“El hombre no decide ser extraordinario. Decide lograr cosas extraordinarias” (Sir Edmund Hillary)
Donald Crowhurst (Colin Firth) vivía en Teignmouth, junto a su esposa Clare (Rachel Weisz) e hijos. Poseía una empresa de productos electrónicos para la navegación marina, un negocio que estaba sufriendo serios problemas económicos.
En 1968 decide participar en la Golden Globe Race, competición que consistía en circunnavegar alrededor del mundo sin hacer paradas. Para ello mandará crear su propio Trimarán, equipándolo con la tecnología que él mismo vendía.
Stanley Best (Ken Stott), un famoso prestamista de la región, le prestará el dinero que precisa, pero Donald tendrá que hipotecar su negocio y la casa familiar.
El 31 de octubre de ese mismo año partirá y…
James Marsh, apoyado en el guion de Scott Z. Burns. traslada a la gran pantalla otra historia basada en hechos reales, en este caso con el mar como gran protagonista. Fue en la década de los 60 cuando el veterano de la Real Fuerza Aérea Británica y navegante aficionado, Donald Crowhurst, buscaba salir de la crisis económica que estaba atravesando junto a su familia y decidió embarcarse en la Golden Globe Race.
En primer lugar hay que destacar la magnífica dirección artística a cargo de Karl Probert y Justin Warburton-Brown, quienes logran recrear la atmósfera de la época a la perfección. Lo hacen respaldados por la fotografía de Eric Gautier, que cuida la estética de la narración de lo que sucede en tierra firme y lo vivido mar adentro. La paleta de color tan diferente que utiliza en uno y otro espacio, así como en los encuadres, mientras la cámara coquetea con el movimiento del mar. Un movimiento que, por instantes, se antoja mareante aun sin estar subido en la embarcación. La música de Jóhann Jóhannsson presagia el drama entre notas esperanzadoras, y el preciso montaje de Jinx Godfrey expone lo más importante entre tierra y mar, obviando lo innecesario, rubricando lo más destacable de los aspectos técnicos.
Aunque he hablado de los aspectos técnicos y visuales del filme en primer lugar, quien destaca por encima de todo y de todos, llevando el gran peso de la obra, es Colin Firth, con una interpretación impecable. Un personaje rico en matices, con una personalidad un tanto perturbadora, que va creciendo a medida que los fotogramas desfilan por la gran pantalla. Rachel Weisz da vida a la figura de la mujer amorosa, familiar y resignada, pero con personalidad.
Un filme narrado sin prisas pero sin pausa, con ese ritmo británico tan característico que -una vez más- se agradece. Todo tiene un por qué, logrando elevar la tensión emocional que se genera minuto a minuto, en buena parte gracias al espléndido guion de Scott Z. Burns, con diálogos intensos y reveladores, exponiendo la personalidad de cada personaje y los objetivos que cada uno persigue. Un filme que muestra gran parte de la esencia del ser humano, capaz de lo mejor pero también de lo peor.
- Mi nota es: 8 / 10
- ESTRENO en ESPAÑA: 7 de Septiembre
- REPARTO: Colin Firth, Rachel Weisz, David Thewlis, Ken Stott, Jonathan Bailey, Adrian Schiller, Laurence Spellman, Finn Elliot, Tim Downie, Eleonor Stagg, Oliver Maltman, Alexia Traverse-Healy, Kit Connor, Paul A Munday, Danny Jackson y Nick Owenford.
- PRODUCTORA: Blueprint Pictures/ BBC Films.
- DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Vértice Cine.