Superhéroes, clásicos de monstruos con ínfulas de héroes y, cómo no, ahora los clásicos de Agatha Christie revitalizados casi como si fueran héroes.
Si Branagh dio el pistoletazo de salida con su 'Asesinato en Orient Express', ahora es el turno de una de las novelas menos conocidas de la autora: 'La Casa Torcida', que continúa por la línea detectivesca que tantos éxitos ha dado en cine y televisión.
El gran problema en este caso es que todo ese amalgama de personajes y situaciones retorcidas que plantea Paquet-Brenner pierde el pulso entre tramas inconexas y un buen puñado de actores que salvan de la quema una adaptación que no llega a ninguna parte.
Es buena idea mantener ese toque clásico a la hora de rodar el film, pero nunca debe descuidarse el guión de una nueva adaptación. Algo en lo que estas dos nuevas entregas no han sabido -o querido- hacer, quizá demasiado seguros de que la fórmula de revitalizar clásicos de misterio atraería al espectador sin demasiado esfuerzo.
Todo funciona demasiado mecánico y se precipita hacia el típico final de la maestra del misterio, en el que el inexperto detective resuelve todo en un discurso de tres minutos, dando la impresión de que el director no sabe cómo terminar el film.
Es entretenida pese a su ritmo lento del principio, pero queda en un leve recuerdo una vez que dejas la sala. Y pensar que se nos avecinan más adaptaciones…