Se dice de Joyce que ha sido uno de los grandes escritores de la historia. ¿Quién lo dice? ¿Por qué lo dicen? Seguramente este título le ha sido otorgado por algún analfabeto incompetente que jamás ha leído nada suyo. Yo no digo que no sea bueno pero ¿de lo mejor? ¿Uno de los grandes?
Recuerdo que antes de embarcarme en su "Ulíses", quería conocer más al artista y por lo tanto me propuse pasar antes por su obra "Retrato del artista adolescente" que es en gran parte autobiográfica. No puedo decir que me decepcionara la lectura, sería decir demasiado.
No me sorprendió hallar un libro repleto de descripciones, tan recargado que se vuelve soporífero. No me interesa la manera de tratar los temas, el enfoque que les da me parece totalmente clásico y con un ritmo narrativo tan pausado que te mece hasta caer en un profundo letargo.
No obstante, le reconozco un fondo bueno, brillante. Es una autobiografía escrita en clave de la época para los de la época. Es como "La flauta mágica" de Mozart, una ópera escrita para los niños... pues vaya niños más pelmazos y rígidos.
A "Retrato del artista adolescente" le ocurre lo mismo que a la obra de Mozart, según mi punto de vista. Es una publicación demasiado barroca (no por la época sino por el contenido), para ser leída hoy en día. No estamos ya acostumbrados a pasar a través de descripciones tan vastas y pesadas que pretenden recrear un ambiente o un paisaje. Es la descripción fotográfica que se hace interminablemente pesada y costosa de leer. Impide avanzar en cuestiones que quizás son más del interés general.
Cito, como ejemplo, la religión. El Catolicismo a ultranza, severo, estricto, rígido al cual eran sometidos los dublineses. Los usos y costumbres de la época encorsetados en lo políticamente correcto, la educación escolar... todos estos temas están presentes bajo la particular manera de Joyce de describir las situaciones que, personalmente, me parece engorrosa y pesada.
Quiero aclarar que me gustan los clásicos, soy lectora de clásicos, pero hasta cierto punto necesito que me expongan los temas a tratar de otra manera menos empalagosa, porque la descripción me atesta una patada en el culo que me arrastra fuera de la obra y me impide proseguir con naturalidad el transcurso de la historia. Leer 4 líneas es un vía crucis por las inumerables veces que tengo que retomar la frase desde su principio por no lograr concentrar mi atención en la recreación de la escena.
Casi lo terminé... apenas quedaban ya 20 páginas pero no llegué hasta el final, que no auguraba precisamente un cambio, sino seguir en la misma línea.
Es apasionante saber de Joyce, fue todo un personaje con una tórrida infancia que, como a todos, lo marcó de por vida. Sin embargo, la lectura de sus libros no es que carezca de interés sino que se hace pesada, demasiado pesada, demasiada paja innecesaria. A cada cual sus gustos y formas de escribir. En mi lista de predilectos no entrará Joyce, sintiéndolo en el alma.
Se dice de Joyce que hay que amarlo u odiarlo... ni lo amo ni lo odio, sencillamente está.