente...
Así, en el centro de gravedad de la serie, de donde parte todo, nos vamos a encontrar con una prestigiosa cirujana que tiene que intervenir quirúrgicamente al presidente de Estados Unidos y que, precisamente por ello, un grupo de secuestradores toman su casa y amenazan con matar a su familia si no se carga al Presidente durante la operación.
El tema inicial de esta nueva producción no se queda aquí: hay una maraña de suposiciones e intrigas que es, desde mi punto de vista, donde podría estar realmente el interés de esta ficción si saben elegir con qué quedarse y desarrollar de entre todo su abanico de posibilidades.
No hay una frontera clara entre quienes son los buenos y quienes los malos, como ya viene pasando con este tipo de series en el que intervienen política y familia como entidades principales, y que lidera la premiada y excelente Homeland. Cada familia reúne muchos secretos y malos hábitos, haciendo que el refrán de que “en todas partes cuecen habas y en la mía calderadas" le venga que ni al pelo y, si seguimos el símil, lo mismo pasa con los gobiernos, Inteligencias gubernamentales varias y demás temas de intrigas que tan de moda están ahora en las series USA.
Tanto Tony Collete (United States of Tara, Pequeña Miss Sunshine) en su papel de Ellen Sanders, la cirujana, y Dylan McDermott (American Horror Story) en el papel de Duncan Carlisle están correctos, aunque tanta trama dentro de tanta trama, te hace pensar que estás delante de una Matrioshka (esas muñecas rusas que se guardan unas dentro de las otras), desgranando, personaje por personaje, secretos que a su vez esconden secretos que a su vez esconden secretos… a veces inconfesables.
Insisto en que esto es lo que quizás haga que la serie tire adelante: el mayor inconveniente podría ser el mayor aliciente siempre y la serie podría mejorar cuando sepan controlar los tempos y enredos, algo difícil en los primeros capítulos y, sobre todo, en el piloto.
Personalmente, el primer capítulo lo he visto un poco escaso de tiempo: con un metraje típico de capítulo normal, nos van dando pinceladas de los protagonistas sin llegar a profundizar en ninguno. Va todo muy deprisa e inconexo; tampoco es de mi gusto, a no ser que lo sepan gestionar con maestría, que las series sean tan ambiciosas como para tener entre sus protagonistas a todo un presidente de los Estados Unidos.
Con esta sobre-exposición de persona(je)s y sus circunstancias, es raro que ninguna de ellas te atraiga y, pese a que tiene muchos más errores que aciertos, me gustó como terminó este primer capítulo y seguiré a sus protagonistas hasta su (casi) anunciada defenestración en nuestra sección de audiencias de series o hasta su poco probable salvación.
¿A quién la recomendaría? Sabiendo todo lo expuesto y que viene al rebufo del éxito de esta temática en otras series, sí la recomendaría a quien le gusten este tipo de argumentos: y si además buscas adolescentes conflictivos también...
¿Que si es buena?... Voto de confianza. Está por demostrarse, pero apunta maneras y confío en que pueda centrarse y dar una grata sorpresa. No sería la primera.