Supongo que a estas alturas decir que 'Brooklyn', que una de las favoritas de los Oscars, me ha parecido un auténtico tostón, será un sacrilegio para algunos. Pero desde mi punto de vista el film de Crowley no aporta nada nuevo al celuloide.
Ni su cuidado vestuario, ni la magnífica ambientación ni la interpretación de Saoirse Ronan, que no me estremece en absoluto. Todo es predecible -que no malo- en Brooklyn. Desde el primer amor, pasando por el duelo de la pérdida, hasta el segundo amor.
Es un amor con el que es imposible empatizar, puesto que sabemos desde el principio que es un amor de película, una forma de vivir las relaciones que nada tiene que ver con nosotros.
Y ojo: no tengo nada en contra del cine clásico. Que yo sepa Allen jamás ha rodado ninguna de las partes de Fast & Furious y aún en su empeño por el clasicismo en pantalla, me ha hecho vibrar al menos una docena de veces.
Un film tan sentimentalista como simplón que termina haciéndose pesado a los diez primeros minutos. Está claro que no es mi tipo de cine, pero... ¿no es exagerado decir, como he leído por ahí, que es una de las películas más salvajes del año? ¿Habéis visto Mad Max?