"Person of interest": esperamos tus críticas, comentarios y opiniones de la nueva serie de CBS.
Críticas de nuevas series - estrenos 2011-2012 en CEC.
"Person of interest" parte de la premisa, muy yanqui, de que el mundo cambió después de los ataques terroristas del 11-S. Lo sabemos todos, pero ellos tienen una especial obsesión con este tema, que no se atrevieron a tocar en su momento. Cito este hecho porque, de entrada, debemos tener claro que se intentará no tocar sensibilidades, y que es un elemento que marca a la serie, y no necesariamente positivamente...
Lo dicho: después del 11-S, todo cambió para los norteamericanos. Sabemos que empezó a estar muy controlado entrar y salir del país, pero no sabemos lo que sucedió en su interior. El Gobierno, según la ficción, se permitió controlar el tráfico de correos electrónicos, teléfonos móviles, cajeros automáticos y un largo etc... que derivó en un Gran Hermano global, con cámaras por todos lados, filmando incluso los paseos de los ciudadanos. Todo esto suponiendo que los ciudadanos querían ser protegidos, sin saber cómo se les estaba protegiendo.
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Pero había que separar el grano de la paja, a los temidos terroristas de los ciudadanos de a pie. Y encontraron un sistema, que era el de dividir a las personas de interés, de aquellas personas 'sin interés'. Las primeras son las peligrosas, y las que investigan los protagonistas de esta serie, que parece va a ser un "más de lo mismo".
Argumentemos por qué:
Este trabajo de separar a las personas de interés lo ejerce una máquina que construyó el protagonista de la serie, Mr. Finch (Michael Emerson, el conocido Benjamin Linus de "Lost"), un hombre que, hasta ese día, según se nos cuenta, se dedicaba a trabajar y ganar dinero, de forma obsesiva.
La obsesión era tal que ni tan siquiera se enteró de los ataques. Una vez conocidos los hechos, ser rico dejó de tener sentido para él... Sí, muy yanqui también.
Para rematar esta trama del despropísto y la ilógica, contrata, sí o sí, a John Reese (Jim Caviezel), un ex-agente de la CIA que, tras años hundido en el alcoholismo por la pérdida de su compañera, encontrará, a pesar de las reticencias iniciales, un nuevo sentido a su vida, hasta el punto de querer afeitarse de nuevo...No vamos a repetirlo: o sí. Este tipo de argumentos los hemos visto mil veces en el cine yanqui más comercial y tontorrón. No deberían pertenecer al universo de las series.
A todo esto, le acompaña una producción muy Estados Unidos también.
Esto es: bien producida por J.J. Abrams, bien dirigida y por Jonathan Nolan. Profesionalidad y efectividad ante todo. Nada negativo se puede decir en estos puntos, e incluso podríamos resumirlo diciendo que la serie está muy bien hecha.
Más discutibles son sus interpretaciones, poco realistas y sobreactuadas. Los actores, mal escogidos. La dirección de actores, mal enfocada. Simplona. Miradas al vacío mientras nos hablan de esa máquina, una cojera en el personaje de Emerson que seguro nos explicarán más adelante, pero que en realidad sólo sirve para darle una supuesta intriga que a nosotros no nos provoca absolutamente nada. Ganas de intrigar con tonterías, vamos...
Capítulo procedimentales / auto-conclusivos que seguro nos van a cansar y ser un más de lo mismo, aunque lo hagan guardándose la posibilidad de hacerla más contínua si hace falta. Un caso por semana, una persona de interés en cada capítulo y, cómo no, una resolución de cada caso solvente, y que ya sabemos que siempre terminará bien, para alegría de todos.
Flashbacks manipuladores y poco jugosos: algunos en imágenes, y otros narrados por los propios protagonistas, en ocasiones demasiado explicativos. Sin demasiado interés ninguno de ellos, con lo cual no se justifica utilizar un recurso reservado para las mejores producciones.
Todo huele demasiado a J.J. Abrams, capaz de hacer series de alto nivel como "Fringe", pero también autor de auténticos fiascos como "Undercovers". La pasta la pone él, y algunas de las ideas, seguro que también. Y lo olemos demasiado. Los temas que le gustan, el estilo que le encanta, la música de fondo para las escenas que acompañan las aventuras e intrigas de sus personajes... Apostamos a que, si tuviera más tiempo, la habría firmado él mismo.
Pero como ya hemos dicho, escribe Nolan, y escribe de forma práctica para una audiencia convencional, y las series que amamos son mucho más que esto. Esta no deja de ser un buen producto para masas, que gustará a un tipo de público muy concreto, jugando por enésima vez con conspiraciones secretas y un mundo vigilado por miles de cámaras, una idea más que manida y cansina, aunque en este caso, bien presentada y, sobretodo, calculada.
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La serie no engaña a nadie: va dirigida a un público muy concreto, que seguramente piensan que es mayoritario, pero el estreno no nos pasa de un "pasable".
La premisa es buena y podría dar mucho jugo, pero no en la forma en la que han decidido tratarla. No será una serie que vaya a marcar un hito en televisión: es lo que es (un entretenimiento), va a lo que va (entretener) y a quien le gusten este tipo de historias, que la disfrute. Tampoco es nociva ni mucho menos, y siempre será mejor que la gente vea este Gran Hermano que el de telecinco.
Nosotros, salvo un giro radical en la trama (algo bastante improbable, tiene pinta de ir a peor puesto que para el primer capítulo se supone que han escogido al mejor director), nos dedicaremos a otros menesteres, que hay muy buenas series para ver.
Los amantes de las series buscamos algo más que un blockbuster bien hecho, y es que el perfil del seguidor de series y el de la persona que va al cine, son muy distintos. A nosotros no nos gusta ver una nueva versión, por muy bien hecha que esté, de algo que ya hemos visto en demasiadas ocasiones. Apostamos también a que no lograrán tanta audiencia como pretenden. Si es que no se enteran...