La imagen es cortesía de Carlos Merchán.
"Federico"
A veces creo que no te has muerto
que no sufrió tu carne la afrenta
del plomo ni florecieron claveles
en las estrechas honduras de tu pecho.
A veces creo oir tu risa
en la tranquila sonata del agua
y trae retales sueltos de tu charla
el soplo inconstante de la brisa.
¿Qué hormiga reina en tu cráneo?
¿Qué imperio se disputan los lirios
que cuelgan sus banderas de tus órbitas?
¿Qué trozo de mundo aferran tus dedos?
Súbdito de la luna, te mataron al alba
te robaron la risa, te robaron la gracia
ocultaron tu rostro con cal y con tierra
pero tus versos siguen sosteniendo tu alma.
Ya no hay niños en la fragua
ni ancianas que esperan en la baranda
ni jinetes insomnes que no verán el alba
ni caballos grandes que espantan el agua.
Duerme el niño en lo hondo del pozo
navega la luna en lo ancho del cielo
ranas y luciérnagas devoran tus cabellos
y el musgo susurra, muy bajito.