Una baraja.
Un juego a dos.
Uno gana, el otro pierde.
¿Quien seré está vez yo?
Mezclo las cartas.
Las muevo deprisa,
en mis manos.
Antes de empezar
la historia ya es confusa.
Reparto las cartas.
Una para cada uno,
Y así hasta diez.
Nos miramos desconcertados.
Miro mis cartas.
Son buenas.
Cuatro iguales.
Falta poco para el repóker.
Miro tu cara.
Me desconcierta.
Ni siquiera tú,
sabes lo que tienes entre manos.
- Hablo mucho.
Quiero más.
Quedan muchas cartas
En el montón.
No hablas.
Tiemblo.
¿No sabes
o no tienes?
Apuesto todo.
Sé que esta vez venceré.
Lo noto, lo siento,
lo sé.
Nuevas cartas.
No hay más.
Lo que hay es
lo que es.
Hablas tú ahora.
Me confundes.
Te mientes,
te lías.
Paso.
Enseño las cartas.
Intención hay.
Quizás mi apuesta
es demasiado alta.
Muestras tú.
Pierdo la partida
de la manera más tonta…
Yo te creí.