Fue en 1952 cuando se publicó "El viejo y el mar" y por el cual le fue concebido a su autor, Ernest Hemingway, el Premio Nobel de Literatura en 1954. Ya sabemos que dichos premios se conceden por la totalidad de la carrera literaria pero no entiendo que este libro fuera decisivo para la concesión de dicho premio.
Hemingway fue una de las fuentes literarias de las que bebió Bukowski y, en cierto modo, sí que tiene un estilo estropajoso y descarnado, seco, directo y fulminante. Ya os avanzo que me debato entre la buena y la mala apreciación y no sé hacia cuál decantarme. Lo que sí que os adelanto es que tampoco fue como para darle un premio.
Por un lado, el libro no trata más que de un viejo pescador cubano al que la suerte ha abandonado y no logra ya pescar. Se lanza a la mar, como él la llama, dispuesto a conseguir una presa cueste lo que cueste. Y pesca, pesca un pez tan largo que no cabe en el bote. Tarda días en hacerse con él. Es la lucha de un hombre que está acabado, que nada le queda en la vida más que la propia lucha y que arriesga todo cuanto le queda (sólo su vida físicamente hablando) en pos de un trofeo. El hombre solo ante la vida, se enfrenta a sus miedos, a la inmensidad del océano, a la verdad que no tiene donde ser escondida. No voy a desvelar el final como a mí me lo desvelaron pues estuve paseando por otras webs que me contaron cómo terminaba la historia y realmente me molestó aún no siendo una persona que le otorga demasiada importancia a los desenlaces. Éste es un relato en el que lo que ocurre en la línea de meta importa porque no es una historia que quiera, desde mi punto de vista, transmitir nada más que el hecho en sí y es por ello que me resulta "aburrida".
Sin embargo, tampoco puedo calificarla de aburrida porque me ha mantenido con ganas de saber más hasta el final. ¿Cómo explicaros el magnetismo de esta novela? Ni yo misma consigo plasmar en palabras mi impresión. Sí, el término correcto para describirla es intriga.
Ernest Hemingway in Milan, 1918 (Photo credit: Wikipedia)
Quizás la novela quiso ser una metáfora de la propia situación de Hemingway y es que el autor, cuando la escribió, gozaba de muy mala reputación. Se decía de él que estaba acabado. Quizás la lucha del hombre y el pez, solos, fuese una parábola del individualismo que extrae de su derrota ante las fuerzas de la naturaleza y que, por el mero hecho de no darse por vencido ya se puede considerar una victoria, el triunfo de la voluntad por encima del destino o de la misma naturaleza. Así, a lo mejor, Hemingway reivindicaba su situación destruída pero no derrotada:
"el hombre no está hecho para la derrota; un hombre puede ser destruido, pero no derrotado"
Con esto nos comunica que la derrota proviene más del interior y de la aceptación moral de esa destrucción que proviene del exterior.
Valorándolo en términos de aprendizaje yo digo que no es un libro imprescindible para crecer espiritualmente. Es un libro de aventuras que trata de comunicar que el poder para afrontar las situaciones extremas, que la lucha del individuo se hace desde el interior del mismo. Tampoco lo tengo considerado como punto de referencia. Digamos que literariamente, Hemingway no fue un dechado de virtudes pues se erigió como periodista y el estilo que utiliza, ese estilo tan descriptivo, tan conciso, tan seco es propio del periodismo pero en fin, hay tramos en los que es un placer leerlo:
"Hablaban del mar como un contendiente o un lugar, o aun un enemigo. Pero el viejo lo concebía siempre como perteneciente al género femenino y como algo que concedía o negaba grandes favores, y si hacía cosas perversas y terribles era porque no podía remediarlo. La luna, pensaba, le afectaba lo mismo que a una mujer"
"El agua era ahora de un azul profundo, tan oscuro que casi resultaba violado"
"La extraña luz que el sol hacía en el agua, ahora que el sol estaba más alto, significaba buen tiempo, y lo mismo la forma de las nubes sobre la tierra. Pero el ave estaba ahora casi fuera del alcance de la vista y en la superficie del agua no aparecía más que algunos parches de amarillo sargazo requemado por el sol y la violada vejiga de una medusa flotando a corta distancia del bote. Flotaba alegremente como una burbuja con sus largos y mortíferos filamentos purpurinos a remolque por espacio de una yarda."
Y esto es todo cuanto me alcanza el intelecto para decir de este libro, seguro que es mucho más que todo lo anterior pero yo sólo llego hasta aqui. Comentar que el vocabulario que el autor utiliza proviene de toda la jerga de pescadores y si a alguien le puede interesar es, sobretodo, a los que les guste la pesca y se dedique o no a ella. Por lo demás, puede ser una buena compañía para leer en la playa, junto al mar ya que te pone en situación.
Hasta aquí mi opinión sobre "el viejo y el mar"
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EL VIEJO Y EL MAR de HEMINGWAY, ERNEST