City of Bones (Mortal Instruments) (Photo credit: Wikipedia)
Cazadores de sombras (Mortal Instruments: City of Bones), la película basada en la saga de Cassandra Clare, fue estrenada el 21 de agosto en Estados Unidos y el 31 del mismo mes en España.
Muchos son los seguidores de la saga que pronto se vieron decepcionados por los resultados de este trabajo, poco exigente por parte de su autora y que ha dado como resultado unas críticas muy malas y una clasificación baja (cinco sobre diez, aprobada por los pelos).
Personalmente, y tras haber leído todos los libros, no puedo entender como puede haber un spoiler del segundo y tercer libro del tamaño de la torre Eiffel en esta primera entrega, y que la propia autora lo haya permitido.
Aunque en realidad no creo que sea un fallo de casting de los personajes principales, sí es verdad que no cumplían las expectativas de sus fans: algunos personajes importantes como puede ser Magnus Bane aparece menos de cinco minutos en toda la película, aparte de otros grandes e incomprensibles cambios en la estructura del argumento. Todo esto ha dado una película muy rápida y liosa, y sobre todo, mucho peor de lo que todos esperábamos.
Según el diario Los Angeles Times, del 1 de agosto de 2013, los gastos de marketing fueron de 60 millones de dólares para la promoción mundial de la película.
City of Bones recaudó 9.300.000 dólares los tres primeros días en los EE.UU. y de 18.200.000 dólares en el resto del mundo. EL total acumulado de 5 días, fue de 14.088.359 dólares en los EE.UU. y 23.188.359 de dólares en el resto del mundo, situándose por debajo de las estimaciones previstas.
El pasado 3 de septiembre, el productor ejecutivo Martin Moszkowicz compartió en su cuenta de twitter una actualización de la taquilla mundial de Cazadores de Sombras: Ciudad de Hueso, dando la cifra más actual, que es la de $50 millones en todo el mundo desde su estreno, incluyendo el día del trabajo en USA.
La alemana Constantin Film, productora económica, ha quedado decepcionada con los resultados. La compañía, que gastó 60 millones de dólares para producir la película y otros 60 millones para su comercialización mundial, ya iniciaba la pre-producción del segundo libro que debía comenzar a rodarse en otoño, cuando a 10 de septiembre se paralizó oficialmente aplazándose indefinidamente.
Constantin, no obstante, y a pesar de los rumores, se compromete a hacer la secuela, pero afirma que no quiere apresurarse en la producción con un guión inacabado, prefiriendo tomarse un tiempo para hacerlo bien. Cassandra Clare, por su parte, argumenta que el proyecto de guión que ha visto está muy lejos del libro y que el calendario original no daría tiempo para los cambios. Mejor un retraso para intentar enmendar, de alguna manera, la secuela.
Hay un merchandising variado en ropa, posters, bisutería, pero es muy pronto para saber si está dando buenos resultados. De momento no hay datos.
En definitiva, todo está en el aire, quizá esto sirva para hacer una segunda película comprensible y que guste a fans y enganche a personas que no están relacionadas, pero tendrían que rectificar muchas cosas y hacerlo mucho mejor de lo que lo han hecho.