Todo un homenaje al cine negro
La precuela que cierra la trilogía de EL CRACK
El detective privado Areta recibe en su oficina a una mujer que le pide que indague en el misterioso asesinato de su amante.
José Luis Garci cierra la célebre trilogía de El crack iniciada en 1981 con esta nostálgica precuela filmada en blanco y negro y centrada en las investigaciones del agente Germán Areta durante su primera etapa.
El intérprete Carlos Santos -mejor actor revelación en los premios Goya 2017 por su papel en El hombre de las mil caras- retoma al mítico personaje interpretado por Alfredo Landa en las dos primeras partes (casi 40 años después del inicio de la saga).
La cinta, que realiza un homenaje al "noir" clásico y está ambientada en el Madrid de la década de 1970, expone un tenebroso mundo de combates de boxeo, whiskey y corrupción.
El crack cero, que surgió como una propuesta de Maite Imaz (viuda de Landa), cuenta con un elenco de actores ampliamente reconocidos: Miguel Ángel Muñoz, Luisa Gavasa, María Cantuel, Macarena Gómez y Cayetana Guillén-Cuervo.
Estreno en televisión este Sábado 16 de mayo a las 22.00 horas en Movistar Estrenos
José Luis Garci nos trae una nueva historia de su gran éxito “El Crack”, el famoso detective que estuvo encarnado por el gran Alfredo Landa en sus dos entregas anteriores. Ahora es Carlos Santos, quien toma su relevo, en una magnífica interpretación. Garci homenaje al cine negro, así como disertará sobre sus dos temas deportivos favoritos: el fútbol y el boxeo.
Garci regresa con su personaje más emblemático, el detective Areta, situando la acción en el año 1975, un año que todos los españoles recordamos, por la muerte del dictador y el comienzo de la transición. En esos días convulsos Areta se rodea de sus dos fieles compañeros: Moli y el Moro. Ella como su secretaria y consejera y él como su compañero en las duras jornadas investigando el caso. Cine negro policiaco, con aroma castizo, pues la agencia, está situada en los alrededores de la Gran Vía.
Una obra tan escrupulosamente planificada que he llegado a definir como imperfecta en su perfección. Me ha recordado a cuando entras en una casa y todo está excesivamente ordenado, que te apetece mover algunas cosas, para que no resulte tan hermético. Garci sin la menor duda, es un maniático de la perfección y lo descubrimos en cada uno de sus planos, cada una de sus escenas, cada una de las secuencias, la forma en que abre a plano o cierra, incluso mientras los personajes siguen hablando. Mantiene un cuidadísimo equilibrio entre los decorados y sus personajes, que por instantes deseas que se abra una ventana de golpe, para sorprender, pero Garci tiene muy claro, que cada cosa tiene su tiempo.
Hay una escena que define muy bien el cine de Garci y esta película en concreto. El abuelo, el comisario de policía (Pedro Casablanc) está con Germán Areta (Carlos Santos) conversando y relata, a modo de metáfora, cómo llevar bien un caso policial, poniéndole como ejemplo, con todo lujo de detalles, una famosa jugada durante un partido de futbol, durante el cual el jugador no se limitó a disparar a portería, sino que se tomó su tiempo, estudio a sus adversarios para esquivarles, la disposición por la que deseaba introducir el balón, hasta dejarlo rodar como a cámara lenta, provocando el soñado gol. Nos hace visualizar el instante a través de ese ingenioso y sencillo monólogo que no solo escucha con atención Areta, sino que lo transmite a los espectadores. El valor de la paciencia ante la prisa, que solo la experiencia y los años, otorgan al ser humano.
Grandes interpretaciones, entre las que hay que destacar a algunas de las féminas como la impecable secretaria de nombre Moli (Luisa Gavasa), la ayudante personal del muerto, Luisa (Macarena Gómez), la mujer “fatal” dueña de la casa de juego (Cayetana Guillén Cuervo), Adela, la joven novia de Areta (María Cantuel) o la seductora amante Remedios (Patricia Vico). En el lado masculino, además de los mencionados Carlos Santos y Pedro Casablanc, mencionaría a un Miguel Ángel Muñoz totalmente irreconocible.
Garci se apoya en imágenes de archivo, para el cambio de secuencias, a la vez que nos ambienta en aquel año 1975, en la Gran Vía y alrededores, pues toda la obra está rodada en interiores: Despachos, salones de billar, hall de hoteles, interior de comercios, estancias en las diversas casas…
Un filme elegantemente iluminado y magníficamente fotografiado por Luis Ángel Pérez, con una gran variedad de planos, que refuerzan la historia. Una brillante puesta en escena, que inequívocamente nos lleva al recuerdo del más puro cine negro policiaco. La sutileza con que la cámara fija, trasladándose entre travellings o sobre la grúa, mantiene cada plano o “flota” en el espacio como el humo característico, que durante todo el metraje, desprenden los cigarrillos que los personajes fuman incansablemente.
No faltarán los guiños cinematográficos en algunos de los comentarios o incluso a través de las sombras que se proyectan en las paredes y por supuesto, la gran imagen del mítico Humphrey Bogart. Para terminar, mencionar a Jesús Glück como el compositor de la banda sonora, de las anteriores entregas, que aquí también está presente.
- Nota: 8 / 10
- ESTRENO en ESPAÑA: 4 de Octubre
- REPARTO: Carlos Santos, Miguel Ángel Muñoz, Luisa Gavasa, Belén López, Macarena Gómez, Raúl Mérida, Pedro Casablanc, Patricia Vico, María Cantuel, Cayetana Guillén Cuervo, Luis Varela, Ramón Langa, Andoni Ferreño, Alfonso Delgado, Jacobo Dicenta, Samuel Miró, Susana Paz, Jero García y Daniel Huarte.
- PRODUCTORA: Nickel Odeon Dos
- DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Filmax.
SOBRE EL DIRECTOR
El polifacético director de cine, crítico, presentador de televisión, escritor, guionista y productor, José Luis Garci, ha comentado en algunas ocasiones que se aficionó al séptimo arte cuando entró en una sala de cine, donde estaban proyectando “Lo que el viento se llevó”, con tan solo cinco años; desde ese momento, fascinado, acudía a todos los programas de cine doble que había en su barrio, de esta forma se convirtió en un cinéfilo del cine clásico norteamericano. Tras finalizar el bachillerato y el preuniversitario, entró a trabajar en el Banco Ibérico, compaginándolo con artículos que escribía, a la vez que acudía a los festivales de cine, lo que le llevó a convertirse en crítico de cine, para diversas revistas. Con 25 años, en 1969, comenzó su carrera como guionista de cine con historias para Antonio Giménez Rico “El cronicón” 1970, “La casa de las chivas” 1972 de León Klimovsky o el mediometraje para televisión de Antonio Mercero “La cabina” con el que obtuvieron el premio Emmy. Tras el gran éxito de La Cabina, continuó trabajando para importantes directores, hasta que José María González Sinde, le animó a dirigir algunos cortometrajes: ¡Al fútbol” 1974 o el documental “Mi Marilyn”, para saltar al largometraje con su ópera prima “Asignatura pendiente” 1977. Destacaré obras como “El crack” 1981, “Volver a empezar” 1982, ganando el Oscar a mejor película de habla no inglesa, “Sesión continua” 1982 y “Asignatura aprobada” 1987, luego abandonó la gran pantalla por la pequeña, realizando algunos mediometrajes, para regresar a la gran pantalla con “Canción de cuna” 1995 y retornando a la televisión, hasta que en 1998 rodará “El abuelo”, “Tiovivo c1950” 2004 y “Luz de domingo” 2007, llegando ahora a la tercera entrega del Crack. Los televidentes le recordarán por el programa “Que grande es el cine” emitido en la 2 de RTVE. Un programa que duró 10 años, desde el 1995/2005.