Un thriller salvaje dirigido por el japonés Ryûhei Kitamura ('El vagón de la muerte').
Seis jóvenes estudiantes deciden realizar un viaje en un monovolumen, cuando en medio de la nada y a pleno sol, sufren lo que parece un pinchazo. Se detienen y mientras las chicas intentan llamar por el móvil y hacerse selfies, los chicos buscan la manera de cambiar la rueda. En medio de la operación, dos de los jóvenes reciben varios disparos, los demás asustados se refugian tras el vehículo
No tardarán en darse cuenta, de que están siendo tiroteados por un francotirador, desconociendo el motivo. El espectador sí intuirá que el asesino desea terminar con la vida de todos ellos, tomándose su tiempo.
Kitamura sitúa al espectador en el foco de toda la acción, llevándole de un lado a otro, para desconcertarle con esta locura absoluta al más puro estilo gore. Eso sí, sin riesgos para su vida y sin que la sangre, ofrecida por litros, le pueda salpicar; por el contrario pondrá a prueba nuestro nervios, incluso entre los más tranquilos.
Un thriller con una narración destinada a un espectador amante del género excesivo y gore. Violencia extrema y sangre a raudales. Diálogos muy simples entre situaciones y actuaciones ingenuas y juveniles, propias de la edad de sus personajes. Una historia aparentemente predecible, si no fuera porque la mente del guionista Joey O. Bryan resulta bastante retorcida en lo macabro, haciendo que su director Kitamura, exponga la masacre ideada hasta el final de la película, sin miramientos y sin límites.
Un filme, por momentos, tan realista que sorprende. Tan brutal que no puedes dejar de mirar a la gran pantalla, esperando cual va a ser el próximo movimiento de unos jóvenes sin carisma, o del impasible francotirador. Tan “sádica” que, por mucho que intentes adelantarte a la acción de lo que va a suceder, lo único que sabes cómo cierto es que el tiro no traspasará la pantalla.
En el apartado técnico, mención especial para los efectos especiales, los movimientos de cámara y la diversidad de planos utilizados a través de un correcto montaje. Perfecta fotografía de Matthias Schubert, contando con la banda sonora de Aldo Shllaku, que ayuda a generar cierta tensión en el espectador. Dirección correcta y lamentable guion. Aunque estoy seguro que los amantes del género y de Kitamura, lo van a disfrutar como cosacos. Y una advertencia, no te muevas ni pestañees hasta el final.
No es un filme para todos los públicos, y en especial para aquellos a los que no les guste ni que la sangre y la violencia sean llevadas al límite y al exceso.
- Mi nota es: 5 / 10
- YA EN CINES.
- REPARTO: Kelly Connaire, Stephanie Pearson, Rod Hernandez, Anthony Kirlew, Alexa Yeames, Jason Tobias, Graham Skipper, Ikumi Yoshimatsu, Eric Matuschek, Hana Burson, Aion Boyd, Emory Lawrence, Nick Burson, Chris Powell.
- PRODUCTORA: Coproducción Estados Unidos-Japón/ Genco/ Eleven Arts/ RIM Entertainment.
- DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: A Contracorriente/Films.